Por CONTRAPUNTO
El discurso que sugería una
salida rápida ha cambiado a una opción de mediano plazo y que requiere
organización. Las personas que están desesperadas porque ese cambio ocurra,
comienzan a dudar, alerta el analista de la firma Delphos. Indica que esa es
una de las razones porque el Gobierno no ha ido frontalmente contra Guaidó, “no
lo han metido preso ni ha ido directamente a sacarlo del juego, porque
representa un costo importante a nivel internacional y en lo interno”
Félix Seijas Rodríguez
convive con las estadísticas y las interpreta. Es fundador y director de la
firma de estudios de investigación estadística Delphos. Ph.D en análisis
de datos complejos en Southampton University, Reino Unido. Es profesor de la
Universidad Central de Venezuela en la Escuela de Estadística y Ciencias
Actuariales. Fue director del Proyecto Fortalecimiento del Sistema Estadístico
Nacional de Venezuela y del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo.
Su pasión por las estadísticas viene en su ADN. Su padre es Félix Seijas,
presidente y fundador del Instituto Venezolano de Análisis de Datos (Ivad).
Durante la entrevista,
Seijas Rodríguez analizó el escenario de las elecciones y de la negociación,
las fortalezas y debilidades de la oposición, la situación de Nicolás Maduro y
del Gobierno, la irrupción de Juan Guaidó como figura aglutinante y el
sentimiento de la gente acerca de la crisis compleja que vive el país.
LA OPOSICIÓN ES MAYORIA
—Delphos ha dicho que la
salida electoral es una solución viable, según las estadísticas y los
trabajos que han hecho. En este momento ¿cómo está la situación sobre las
elecciones?
—Cuando nosotros decimos que
la oposición tendría como ganar una elección estamos hablando de números fijos,
es decir, estamos diciendo que la oposición es mayoría y que quienes quieren
cambio son mayoría. Pero, el ganar o no una elección no sólo depende de ser
mayoría, y entramos en otro tema que es si la gente va a votar o no, es decir,
la disposición a votar. Ese es un tema preocupante porque la gente siente que
las condiciones que existen no son favorables.
Tendría que solucionarse
primero que se perciban las elecciones como la garantía de un mínimo de
condiciones para que los resultados se respeten. De lo contrario, no importa si
se es mayoría o no. Eso ya ha venido sucediendo, se perdieron las elecciones
regionales, las municipales, la presidencial del 20 de mayo y ha sido, no
porque la oposición sea minoría, ya tiene cuatro años siendo mayoría.
—¿Cuál es el porcentaje que
apoya a la oposición?
—Las personas que quieren
cambio constituyen el 85% del país, pero no todos comparten la misma visión de
cómo debería darse ese cambio y quién debería tomar el poder cuando ese cambio
ocurra. De ese 85%, el 15% quisiera que el cambio se diera en lo interno, que
saliera quien lo preside y desde el mismo gobierno saliera otra persona para
seguir con el mandato. Ya allí nos va quedando un 70%, de este porcentaje, hay
un 10% a un 15% que siempre duda sobre lo que debería hacerse, un 15% que no
confía en la oposición y muy probablemente se abstenga. Entonces, tendríamos un
60 o 65% que sí votaría por la oposición, por un candidato único si las
condiciones son las adecuadas.
—Y el apoyo a Guaidó, ¿en
qué porcentaje está en este momento?
—El apoyo a Guaidó llegó a
estar incluso en 62% y se mantiene más o menos allí. Pero aquí hay que separar
dos cosas: una las personas que confían en Guaidó como líder; que tienen una
buena valoración de él y eso se ha mantenido en 62,65%. Otra es la de las
personas que confían en que Guaidó puede conducir esto a un puerto feliz, más
allá del motivo, no estamos hablando de que no lo sientan capaz, sino que
consideran que el gobierno es como muy grande para poder ser vencido, y la expectativa
sobre si es posible o no que Guaidó pueda conducir y lograr ese cambio al
puerto al que la gente quiere llegar; eso ha perdido un poquito de fuerza, no
mucho, pero en las últimas semanas se siente que ha bajado un poco.
—¿Cuál cree que sean las
causas de que haya bajado? ¿Cómo está el ánimo del venezolano respecto a la
salida?
—Lo que ha venido ocurriendo
aquí es que inicialmente, luego de un año, año y medio, las personas que
querían un cambio estaban en estado latente, es decir, no conseguían un
referente por el cual pudiera darse el cambio, apareció Guaidó y pasa a ser un
referente importante porque representa muchas cosas que la gente estaba
pidiendo y la gente criticaba al liderazgo tradicional.
Guaidó es una persona joven,
representa el cambio, renovación, es un nuevo estilo de dirigir y comunicar,
una persona más fresca que se percibe menos político, es decir tiene todas las
características de un outsider sin serlo.
Pero cuando empieza el
fenómeno Guaidó todo se plantea rápido; que pronto vendría el cambio, de hecho
aunque no se dijo de manera explícita, se planteaba que el 23 de febrero podría
darse un quiebre, se sugiere que en ese momento las Fuerzas Armadas podrían
darle la espalda al Gobierno y alinearse con el cambio.
Todo este discurso que
sugería o proponía salidas rápidas, a corto plazo, fue cambiando después de ese
momento, entonces ahora se está tratando de transmitir la idea de que es una
lucha que no es a corto plazo, sino que puede ser a mediano plazo, que hay que
organizarse, que hay que ir trabajando internamente. Por supuesto, las personas
que están desesperadas porque ese cambio ocurra; que se crearon expectativas de
que el cambio iba a ser rápido, empiezan a dudar sobre si se puede lograr o no.
Hay un reajuste allí, la mayoría de las personas piensan que sí se puede dar,
pero otras empiezan a dudar.
Pero este es un proceso
normal. El gran reto de la oposición es contrarrestar el desánimo y mantener a
la gente con la esperanza activa. Por eso el gobierno no ha ido frontalmente
contra Guaidó, no lo han metido preso ni ha ido directamente a sacarlo del
juego, porque representa un costo importante a nivel internacional y en lo
interno. El gobierno no está seguro de cuál sería la reacción de la población en
medio de un fenómeno como Guaidó. Entonces ha optado por esperar a que se
desgaste, hacer mella en esa esperanza de la gente, a eso está jugando y la
oposición no debe dejar que eso suceda.
Maduro bajó
¿Cuál es el porcentaje de
Nicolás Maduro en las encuestas?
—Maduro estuvo mucho tiempo,
en cuanto a la confianza que genera, alrededor del 20% y esto bajo en los
últimos meses, en este momento está alrededor del 15%, es decir ha bajado unos
cuatro puntos y medio este año.
—¿Podríamos decir que el
voto duro del chavismo está en 15%?
—Correcto, ese es el voto
duro, en una elección podría llegar a 30% pero el voto duro es un 15%.
—En cuanto a las salidas,
¿cuál es el porcentaje de la gente que cree en las elecciones, de la que
considera la negociación como salida y la que piensa que Maduro debe decidir
irse?
—Vamos a diferenciar lo que
quiere la gente y lo que cree la gente que va a pasar. En cuanto a lo que
quiere la gente gana con 55% las elecciones, pero hay otro 20% que quisiera que
se resolviera a través de negociaciones, de acuerdos. Es decir, que un 70 u 80%
de la población quiere una salida pacífica, hay otro porcentaje pequeño que
quiere una salida violenta. Es una minoría, pero en las redes sociales hacen
mucho ruido y distorsionan un poco la percepción sobre las magnitudes.
La mayoría de la gente
quiere una salida pacífica. Cuando se le pregunta qué cree que puede ocurrir,
las elecciones bajan un poquito pero se siguen manteniendo en primer lugar,
seguido nuevamente por las esperanzas de un acuerdo entre gobierno y oposición.
Es decir, las esperanzas de la gente están situadas allí, la gente sabe que eso
es algo difícil de conseguir, que se lograría a través de un proceso que puede
durar mucho tiempo, todo el mundo quisiera que fuera mucho más expedito, pero
esa concepción latente en la gente que sabe que estas cosas no se consiguen de la
noche a la mañana, es lo que debe aprovechar la oposición para ajustar las
expectativas a mediano plazo.
EL PODER ADQUISITIVO
—En la parte económica y
social. ¿Cuál es el principal problema del venezolano y su máxima preocupación?
-El poder adquisitivo se
manifiesta de distintas maneras, hay quien dice directamente que es un problema
el alto costo de la vida, de los bajos sueldos, que no le alcanza para comprar
y otros lo expresan a través de la alimentación y la salud, que tiene que ver
con medicinas.
—¿Cuál es el porcentaje de
la máxima preocupación del venezolano?, porque me imagino que la situación
económica y social avasalla la política.
—Completamente; a tal punto
que hay un porcentaje de la población que si se le dice usted aceptaría que se
quedara Nicolás Maduro si arregla los problemas económicos y te dicen
automáticamente que sí, porque cuando estás en una situación crítica,
desesperada, tus hijos pasando hambre, enfermos sin tratamiento, por supuesto
tú lo que quieres es solucionar eso a costa de lo que sea. Estamos hablando que
cuando se habla de los problemas económicos y el poder adquisitivo, el
80% de la población lo señala como su principal preocupación.
NO SE IMAGINA OTRO LIDER
—Sobre el tema de la
transición ¿La población explora sobre quien podría ser el líder que la dirija?
¿O piensa que solo va a ser Guaidó
—Lo que pasa es que una
transición, precisamente, prepararía el terreno para unas elecciones. Ahora,
quién lidera la transición y cómo se elige esa persona, eso es otro tema. Puede
ser por acuerdos o a través de unas elecciones rápidas. Pero puede ser por
acuerdos como sucedió en el 58 cuando hubo la junta de gobierno. Ese liderazgo
de ese gobierno de transición que debe durar por lo menos un año, para arreglar
toda las cosas, reinstitucionalizar el país por lo menos lo mínimo. La gente en
este momento ve como líder a Guaidó, no se imagina otro líder en este momento.
Hay un porcentaje de personas que además de Guaidó, piensa en Capriles que
podría liderar el país en un futuro gobierno, otros piensan en Leopoldo López,
en María Corina, en Henry Falcón, en porcentajes bajos del 10 o 15%. El
fenómeno Guaidó es el punto de coincidencia, toma todos esos porcentajes,
representa la unión entre todas las preferencias de la oposición.
—¿Qué lo impactó cuando hizo
el trabajo de campo?
—Quizá es esto que estamos
hablando, cómo el fenómeno Guaidó es bastante fuerte, cómo se ha convertido
para la mayoría en una persona; que la gente lo aparta un poco de lo político,
en el sentido de que es robusto en términos estadísticos, que es la propiedad
que tiene un fenómeno en resistir golpes y no desmoronarse, él es muy sólido en
ese sentido, trasmite pureza, tiene un gran carisma.
Puede ser que en algún
momento, ojalá no ocurra, la expectativa de cambio empiece a decaer y las
personas crean que esto no va a llevar a nada, pero el nombre de Guaidó no
saldría golpeado, nadie diría que fue porque nos vendió, o porque era un
incapaz, o porque no sabía lo que hacía, no. Pensarían que las circunstancias
fueron demasiado grandes como para que él pudiera contra ellas. Pero él, como
persona es suficientemente fuerte y sólido para aguantar diferentes golpes.
Esto es importante porque está tratando de navegar un barco al que es muy
complicado ponerle rumbo.
Aquí hay que dar malas
noticias y hay que irlas dando, desde quizá una negociación, algo que para
algunas personas puede resultar una muy mala noticia, él tiene que saber cómo
comunicarla. Hay una disposición de la gente, ya lo dije hace un rato, una
parte importante de la población quiere una salida pacífica, pero no porque yo
quiera una negociación quiere decir que voy a recibir esa noticia bien. Yo
quiero una negociación pero quiero que se dé en términos justos, que ambas
partes se sienten allí teniendo que entregar, teniendo que bajar banderas y
llegar a un punto común. Eso precisamente son noticias que hay que saber
darles, si no se puede interpretar de manera errada, si aquí alguien habla de
negociación sin que exista una sensación de simetría en esa mesa, automáticamente
toda la población se va a volcar en contra. Entonces, ¿cómo dar esas noticias?
bueno, existe una persona como Guaidó que tiene un alto nivel de credibilidad y
eso es un capital importantísimo para esas aspiraciones.
07-05-19
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico