Diego Oré 22 de mayo de 2019
La
delicada situación que atraviesa Venezuela se ha agravado en las últimas
semanas y podría estar llegando a su punto de ebullición, dijo el martes a
Reuters Maximiliano Reyes, encargado de las relaciones diplomáticas de México
para Latinoamérica y el Caribe.
Venezuela
sufre una aguda crisis política y económica que se ha exacerbado desde enero
cuando, invocando a la Constitución, el opositor Juan Guaidó se proclamó
presidente interino del país argumentando que la reelección del presidente
Nicolás Maduro estuvo cargada de irregularidades.
Desde
entonces, Guaidó -quien ha sido reconocido por más de 50 países- ha buscado la
renuncia de Maduro y a fines de abril llamó a su “cese definitivo”. Sin
embargo, su convocatoria no tuvo el eco deseado y Maduro, quien mantiene el
control de las fuerzas armadas, la calificó como un “golpe de Estado”.
“La
situación, en general, se ha agravado, la situación política, la situación
humanitaria, la situación diplomática”, dijo Reyes, subsecretario para
Latinoamérica y el Caribe de la Secretaría de Relaciones Exteriores de México.
“Vemos
con preocupación que la liga está a punto de romperse y eso, sin duda,
derivaría en una situación violenta que nadie quiere”, agregó Reyes. “Ahora las
cosas están llegando a un punto en que, ahora sí, es necesario tomar los temas
con seriedad; sobre todo por parte de las partes involucradas”.
Desde
que el izquierdista Andrés Manuel López Obrador asumió como presidente de
México en diciembre, la política exterior del país latinoamericano se ha
centrado en la solución pacífica de controversias y no intervención en los asuntos
externos.
Incluso
México se ha propuesto como garante para una posible negociación entre el
gobierno de Maduro y la oposición. En días recientes, ambas partes retomaron
acercamientos en Noruega y Reyes, de 43 años, reveló que México estuvo al tanto
de las pláticas y que las ve con “simpatía”.
“En el
caso de Venezuela, no intervención no significa indiferencia ni ignorancia”,
explicó Reyes en su oficina ubicada en el centro de la populosa Ciudad de
México. “La participación de México ha tenido como propósito fundamental:
generar una condición de confianza, de seriedad, de respeto, para que el
diálogo entre las partes se pueda dar en algún momento”.
Reyes,
un economista con estudios de posgrado en administración pública, aseguró que
México “no piensa” salirse del Grupo de Lima pese a que no ha estado de acuerdo
con sus resoluciones recientes, que han condenando a la administración de
Maduro.
NICARAGUA EN LA MIRA
A
pesar de la inquietud por la situación en Venezuela, Reyes aseguró que México
está más preocupado por lo que sucede en Nicaragua, donde el presidente Daniel
Ortega enfrenta su peor crisis política desde que retomó el poder luego de
masivas protestas de quienes exigen su renuncia.
“La
relación con Nicaragua es mucho más cercana (que con Venezuela). México es el
segundo inversionista en Nicaragua, hay más de 40 empresas mexicanas en
Nicaragua, todo eso nos obliga a estar más pendientes, más ocupados (que en
Venezuela)”, confesó.
A
pesar de ello, México no se ha involucrado frontalmente en el diálogo entre el
gobierno de Ortega y la oposición que busca liberar a cientos de “presos
políticos” y adelantar las elecciones presidenciales, pautadas para 2021.
“No
hemos sido indiferentes y no nos mantendremos indiferentes (pero) no ha habido
una petición formal de ninguna de las dos partes (para que México se una al
diálogo)”, dijo Reyes.
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