FRANCESCO MANETTO 19 de mayo de 2019
El presidente de la Asamblea Nacional
acepta todos los intentos, pero advierte: "No nos van a confundir"
La
palabra diálogo ha vuelto a sobrevolar la grave crisis institucional de
Venezuela y al mismo tiempo ha dejado al descubierto una paradoja: las partes
implicadas, la oposición al régimen de Nicolás Maduro y el Gobierno, están
dispuestas a escuchar todos los esfuerzos internacionales para buscar una
salida al bloqueo aunque chocan radicalmente sobre las premisas de una
negociación, probablemente la esencia de la cuestión. La misión del llamado
grupo de contacto de la Unión Europea viajó esta semana a Caracas, se reunió
con todos los actores de este proceso y concluyó que existe una disposición para
continuar con este intento. El objetivo de la delegación de Bruselas, que se
mantiene fiel al principio de una "solución pacífica y democrática",
era el de abordar "una posible vía para un camino electoral
negociado", señaló este sábado en un comunicado el Servicio Europeo de
Acción Exterior.
La UE
dio un paso más allá, esto es, pasó del plano técnico al político. Sin embargo,
cualquier ensayo de negociación está todavía en ciernes tras meses de pulso
entre Juan Guaidó y Nicolás Maduro y, sobre todo, después de que el jefe de la
Asamblea Nacional, reconocido como presidente interino por más de 50 países,
intentara el pasado 30 de abril provocar una quiebra del estamento militar con
una acción que llevó a la liberación del dirigente opositor Leopoldo López.
"Hemos
podido apreciar fundamentalmente una predisposición de todas las partes a
participar en un diálogo que conduzca a esa solución a través de un
acontecimiento electoral, pero también hemos apreciado que para que esa
predisposición de principios se concrete todavía hay que seguir trabajando, hay
que generar las condiciones para que esta predisposición de principios pueda
materializarse", explicó el secretario de Estado de Cooperación
Internacional y para Iberoamérica y el Caribe, Juan Pablo de Laiglesia, en
declaraciones a la prensa en Caracas.
Esas
condiciones representan, al menos por el momento, el mayor obstáculo. La hoja
de ruta de Guaidó contempla una etapa de transición y unas elecciones solo
después de lo que denomina "cese de la usurpación" de Maduro. Y este
no está dispuesto a ceder el poder. Las declaraciones del mandatario y del
presidente del Parlamento a propósito de otro intento de mediación
internacional, que se produjo a principios de semana en Noruega, reflejan de
hecho un planteamiento en las antípodas.
El
sucesor de Hugo Chávez destacó que "Venezuela tiene que procesar sus
conflictos y buscar soluciones a sus problemas por la vía de la política, del
diálogo, de la diplomacia, de la paz". "He promovido el diálogo más
de 600 veces y lo seguiré promoviendo", dijo el viernes durante una marcha
militar. "Hoy llegaron Jorge Rodríguez y Héctor Rodríguez de Noruega, ahí
se dieron las conversaciones y diálogo con la oposición venezolana para
construir una agenda de paz", siguió.
Guaidó
le contestó desde un acto con simpatizantes, a los que pidió no dejarse
confundir por los términos de una hipotética negociación. "Nuestra agenda
es muy clara, pública y notoria", incidió. "No nos van a confundir,
ya basta de que nos vean la cara de tontos. Venezuela va a tener su democracia
y libertad muy pronto". Estas palabras se entienden si se tienen en cuenta
los antecedentes. Los contactos que se dieron antes de la convocatoria de
elecciones presidenciales de 2018 en una mesa instalada en República Dominicana
supusieron para la oposición una ruptura aparentemente insanable con el
Gobierno de Maduro, al que acusaron de querer imponer las reglas del juego. En
las filas opositoras hay representantes para los que la palabra diálogo es tabú
y que incluso llaman sin disimulo a una intervención de Estados Unidos para
forzar una salida de Maduro.
Acompañado
Stalin González, vicepresidente de la Asamblea Nacional y uno de los dirigentes
que acudió a Oslo, quiso aclarar que ese viaje no significa nada: "Sí,
fuimos a las reuniones, pero no a entablar nada. No hay nada que entablar.
Vamos a hablar con todos los que sean necesarios para lograr la libertad de
Venezuela, pero no confundamos los objetivos con los mecanismos".
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