Por Fernando Pereira
Un video de unos
adolescentes practicando un nuevo juego de retos popularizado como “La
zancadilla” se vuelve viral y capta la atención del público por las nefastas consecuencias
que puede tener para la salud y vida de los participantes.
El gesto de intrepidez se
graba con un dispositivo telefónico se sube a alguna red social y la velocidad
e inmediatez hacen lo suyo. Las familias, usuarios de las redes lo reenvían alertando
sobre las consecuencias, pidiendo los responsables sean sancionados, otros
reniegan de la intención al reenviarlo, a no seguir propagándolo…
El nuevo episodio nos
recuerda que hace poco en las pantallas nos sorprendía “la ballena azul”,
“momo”, “el juego de la asfixia”; se van sucediendo y los padres y educadores
se sienten sobrepasados.
Los huérfanos digitales es
el término con el que se ha denominado a la generación de niños y adolescentes
que han crecido y aprendido a utilizar el mundo digital por sus propios medios,
sin contar con el acompañamiento de ningún adulto. Los padres confesamos
nuestro analfabetismo digital e incapacidad de guiarlos.
¿Dejaríamos que nuestro hijo
de 5 años vaya solo al Terminal de La Bandera a esperar a su abuela que llega
de viaje? ¿Permitiríamos que nuestra hija adolescente de 13 años vaya sola a
una fiesta en la carretera a Oriente? ¿Dejamos que nuestro hijo de 7 años cruce
la autopista?
Algunos estudios muestran lo
desinformados que están las familias sobre lo que sus hijos realizan cuando se
conectan a una red, con quién se relacionan, qué información le dan, qué fotos
o videos publican.
Día Internacional del
internet seguro
Por ello el 11 de febrero en
todo el mundo se están realizando actividades de sensibilización y capacitación
para tomar conciencia sobre los riesgos y las habilidades digitales que
nuestros niños y adolescentes deben tener para desenvolverse en el mundo
digital. El que cuenten con habilidades tecnológicas no quiere decir que tengan
las habilidades sociales para dar respuesta a los conflictos o peligros que
puedan afrontar. Los adultos, madres, padres, educadores tenemos un rol que
cumplir.
¿Qué podemos
hacer en la familia?
Enseñarles el uso adecuado
de las tecnologías. Exige que nos informemos y formemos sobre cómo
utilizar adecuadamente estas herramientas pues en muchos casos los hechos
ocurren en dispositivos o redes que nunca leemos. Podemos sentarnos con ellos y
navegar juntos, aprender a utilizar las redes sociales, recordemos que saben
mucho más de lo que podemos imaginar.
Atentos con la violencia
sexual. Con el auge de las nuevas tecnologías, la violencia sexual ha
tomado las pantallas y los adolescentes pueden ser acosados virtualmente por
personas que incluso falsean su identidad (sexo, edad…) para chantajear
emocionalmente a sus víctimas. Mientras más vulnerable sea el adolescente
porque se siente solo, abandonado o tiene adicciones, más
posibilidades habrá de que sea “presa fácil” de las ofertas engañosas
que puedan realizarse a través del ciberacoso.
Es importante que los
adolescentes sepan que así como Internet y las redes sociales tienen muchas
ventajas, también abundan los riesgos. Hay que alertarlos sobre los peligros
de difundir información personal, comentarios erotizados, imágenes con
poca ropa, desnudos que puedan ser utilizados por otros usuarios afectando la
privacidad, integridad psicológica o reputación.
Muchas veces las
adolescentes ponen en las redes sociales imágenes sin ropa que socializan con
sus novios, sin darse cuenta que una vez que finalice la relación esas mismas
imágenes que se hicieron en nombre del amor pueden ser utilizadas por su ex
pareja para vengarse.
Problematizar
sobre la importancia de pensar antes de enviar. Es
importante apoyarlos para que tomen consciencia de que
lo que se publica en Internet o sale de tu propio celular, se convierte
en irrecuperable, escapa para siempre de nuestro control y puede llegar a
cualquiera en cualquier momento.
Analizar que recibir la
imagen de una persona no te da derecho a distribuirla. El hecho de contar con
una fotografía o vídeo en nuestro celular no significa que
tengas derecho a hacer con ella lo que nos provoque pues puede afectar irremediablemente la
vida de un compañero o compañera.
Un día para recapacitar y no
dejar a nuestros hijos en la orfandad digital.
13-02-20
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