Lester Toledo 10 de junio de 2020
@LesterToledo
Este
7 de junio se cumplieron dos años del asesinato de Neomar Lander, un joven de
17 años que quedó tendido en las calles de Caracas por el impacto de un
proyectil en su pecho.
Los
videos que circularon por las redes sociales mostraron claramente que Neomar se
desplomó luego de que un objeto fuera disparado por un piquete de agentes de la
Policía Nacional Bolivariana (PNB), esto ocurrió en la esquina de las avenidas
Francisco de Miranda y Libertador, en el municipio Chacao.
Y
al sol de hoy el régimen se ha lavado las manos, hasta le buscaron un padre
falso para declarar mentiras y justificar ese acto de barbarie cometido en
contra de este joven venezolano de Guarenas que cayó en la carretera luego de
luchar aguerridamente, como muchos otros jóvenes venezolanos, para exigir
elecciones libres, libertad para los presos políticos y restitución del hilo
constitucional.
Y
así como recordamos a Neomar, también queremos rendir tributo a Cesita, nuestro
hermanito César Pereira, de 20 años que un 28 de mayo, también hace dos años,
fue asesinado vilmente por el funcionario policial Onán Pereira, este hecho
también quedó registrado en videos de redes sociales, allí se observa justo el
momento en el cual el funcionario dispara su arma y Cesita queda tendido en el
suelo, y a pesar de esta contundente e ineludible prueba, esta causa no ha
logrado justicia, el juicio ha sido diferido de forma continua y al asesino lo
mantienen resguardado por sus cómplices de armas en un módulo de la Policía de
Anzoátegui negándose a trasladarlo a la cárcel de Puente Ayala en Barcelona,
donde debería ser encarcelado para pagar por su crimen.
Neomar
y Cesita son, entre muchos otros jóvenes, mujeres y hombres, nobles y valientes
que aún no han logrado justicia por sus muertes, en cada uno de sus casos ha
imperado la impunidad, la manipulación, los retrasos y la dilación.
Solo
nombramos dos de 250 asesinados en medio de protestas, que de acuerdo a cifras
de PROVEA son el total de acaecidos en medios de manifestaciones desde que
Maduro asumió el poder en 2013.
Tiempo
en el cual, las organizaciones de Derechos Humanos, nacionales e
internacionales han denunciado el uso desproporcionado de la fuerza por parte
de los funcionarios de seguridad. Los reportes acusan a Maduro por su respuesta
autoritaria frente a la conflictividad social, por su permisividad y aliento a
la comisión de abusos contra los Derechos Humanos.
Reportan
que desde 1991, al menos 332 personas han perdido la vida en el contexto de
manifestaciones en Venezuela. 82 de estas muertes (24,69%) se produjeron en el
período comprendido entre 1991-2012, mientras que durante la gestión de Nicolás
Maduro en el poder (2013-2019), sin contar 2020, se han reportado un total de
250 personas (75,30%) que fallecieron en el contexto de protestas.
Dando
un alarmante resultado, en tan sólo seis años, Maduro triplicó el número de
muertes registrado en los 21 años anteriores a su llegada a Miraflores.
Neomar
y Cesita son los rostros que hoy le quisimos poner a esos más de 250
venezolanos asesinados por reclamar un cambio para su país, reclamar por la
libertad, reivindicaciones sociales y por el retorno de la democracia, dos
jóvenes heridos en el pecho, como herido está el corazón de toda Venezuela por
tantos años de impunidad, anarquía, desafueros, deterioro, corrupción y
abandono.
Hoy
queremos honrar a todos los caídos, y en su memoria y razón de lucha, pedir que
ese corazón herido se llene de esperanza y de fuerza, que nos unamos de nuevo
como en 2017 para retomar la causa por la que murieron estos jóvenes.
Ciertamente
el horizonte aún no está claro, pero no nos debemos dejar vencer, ni dividir,
ni manipular. Si hay algo a lo que este régimen siempre le ha temido es cuando
históricamente nos hemos logrado unir como una sola fuerza, y lo debemos lograr
de nuevo, por ellos que ya no están, por nosotros y por nuestros hijos.
El
régimen de Maduro en pleno seguirá haciendo lo posible y lo imposible para
desesperanzarnos y dividirnos, ese ha sido su guion, lo hicieron con la
manipulación de la falsa operación golpista, con la excesiva censura respecto a
todo lo relacionado al Covid19, con el chantaje y robo que han montado con la
operación de la gasolina iraní y hasta con la perversa intención de crear un
falso CNE a su medida y propósitos.
De
allí que nos toca a nosotros los venezolanos reunificarnos, recuperar la
esperanza, creer que la mejor Venezuela es posible, latir al ritmo de un solo
corazón, lograr sanar nuestras heridas para hacerle frente a esta barbárica
dictadura. En el fondo de nuestros corazones sabemos que lo podemos lograr, y
recordar siempre que por ello murieron Neomar, Cesita, Bassil Da Costa, José
Alejandro Márquez, Geraldine Moreno, Juan Pablo Pernalete, Adriana Urquiola y
otros 250 más.
Lester
Toledo
@LesterToledo
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