Nota de Prensa 07 de junio de 2020
ENTORNO
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Las refinerías venezolanas tienen nula o escasa producción, por viejas o nuevas
razones. Las de Amuay, Cardón, El Palito y Puerto La Cruz, todas propiedad del
Estado, sufren severos problemas de mantenimiento, desinversión y ausencia de
personal capacitado. Es común enterarse de accidentes en sus instalaciones.
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Se suma la crisis económica, agravada por la pandemia de la COVID19, que un
régimen indolente, corrupto e incompetente es incapaz de enfrentar
correctamente.
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Para cambiar el cuadro de decrecimiento, inflación y destrucción, que no
permite entrada de recursos -financieros, profesionales o técnicos- los
sectores democráticos cuentan con PLAN PAÍS, que genera confianza, pero no han
logrado la capacidad para desplazar al régimen. Quienes tienen el poder no
pueden ni saben resolver y quienes tienen esa capacidad no tienen el poder.
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El acuerdo entre Minsalud y AN, revelado hace días, es resultado de casi 6
meses de conversaciones para permitir entrada de ayuda humanitaria. Fue un
acuerdo técnico y no político, dentro del Plan José María Vargas. Esto debería
ser el inicio, pues las necesidades del país se miden en kilómetros y esta
ayuda significa milímetros. Se necesitan miles de millones de dólares y esta
ayuda es de apenas 60.
PROPUESTA
Es
necesario crear un Gobierno de Emergencia Nacional, con equilibrio del poder
entre los principales bloques parlamentarios, que genere condiciones para
elecciones justas.
Se
mantendría en funciones el Alto Mando Militar, conforme a sus reglamentos.
En
paralelo, el Gobierno de EEUU ofrece levantamiento progresivo y garantizado de
sanciones.
ESCENARIOS
1.
Deterioro total de la población, es decir, vivir en sumisión.
2.
Protestas y anarquía, que generaría caos y violencia.
3.
Acuerdo político, dado que el régimen dispone de las armas, aplica control
social y censura los medios de comunicación.
VARIABLES
POLÍTICAS
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¿Por qué el régimen quisiera negociar?: ingobernabilidad, presión
internacional, desajustes creados en países vecinos, fisuras internas.
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Es necesaria una autocrítica: hemos descuidado la presión interna por confiar
más en la presión internacional.
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No deben obviarse la naturaleza represiva y de persecución del régimen sobre el
liderazgo de varios partidos y la inhibición de la participación ciudadana.
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La movilización lograda despareció con la cuarentena, pero por la Encuesta
CRISIS VENEZUELA 2020 y diversas fuentes se sabe que han ocurrido más de 25
protestas diarias en el país, sin coordinación política.
TAREAS
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Articular el tejido social, con apoyo del Frente Amplio y los partidos
políticos, para favorecer la necesaria presión interna.
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Exhortar al sector militar para que sea parte de la solución y no del problema.
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Negociar políticamente, incluyendo a sectores chavistas (excepto
individualidades involucradas en violación a DDHH).
CONCLUSIONES
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El escenario adecuado es una negociación que conduzca a un Gobierno de
Emergencia Nacional, pues el régimen ha perdido fuerza, sus intentos para
dividir a los sectores democráticos y crear otra directiva de la AN no tuvieron
éxito.
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Existe emergencia humanitaria y es imperativo establecer acuerdos que
posibiliten salvar vidas.
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La negociación permitirá apoyo financiero internacional para reconstruir el
país y resolver la profunda crisis económica.
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Aún en este complejo contexto, debe existir negociación permanente, con y sin
protestas.
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La posición del régimen es resistir a toda costa, es difícil proyectar hasta
donde podrían llegar.
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No debemos alimentar falsas expectativas, sino apostar a la unión y presión
para lograr las tan esperadas elecciones presidenciales libres.
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