Gustavo Coronel Lun Sep 09,
2013
Estoy en Inglaterra donde acabo de
asistir, en Jesus College de la Universidad de Cambridge, a una Conferencia
sobre Crimen Económico y donde di uno de los discursos de cierre (ver texto en mi
blog Las Armas de Coronel ).
En esa conferencia participaron unos 380 ponentes y unas 900 personas de 91 países. Una persona del mundo de las finanzas me preguntó si estaba enterado de las negociaciones que lleva a cabo el gobierno “revolucionario” de Nicolás Maduro con el Fondo Monetario Internacional. Le dije que no. Me dijo que se trataría de una capitulación total del régimen populista-socialista-comunista-fascista-bolivariano-castrista que impera en Venezuela y su regreso a las fórmulas del Fondo, debido a su estado actual de total colapso económico. Con un ingreso petrolero aún sustancial pero claramente insuficiente para cubrir todos sus compromisos y locuras, el régimen se ve obligado a buscar dinero fresco pero ya no existe otra alternativa que el FMI, ya que China ha llegado al tope de su paciencia y advierte que dar más dinero a este régimen agonizante es botar el dinero.
Por supuesto, el FMI puede ayudar pero exigiendo las condiciones usuales: disciplina fiscal, completa apertura al capital privado y saldo de cuentas con las empresas privadas expropiadas o confiscadas, eliminación del control de cambios (a pesar de que ello incremente la fuga de capitales al principio), el desmantelamiento de la quincallería ideologica que representan PetroCaribe, ALBA, y UNASUR, el posible cese de suministro petrolero a Cuba, al menos en las condiciones actuales, hasta considerar la dolarización de la economía, como lo hizo Ecuador hace años y la eliminación de fondos paralelos que son fuente de gran corrupción.
En esa conferencia participaron unos 380 ponentes y unas 900 personas de 91 países. Una persona del mundo de las finanzas me preguntó si estaba enterado de las negociaciones que lleva a cabo el gobierno “revolucionario” de Nicolás Maduro con el Fondo Monetario Internacional. Le dije que no. Me dijo que se trataría de una capitulación total del régimen populista-socialista-comunista-fascista-bolivariano-castrista que impera en Venezuela y su regreso a las fórmulas del Fondo, debido a su estado actual de total colapso económico. Con un ingreso petrolero aún sustancial pero claramente insuficiente para cubrir todos sus compromisos y locuras, el régimen se ve obligado a buscar dinero fresco pero ya no existe otra alternativa que el FMI, ya que China ha llegado al tope de su paciencia y advierte que dar más dinero a este régimen agonizante es botar el dinero.
Por supuesto, el FMI puede ayudar pero exigiendo las condiciones usuales: disciplina fiscal, completa apertura al capital privado y saldo de cuentas con las empresas privadas expropiadas o confiscadas, eliminación del control de cambios (a pesar de que ello incremente la fuga de capitales al principio), el desmantelamiento de la quincallería ideologica que representan PetroCaribe, ALBA, y UNASUR, el posible cese de suministro petrolero a Cuba, al menos en las condiciones actuales, hasta considerar la dolarización de la economía, como lo hizo Ecuador hace años y la eliminación de fondos paralelos que son fuente de gran corrupción.
Esto representaría el fin de esa obscena “fiesta” en la cual hasta los mesoneros y Hugo, el bartender, se rascaron como cochinos y de la cual los boliburgueses y los bolichicos se llevaron los cubiertos, platos, manteles y todo lo que pudieron. Representaría el fin de la “revolución” y de sus estupideces sobre soberanía y sobre Venezuela como líder del bloque mundial anti-imperialista y anti-capitalista. Sería el entierro definitivo de la gran tragicomedia chavista, la cual ha llevado el país a la ruina.
El retorno del regimen al Fondo Monetario Internacional después de malgastar el ingreso petrolero de los últimos 15 años y de haberse endeudado ya en unos $180.000 millones seria la puntilla para el sueño insensato de la pandilla. Las caras del fracaso son las de Chávez, Giordani y Ramírez.
Y es que ya el país no puede aguantar más insensateces, más atentados contra la lógica, más necedades como esa de que “la derecha no va al cielo”, o ver bazofias humanas como la mujer diputada, echada en la Asamblea Nacional sin zapatos, oyendo un discurso, o Maduro usando la tumba (?) de Chávez como mesa de reunión o los dichos sobre los millones y las millonas. Hasta cuando tanta degradación, estupidez, mediocridad?
Ir de rodillas al Fondo Monetario Internacional comprueba el fracaso de un régimen cuyas tres características han sido: la corrupción, la ineptitud y una avasallante cursilería.Ya los cubanos preparan el lenguaje con el cual disfrazarán la capitulación de gran victoria socialista, tal como lo hace Raul Castro en Cuba.
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