Desde hace días no puedo dejar de pensar y confieso
que me ha quitado varias horas de mi sueño, el hecho de que los venezolanos nos hayamos convertido
en lo que somos hoy en día.
Estoy hablando de la generación que pudo estudiar y
logro ser un profesional, gracias al esfuerzo de unos padres que trabajaron durante toda su vida para que
nosotros llegáramos a ser lo que ellos
no pudieron ser. De esa generación que todavía eran niños cuando ocurrió el
terremoto de Caracas en 1967, de aquella generación que pudo ver y oír cantar a
Fred Mercury en el Poliedro de Caracas.
Si ya lo sé, como decimos en criollo, con nuestra
chispa tan única, a estas alturas ya se me cayo la cédula. Pero eso ya no
importa, de verdad.
Como nos convertimos en las personas que no dejan de
repetir la célebre frase de Orlando Urdaneta ”No vale yo no creo” y seguir como si nada.
Me aterra pensar que las próximas generaciones , los
que nos siguen, o sea que nacieron hace 15 0 20 años atrás, serán la generación
de los ’NI NI NI NI ’ y este término no
tiene nada que ver con el que utilizan los políticos, sino que se refiere a que
NI hicieron Ni harán las cosas que nosotros si pudimos hacer , sin pertenecer a
una clase privilegiada, sino a una clase media muy normalita, como por ejemplo
subir a un avión y conocer otros países y ampliar nuestros horizontes, conocer
a fondo nuestra querida y hermosa Venezuela, estudiar lo que quieras y donde
quieras, salir a parrandear con los amigos sin correr peligro, los que
conocimos el ’Miami ta barato dame 2’ NI pudieron NI podrán hacer , que es lo
mas triste y todo por nuestra culpa, por nuestra indiferencia, por nuestra
egoísta búsqueda de la seguridad.
Nos hemos convertido en una generación de burbujas de
jabón.
Nos convertimos en traslucidas, etéreas y
policromáticas burbujas que con un buen viento a favor nos trasladamos a países
lejanos y remotos donde podemos sobrevivir y trabajar sin peligro ni riesgo de
ser atracados o secuestrados. Pero que por otro lado tenemos que sufrir los
vejámenes y segregaciones de ser emigrantes y además vivir separados de
nuestras familias.
¿ Por qué nos paso esto?. Será cuestión de la
alimentación, será que nos dieron muchos ’corn flakes’ y ’pop corns’ en lugar
de fororo y arepitas dulces. Será que en la Universidad nos faltaron materias
electivas de CORAJE y VALENTIA o créditos universitarios para la DETERMINACION y BRAVURA.. Será que con el
tiempo se diluyo tanto la herencia de nuestros próceres independentistas, que
no nos tocó nada de su estirpe de libertadores.
Que grande nos queda nuestro himno nacional : ” Gloria al bravo pueblo que el yugo lanzó…………”.
Yo en mi opinión muy personal, prefiero ser como la
flor del diente de león, ¿quién no la conoce?, tan sublime y frágil, con sus volátiles
y etéreas semillas, que apenas las acaricia una suave brisa, revienta la flor y
desparrama sus semillas sobre la misma tierra que la vio nacer y como lo dice
su nombre, se clava sobre la misma tierra como dientes de león para esparcir su
carga genética y
proliferar.
Mayflower
Mayflower
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