Por Roberta Stabile
“Porque el pueblo no se va a
dejar quitar las misiones, las pensiones, la revolución (…) Si sucediera,
el supuesto negado caso, de que la Asamblea Nacional cayera en manos de la MUD,
¿Qué creen que pasaría? Un caos, nuestro pueblo va a salir a las calles”, ha
manifestado insistentemente el jefe de Estado, Nicolás Maduro Moros, en el
marco de la precampaña electoral para los comicios del 6 de diciembre.
Tanto el verbo de
Maduro, como el de Diosdado Cabello, máximos representantes del chavismo, dan
claras señas de que, como en oportunidades anteriores, no hay propuestas para
atraer al electorado, sino que por el contrarío insistirán en vender al
adversario como quien viene a arrebatar los beneficios que sociales que estos
se atribuyen.
En ese sentido el especialista
en comunicaciones y redes, Luis Carlos Díaz, asegura que durante la
campaña electoral, “ya no se discute de valores, de democracia, ni avances
de la revolución, sino de subsistencia”.
En exclusiva para El
Cooperante, Díaz plantea que el problema está en la “intimidación” presente en
los mensajes del Gobierno hacia los ciudadanos, especialmente en aquellos que
incluyen la pérdida de beneficios producto de una posición política a la hora
de ejercer el sufragio.
Por su parte, el director de
la organización no gubernamental, Espacio Público, Carlos Correa, expone
que “el papel de víctima” de Maduro, ha funcionado antes y de manera
efectiva. “Una de las cosas que pasa en la perspectiva de la comunicación
política en el país es que el Gobierno no es responsable de nada, siempre es un
tercero que está haciéndole daño a él, ellos no tienen ninguna responsabilidad.
Hay una guerra económica”, puntualiza.
Un Gobierno de
“víctimas” con dualidad en sus funciones
Díaz asegura que en el
país se vive una especie de “secuestro del Estado” por parte
del partido oficialista. “Que en medio de esta mezcla, un
anuncio gubernamental se convierte también en un anuncio de campaña, en un acto
partidista, en un propaganda electoral”.
Asimismo, alerta que
han construido “la mayor vulnerabilidad de los más pobres, que cada vez son más
dependientes del Estado y eso ha sido una política pública desde hace bastante
tiempo”. Todo esto con la finalidad de hacer más básico el nivel del discurso.
“A la gente ahora se le
chantajea. Ya no con que no le van a bajar los recursos a los consejos
comunales (…) sino que ahora es sencillamente con comida (…) ahora es que
tengas o no accesos a los productos regulados”, indica el analista.
Correa explica que
quienes están en el poder usan como política comunicacional la lógica
reactiva y explica que la estrategia política de cara a los adversarios
está centrada en la descalificación personal y utilizar los recursos del Estado
con ese fin.
La maniobra puede no ser
suficiente esta vez
Revela que los mensajes
de intimidación tienen un impacto, pero no está seguro si van a calar en la
sociedad de la misma forma que en años anteriores, en vista de que la situación
económica de Venezuela se ha deteriorado progresivamente.
El comunicador asevera que
lo saludable es que el gobierno maneje una campaña de propuestas. “No sé
si será suficiente una estrategia de responsabilizar al otro, por lo que dicen
las encuestas, de hacer cosas efectistas que tienen un calado bastante corto”.
Pretenden “atemorizar” a la
gente
Gloria Cuenca, ganadora
del Premio Nacional de Periodismo, coincide con los dos analistas en
materia comunicacional en que las fuerzas del gobierno pretenden “atemorizar” a
la gente.
“Es una vieja estrategia,
que han usado, lo que llaman la pedagogía del terror. Que fue usada por
la KGB (Comité para la Seguridad del Estado, la agencia de inteligencia de
la Unión Soviética)”. También plantea que las inhabilitaciones y las
persecuciones políticas forman parte de la “vieja pedagogía”.
Fracturas en el poder
“Ellos se la pasan
haciéndose ver como que están muy fuertes, como que no tienen ninguna crisis de
división y realmente son un gobierno sumamente débil por la cantidad de
fracturas internas que tienen, por la pérdida del respaldo popular”,
apunta la comunicadora al ser consultada sobre porqué el chavismo
siempre recurre al desencanto y la desesperanza.
Finalmente, Cuenca es fiel
creyente de que una de las principales barreras comunicacionales del Gobierno
es el “desastre”, la realidad económica y de inseguridad en el país.
17-08-15
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