En la distribuidora Duncan
de Los Ruices Sur, Caracas, la cola se deja ver desde la autopista. Esto
ya tiene algún tiempo ocurriendo, lo novedoso del asunto es que la cola se
“sistematizó” y en este momento reparten números y hasta dan citas para el
mismo día.
El Aveo de Gabriel Puertas
tiene un mes sin batería. Pidió una prestada para acudir a reemplazar la suya,
porque en la Duncan le exigen llevar el vehículo. Al llegar, cerca de las 3:45
de la madrugada le tocó el número 163.
“De verdad que esto es un exceso.
Una cola de este calibre para comprar un repuesto de un carro solo se ve en
Venezuela. Este es el único lugar en la Gran Caracas al que llegan baterías,
con la escasez que hay no queda sino madrugar”, manifestó.
El costo de este repuesto
está entre Bs. 4700 y Bs. 6.900, según el modelo del vehículo. Las no
reguladas, que se pueden encontrar hasta en la página web de Mercadolibre.com
pueden costar hasta Bs. 49.000.
Desde las 6 de la mañana un
joven uniformado de camisa negra con el logo de la empresa comienza a
repartir los números. Al finalizar, se ubica en el último puesto de la fila de
carros, para guiar a quien vaya llegando.
“Quienes llegan a las 6 de
la mañana y la cola está complicada, les anoto en una lista y les digo que
vengan a las 11… Todo depende”, confiesa el muchacho.
En esa sede de Duncan venden
alrededor de 250 baterías por día. Pese a esto, la cola es bastante lenta. Al
pedir información en la distribuidora no saben dar una respuesta certera.
“Debemos esperar, parece que hay unos modelos que no hay, eso atrasa la cola…”.
Aunque aseguran que el
suministro de baterías no es tan complicado como antes, afuera del local había
dos gandolas que tenían un par de días ahí varadas porque para ellas no había
repuesto.
29 julio, 2015
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico