Por Marino J.
González, 12/08/2015
Absolutamente
inaceptable. Los datos están ahí. En lo que va del siglo XXI la economía
venezolana se ha convertido en la de mayor inflación en el mundo. Así con todas
sus letras. Ya no es solamente la más alta en los últimos tres años. Venezuela
tiene el promedio más alto de inflación en los años transcurridos entre 2002 y
2015, según los registros del Fondo Monetario Internacional.
El último país con
una tasa de inflación superior a 100% fue Zimbabwe en 2008 con 157%. A
principios del siglo XXI, Angola tuvo tres años seguidos con tasas superiores a
100%, esto es de 2000 a 2002, pero desde ese último año todas las tasas de
inflación han sido menores. La República Democrática del Congo llegó a tener
550% en 2000 y 357% en 2001. El otro país con una tasa de inflación superior a
100% fue Bielorrusia con 168% en 2000. En ningún otro país del mundo ha habido
tasas de inflación superiores a 100% en lo que va de siglo.
Pero todos los
países anteriores tendrán este año 2015 tasas de inflación que son impensables
en Venezuela. En Bielorrusia la tasa de inflación para este año se ha estimado
en 22%, en Angola el estimado es 8%, en la República Democrática del Congo 2,3%
y en Zimbabwe 1%.
Las evidencias son
contundentes. Si la tasa de inflación de Venezuela alcanza los niveles
pronosticados, los cuales aumentan a medida que avanza el año, será la más alta
en la historia del país, la más alta del mundo por tercer año seguido, la
primera superior a 100% en el mundo desde 2008, y la primera superior a 100% en
América desde 1995. Lo que en todas las economías es cada vez una excepción, se
ha convertido en Venezuela en una realidad asfixiante, cotidiana, angustiante.
La inflación
destruye las economías. Porque es un círculo vicioso: no se produce, escasean
los bienes, el sector público gasta más de lo que recibe, aumentan nuevamente
los precios, y así sucesivamente. Venezuela tiene 32 años con tasas de
inflación que son inaceptables en el mundo de la actualidad.
Al destruirse la
economía, se destruyen los recursos de las personas y familias, se pierden
ahorros y capacidad productiva, en general, se deteriora la calidad de vida y
la adquisición de bienes y servicios. Es por ello que Venezuela presenta signos
evidentes de la mayor destrucción económica en el mundo en lo que va de Siglo
XXI. La tolerancia con la inflación, basada en el irresponsable manejo de la
política económica y de la gestión pública, ha traído estas consecuencias.
Todos los efectos de tener la inflación más alta del mundo por casi tres
lustros, son atribuibles a la dirección económica que ha tenido el país.
Ante esta terrible
situación, padecida por toda la población, pero mucho más crítica en los
sectores de menores ingresos, la respuesta del gobierno es el inmovilismo, la
ausencia de información, la evasión, la asignación de culpas sin revisar las
acciones. Todas esas vías conducen al mismo punto: no resolver el problema y
prolongar el sufrimiento de los ciudadanos. Para toda la población debe estar
cada día más claro que la inflación es nociva, destructora, inaceptable, y que
los gobiernos que son incapaces de controlarla o que la promueven
irresponsablemente, deben ser rechazados con el voto en cada oportunidad que se
presente.
Politemas, Tal
Cual, 12 de agosto de 2015
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico