@PabloPerezOf
La agobiante crisis económica que vive
el país está asfixiando a los venezolanos, hasta el punto que algunas épocas
del año se han convertido en una especie de Vía Crucis sin estar en la Semana
Santa. La temporada escolar es una de ellas, porque los costos de pagar la
matrícula, comprar los uniformes y adquirir la lista escolar llegan a niveles
inalcanzables para la mayoría.
Hace muchos años la temporada escolar
era una actividad normal dentro de una familia venezolana. Tan normal que
salíamos en familia a comprar todo lo que necesitaban los niños y adolescentes
para iniciar su nuevo año en los colegios. Hoy es uno más de los tantos malabares
que debe ejecutar el venezolano para que sus hijos no sientan con tanta fuerza
los rigores y las carencias que la crisis impone.
Si tomamos como parámetro el cálculo del
CENDAS el aumento de los uniformes y útiles escolares para junio 2015 se ubicaba
en 262,98%, pero si a eso le sumamos todo lo que ha ocurrido desde esa fecha
para acá y además agregamos la sensación que tienen los padres, podemos estar
hablando de un incremento del 1.000%.
Ante esa dura realidad, los venezolanos
han debido ingeniárselas para cumplir con todo. Han pagado en partes la
matrícula, recurren al trueque de libros, compran textos usados y hasta alargan
la vida útil de los uniformes escolares esperando mejores tiempos en el país.
¿Y qué hace el Gobierno?
Nada. En este caso hace lo mismo a lo
que nos tiene acostumbrados ante el resto de los problemas del país: nada. Lo
único que han hecho es anunciar que anunciarán las ferias escolares dónde
supuestamente los venezolanos podrán comprar los útiles escolares a precios
solidarios ¿Alguien ha visto alguna de esas ferias escolares del Gobierno
nacional?
En el caso del Zulia la cosa se pone
peor porque la actual gestión en la Gobernación eliminó los beneficios en la
entrega de libros y útiles que tanto benefició a miles de niños y niñas. Ya no
sólo es que sirven comida de mala calidad en los comedores escolares, sino que
tampoco ayudarán a los escolares.
Durante la gestión de Manuel Rosales y
mi período como Gobernador del Zulia entregamos miles de morrales con los
libros de texto y los cuadernos, para que los niños de los sectores populares
pudieran acudir con lo necesario y comenzar su año escolar. Recuerdo como si
fuera hoy el rostro feliz de cada niño que recibía ese programa social.
Hoy cuando la crisis impone la
masificación de programas sociales como el bulto escolar, una gestión
irresponsable lo elimina. Lamentablemente en el Zulia no hay una gestión
identificada con las dificultades de las clases más populares. Todos los
programas sociales que la democracia social institucionalizó en el estado han
sido eliminados. Tal como lo alertamos en su momento, resultaron ser una oferta
engañosa para los zulianos.
@PabloPerezOf
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