Por Lorenzo Figallo Calzadilla, 29/01/2016
Para ampliar la autopista Valle-Coche impactaron extensamente
el ambiente. Afectaron flora, fauna, ríos y comunidades aledañas. Cada árbol
histórico fue talado, otros sacados de raíz, la tierra removida, movilizaron
formas y estilos de vida.
Hubo reclamos vecinales y de Colegios Profesionales. Grupos
ecologistasalzaron la voz ante la posible
desaparición o muerte de especies.Las máquinas continuaron su curso en
su afándevastador. Se impuso el concreto, la cabillay
muro instalado en el pensamiento de los administradores del sistema.
Salieron los ministros con sus cajas de sorpresas
llenas de respuestas exprés. Así lo hizo el representante de Transporte, Tránsito
Terrestre y Obras Públicas e igualmenteel responsable de Ecosocialismo y Aguas.
Hablaron, como siempre, solo hablaron.Justificaron el hecho valiéndose de la Misión Árbol y
mencionaron un aparente Plan en desarrollo de vías verdes. Enfatizaron que “por
cada árbol talado ocho nuevos sembrarían”.El tiempo discurrió, el cemento se
instaló,cambiaron el espacio, la tragedia se afincó.
¿Dónde están bucares, caobos, cedros uotras especies?
¿Adónde se encuentran las guacamayas, ardillas, guacharacas y otros animalitos?
¿Cómo quedaron las familias del sector y escuelas? ¿Cuál fue el efecto sobre
los ya impactados ríos Valle y Guaire? ¿Y la reforestación ofrecida? ¿El
hábitat y su circunstancia? ¿Es segura la obra en general?
La casta dirigente del modeloha demostrado que la capacidad
de ubicarse en la realidad del otro no es centro de sus inquietudes vitales.El ostentoso
nombre de “ecosocialismo” es solo parte de la neolengua “revolucionaria” en función
de la arenga política. La práctica ambiental de la estructura socialista es
despectiva con la naturaleza. Hablan de hacer una nueva humanidad, se
consideran iluminados al respecto, pero
son incapaces de proteger y preservar el entorno que tienen a su lado.
Después de todo, los funcionarios enmudecieron y los
organismos del Estado minimizaron el tema. Se hizo automáticamente silencio. El
secretismo socialista XXI volvió a imponerse.
La depredación fue un hecho.
Edificar en
función de mejorar la calidad de vida es importante para el bienestar
social. Lo primordial es hacer bajo
reglas de solidaridad, convivencia integralidad y armonía
humano-ambiental. Planificar con respeto
implica considerar a la alteridad con el movimiento de todas sus variables
internas y externas.
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