Por Luis Manuel Aguana, 25/01/2016
Ya Henry Ramos Allup habla como candidato presidencial. Ofrece, da
pautas, dice que confíen que todo se resolverá (ver http://www.el-nacional.com/politica/Ramos-Allup-gobierno-agonica-terminal_0_780521975.html).
En lo personal lo prefiero a el que a Henrique Capriles. Es un político
corrido, el gallo negro del cuento que me echara hace poco otro experimentado
político y amigo estimado:
Un hombre llega limpio a Caracas, solo con 100 bolívares en el bolsillo
y se acuerda de un amigo que tiene una gallera en Catia. Llega hasta allá y le
pide al amigo que le recomiende un gallo bueno para apostarle los únicos 100
bolívares que tiene. El amigo recomienda: apuéstale al gallo rojo. Confiado
pone sus realitos allí y con sorpresa terrorífica ve que el gallo negro, el
contrincante, descuartiza al gallo rojo en pelea relancina. Molesto se acerca a
su amigo reclamándole su recomendación, a lo que el amigo responde: tú me
pediste que te dijera de un gallo bueno, pues ese era el bueno. Si me hubieras
pedido por el hijo e’ p... y c... e’ madre, pues ese es el negro...
Lamentablemente el problema de Venezuela no es de gallos. Si lo fuera,
la cosa sería mucho más simple de resolver. Y lo aterrador es que la gente cree
que lo es porque eso es lo que vende este liderazgo irresponsable. La
desesperación no es buena consejera, y aunque nos encontremos en momentos
desesperados debemos pensar con claridad. Veamos por qué.
Ya al parecer las fuerzas políticas que acompañan al gobierno se van
acercando por aproximaciones sucesivas a la conclusión obvia, pero difícil para
ellos, que el problema es Maduro y que será necesario para su supervivencia que
el Ilegitimo se vaya. Esto pasará obviamente por la consabida intermediación de
los factores que siempre han negociado con el régimen desde la oposición
oficial.
A ambos -oposición oficial y régimen - les es muy conveniente. A la
oposición porque viven de lo electoral y en este momento sería ideal para
quienes manejan la MUD porque dejarían fuera del juego candidatural aquellos
lideres considerados “radicales”: Leopoldo, Ledezma y María Corina. Hoy mismo
leí el rumor de negociaciones de una posible amnistía aceptada por el régimen pero
sin la libertad de Leopoldo López. Apartando que sería una canallada de la
oposición oficial aceptar eso, lo harían a sabiendas que López estaría fuera de
una carrera presidencial en la cual ningún líder opositor, incluyendo al mismo
Ramos, tendría chance si Leopoldo participa.
Estando Henry Ramos Allup en la cresta de la ola y Henrique Capriles
con PJ todavía considerándose el candidato eterno, esas serian las primeras
opciones opositoras para unas elecciones en 30 días. Por el lado del régimen,
estarían viendo la posibilidad de no perder el chivo y el mecate lanzando a la
hija de Chávez o a Diosdado Cabello, o cualquiera que mejor garantice
el legado del Galáctico.
La sustitución del Poder Ejecutivo es absolutamente necesaria pero no
es suficiente. Es parte de la solución, pero no es la solución. Es necesaria
porque esta trabando una solución política en el país. Lo sabe Diosdado, el
PSUV, las Fuerzas Armadas con sus narcosoles incluídos, lo sabe todo el mundo.
En una nueva elección ocasionada por la renuncia del
Ilegitimo, los venezolanos pondrían su mayor esperanza para salir de los
problemas con un nuevo gallo, quien posiblemente sea el opositor, dándole muy
probablemente la confianza a la MUD para salir de los problemas, castigando de
nuevo y más contundentemente que el 6D el desastre de Maduro y sus ladrones.
Hasta allí todo muy bien.
Pero somos como somos, no lo podemos evitar. Esperamos que todas las
cosas se arreglen por arte de magia solo porque salimos del
castro-chavismo-madurismo. Pero harán falta muchísimos años y esfuerzos para
construir lo que el régimen destruyó, y muy pronto estaría la oposición oficial
haciendo aguas en el gobierno, porque nadie se imagina hasta que no está
mandando la profundidad del hueco donde está metido. Los nuevos gobernantes
opositores aplicaran las recetas conocidas a una estructura que no aguanta más,
como no lo aguantaba en 1998, y que ahora está peor. Y todo el mundo pedirá
porque así son las cosas en Venezuela.
Los Estados estarán tan o más quebrados que ahora, nunca se les dio más
que una miseria de lo que ellos producían, y con un nuevo gobierno eso no
cambiara. Y no podrá cambiar porque las estructuras están hechas así. Las
instituciones estarán tan o más quebradas que ahora, y un país en ruinas
-opositores y chavistas- exigirá respuestas que una oposición en el gobierno
TAMPOCO estará en la posición de dar PORQUE EL PROBLEMA NO ES CAMBIAR AL
GOBIERNO SINO LA MANERA DE HACER LAS COSAS EN VENEZUELA PORQUE ESTO QUE TENEMOS
ES INVIABLE.
Y así vendrá otro gobierno y posiblemente otro más, y se enriquecerán
los que administren lo poco que quede. Y en ese contexto no se extrañen que
regresen al poder otra vez aquellos que estamos sacando ahora, con el argumento
que ellos tenían razón porque “la democracia” no arregló el desastre (¿quién
podría?). Luego que Nicaragua salió de los comunistas con Violeta Chamorro,
pocos años después, por causa de un gobierno corrupto de la “democracia”,
regresó triunfante Daniel Ortega.
Algunos dirán ¿pero qué es lo que quiere este loco? Bueno, lo que
quiero es que la gente no confunda un nuevo gobierno con un nuevo estado de
cosas. Que el regreso de quienes gobernaron antes (y que además fueron
responsables del fenómeno Chávez en la historia de Venezuela) no significa que
necesariamente las cosas vayan a ir mejor. Que el cambio de la tripulación, si
bien es un buen paso hacia adelante, no sirve para nada si no llevamos entre
todos el barco al astillero y le hacemos las reparaciones mayores y
estructurales (ver mi nota anterior en http://ticsddhh.blogspot.com/2016/01/la-tragedia-de-un-barco-que-se-hunde.html)
que se requieren para nuestro despegue futuro sin petróleo. Que es necesario un
cambio PROFUNDO de la institucionalidad del país y un reordenamiento político y
constitucional de Venezuela, y eso es lo que hemos descrito en el Proyecto País
Venezuela
Entonces, no solo hace falta cambiar al régimen -y si Maduro renuncia
MEJOR-, pero eso de ninguna manera resuelve el estado de enfrentamiento social
del país ni discutiremos con eso la Venezuela que tenemos que construir para el
futuro.
Si no hacemos una Constituyente que le de una nueva estructura al barco
después de la salida del Ilegitimo - en caso de que se dé- y lo construyamos
entre todos de una manera reconciliada y en paz generando un NUEVO PACTO
SOCIAL, lo que viene luego será peor, y perderemos otra generación. Así pues
que seguiremos trabajando en pos de esa solución incluyente así renuncie el
Ilegitimo, hasta que más temprano que tarde los venezolanos entiendan que los
gallos no son la solución, por más negros que sean...
Twitter: @laguana
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