Por Daniel Pardo
La mayoría de los venezolanos,
entre ellos sus políticos, están de acuerdo con que el país está en una
terrible crisis económica.
Pero disienten en cómo
abordarla.
El presidente, Nicolás Maduro,
apuesta por una declaración de Emergencia Económica, un apartado del Estado de
Excepción que le da poderes especiales al primer mandatario para responder a
situaciones económicas extraordinarias.
Pero para que se declare la
Emergencia, el decreto debe ser aprobado por la Asamblea Nacional, que
desde hace 20 días está controlada por la oposiciónpor primera vez en 17
años.
Este viernes, un día después
de que ministros del área económica se rehusaran a comparecer ante el
Parlamento, la mayoritaria bancada opositora dirá si aprueba o no el decreto de
Maduro.
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captionLa aprobación del Decreto de Emergencia Económica es una potestad de la
Asamblea.
Varios voceros de la
oposición ya han calificado el decreto de Emergencia como "una
trampa" del gobierno para aumentar su poder y reducir el de la
Asamblea.
También se preguntan por qué
el gobierno no decretó la Emergencia hace dos meses, cuando el país ya estaba
en crisis, el chavismo era mayoría en el Parlamento y Maduro tenía poderes
especiales gracias a una Ley Habilitante que caducó el 31 de diciembre.
Pero el oficialismo dice
que si la oposición no aprueba el decreto "habrá
confrontaciones" y "le estarán dando la espalda al pueblo".
En general, el decreto propone
una profundización del modelo económico actual, en el que la intervención del
Estado en la economía es un elemento central, pues controla desde las
importaciones hasta las tasas de cambio y los precios, entre otras cosas.
Y aunque la oposición no niega
que la situación sea grave, dice que las medidas propuestas en el decreto
de Emergencia son las mismas que generaron las crisis.
¿Qué propone, entonces, la
oposición?
Recuperar la institucionalidad
"Lo primero que tenemos
que hacer es reconstruir la institucionalidad del país", le dice a BBC
Mundo el diputado opositor y miembro de la Comisión de Finanzas Rafael Guzmán.
"La Comisión llevaba 15
años sin controlar y tenemos que devolverle su autonomía (…) Hay leyes
para resolver la economía que ya están, pero necesitamos que se cumplan, se
regulen, se controlen y quizá hacerles una modificación parcial".
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captionMaduro nombró a Luis Salas (centro), un teórico de la economía marxista,
para su nuevo plan económico.
El diputado pone el ejemplo
del petróleo, cuyo precio esta semana siguió en caída libre.
"En los últimos 10 años
Venezuela recibió US$700.000 millones por le renta petrolera y en este momento
hay US$3 millones en el Fondo de Estabilización Macroeconómica, según cifras
oficiales".
"¿Qué pasó con toda esa
plata? ¿Cómo la gastaron? ¿Qué pasa con los fondos discrecionales, donde no
sabemos cuánta plata hay?", se pregunta.
"Quizá no vayamos a saber
inmediatamente qué pasó con todo, pero si la Asamblea recupera su
capacidad de controlar y vigilar el dinero del país, las soluciones vendrán más
rápido que tarde", concluye.
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captionLa escasez, el mayor problema que viven los venezolanos junto a la
inflación.
La necesidad de investigar y
controlar la política económica del gobierno fue uno de los puntos de mayor
importancia en el plan legislativo de la coalición opositora, que la Mesa de la
Unidad Democrática (MUD) divulgó antes de las elecciones del 6 de diciembre.
Así, la oposición busca
respuestas, y quiere tomar acciones, sobre el sistema de distribución de
alimentos y medicinas, los procesos de adjudicación de divisas, la recaudación
de impuestos y la gestión de la mayor fuente de ingresos del país: el petróleo.
La oposición dice que en todos
esos campos hubo problemas de administración y corrupción, que, si no son
solucionados, la economía no podrá cambiar de rumbo.
Pero, ¿y las leyes?
Ambas bloques políticos han
invitado al diálogo para resolver los problemas económicos, pero los llamados
se han quedado en eso. Al menos por ahora.
Esta semana Maduro creó
un Consejo Nacional de Economía Productiva en el que hay varios empresarios,
pero solo un miembro de la oposición: el gobernador de Lara, Henri Falcón,
quien hace unos años militaba en el chavismo.
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caption¿Diálogo para resolver la crisis? El jueves se vio el primer intento
frustrado.
La oposición no es
precisamente un bloque homogéneo y dentro de ella hay varias corrientes
con diferentes prioridades.
En un principio la oposición
dijo que su primera propuesta sería una ley de amnistía para liberar a los
llamados presos políticos, pero en realidad el primer proyecto fue una ley para
darles propiedad a los habitantes de Misión Vivienda, los complejos
habitacionales que creó el gobierno en los últimos años.
El oficialismo, por su parte,
ha reiterado que la intención de la oposición es reinstaurar el modelo
neoliberal que para ellos tanto daño le hizo al país.
Y justo después de las
elecciones, organizó varias marchas rechazando las supuestas intenciones de la
oposición de privatizar las empresas más importantes del Estado, como Petróleos
de Venezuela.
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captionLa bancada opositora tiene una coalición, pero es heterogénea.
La MUD, sin embargo, ha dicho
que esa no es su prioridad, sino resolver los problemas de escasez e
inflación que padecen día a día los venezolanos.
La propuesta legislativa de la
coalición de oposición contiene 17 leyes.
Entre otras cosas, se propone
eliminar "las trabas y trámites que obstaculiza la circulación de
bienes"; usar las divisas para promover la producción en lugar de
limitarlas a importaciones; devolver las empresas expropiadas que no están
produciendo; y armar un esquema que proteja los salarios frente a la inflación.
Guzmán dice que en el
corto plazo va a ser necesario que el gobierno se endeude –sea con sus
socios habituales, China y Rusia, o con el Fondo Monetario Internacional– para
pagar las deudas externa e interna que en parte impiden promover soluciones a
la crisis.
Agencias de consultoría financiera
han estimado la deuda total de Venezuela en US$200.000 millones, de los cuales
al menos US$16.000 millones deben pagarse en 2016, un año en el que se estima
el país recibirá unos $US20.000 millones, por bien que le vaya.
Las cuentas están apretadas. Y
a medida que siga cayendo el precio del petróleo, la gama de posibles medidas
para resolver la economía también se irá reduciendo.
22-01-16
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