Por Pompeyo Márquez
Al leer a nuestra historia
patria nos encontramos con una constante a lo largo de siglos de existencia en
lo referente a la aparición del caudillismo, del autoritarismo, como formas de
gobierno.
Comenzando a leer el ensayo titulado "Anotaciones sobre Chávez: caudillismo, militarismo y dictadura", no vacilo en afirmar que no pueden ser más certeras las reflexiones de Antonio Sánchez García sobre estos temas.
Comenzando a leer el ensayo titulado "Anotaciones sobre Chávez: caudillismo, militarismo y dictadura", no vacilo en afirmar que no pueden ser más certeras las reflexiones de Antonio Sánchez García sobre estos temas.
Citando a la Historia Contemporánea de Venezuela de Luis Level de Goda, publicada en 1893, brotan de estas páginas esa constante histórica, leamos: "Las revoluciones no han producido en Venezuela sino el caudillaje más vulgar, gobiernos personales y de caciques, grandes desórdenes y desafueros, corrupción, y una larga y horrenda tiranía, la ruina moral, y la degradación de un gran número de venezolanos." A lo que agrega Sánchez García: "¿No resultan palabras extrañamente premonitorias de crímenes sucesivos de lesa patria que han impedido sistemática y cíclicamente la construcción definitiva de una Nación llamada Venezuela...? No hemos querido dejar pasar por alto estas reflexiones porque las consideramos pertinentes, y sobre todo con nuestro reciente pasado cuando el chavismo confiscó las instituciones.
La dictadura militar chavomadurista del siglo XXI destrozó al país, lo sumió en el más profundo de los atrasos y lo condenó a un retroceso de años en la marcha hacia el progreso y la modernidad.
Es necesario tomar conciencia de este retroceso para comprender la magnitud de las tareas que tenemos por delante para reconstruir el país.
La victoria de la alternativa democrática el 6-D es un primer paso en esta dirección y con el funcionamiento de la nueva Asamblea, se abre ante nuestra mirada un horizonte de esperanza: la posibilidad de un retorno a la democracia. Es la esperanza que tenemos ante sí, Venezuela está a punto de recobrarla y hacer realidad un futuro, formalizar un régimen democrático, donde estén presentes las libertades ciudadanas. Superar la profunda crisis económica, sobreponernos a la crisis política que significa en primer término la división del país, construir un país para todos en el que se retome el funcionamiento democrático de sus instituciones.
Es por tanto el esfuerzo sostenido en la lucha por estas libertades el que revertirá esa constante histórica del caudillismo y la tiranía, para cristalizarla esperanza de todos los venezolanos: vivir en democracia.
24-01-16
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