Por Esperanza Márquez
Considera que la crisis de
medicinas es tan grave que ha planteado muchas veces la declaración
de Emergencia en el sector salud en Venezuela o Crisis Humanitaria
de la Salud que permita importar medicinas y así acortar lapsos y saltar
algunos de los procesos mientras se sale de la coyuntura, porque para
elaborarlos en el país, como propone el Gobierno, se necesitan meses, por tanto
esa no es la solución en estos momentos.
Rafael Orihuela, médico de la
Universidad Central de Venezuela con posgrado en medicina tropical de la
Universidad de Sao Pablo, Brasil. Trabajó como investigador con el doctor Félix
Pifano. Fue ministro de Sanidad y director del Hospital Universitario de
Caracas.
Nos habla de los virus que
vuelven a presentarse en el país y en el mundo: la Chikungunya, el Dengue y
ahora se suma el Zika. Pero también nos advierte de una posible
epidemia de Fiebre Hemorrágica Venezolana o Fiebre de Guanarito.
–La crisis de las medicinas se
ha incrementado en los últimos meses, ya se habla de un 80% de escasez.
–Las medicinas en Venezuela se
han transformado en una verdadera crisis que está afectando a todos los
estratos de la población, a todas las edades, viejitos, muchachitos y que está
dando, en estos momentos, una cantidad de problemas muy grandes porque no
solamente faltan medicamentos comunes y corrientes como para fiebre,
vitaminas que son de alguna manera prescindibles, pero los medicamentos más
importantes que son: para tensión arterial, problemas de tipo
metabólico, para pacientes con cáncer y ahora muy recientemente los
antibióticos el nivel de escasez es tan grande que no hay ninguna posibilidad
de que una persona pueda conseguir un medicamento de estos que estoy
mencionando.
–¿Qué dicen las autoridades?
–La respuesta que dan las
autoridades es que hay escasez porque la gente consume mucho los medicamentos
como si se tratara de una golosina o de una caja de chicles.No puedo imaginarme
que no hay algún medicamento porque se los está consumiendo alguien. Es una
cosa absurda que forma parte de estos argumentos surrealistas que se han
desatado con estas autoridades del Gobierno. Para concretarte: si tú tienes que
atender a un enfermo que tenga problemas de epilepsia, que es otro medicamento
que no existe, no tienes cómo atenderlo, ese paciente que tiene crisis
convulsivas las va a seguir teniendo, si no obtiene el medicamento va a
empeorar y un paciente con una crisis convulsiva severa, se muere. Pacientes
con cáncer de próstata que es la patología maligna más frecuente en el varón y
ya tenemos por lo menos 11 meses que no se consigue ningún medicamento de los
que se usan tomados para que este cáncer se prolongue en el tiempo, para que se
haga un poco más crónico y para que no obligue a tomar otras medidas como la
cirugía radical. Hubo un intento de traer estos medicamentos del mercado
suramericano, de Argentina, eso duró como dos meses y luego desapareció el
medicamento porque nunca pagaron a los proveedores que lo estaban trayendo,
entonces, sencillamente no hay. Los pacientes con enfermedades como
hipertensión arterial, problemas metabólicos como la diabetes, problemas de la
tiroides están absolutamente sin medicamentos.
–El Gobierno ha hablado de la
elaboración de los medicamentos en el país ¿Eso es factible, es posible?
–Cuando te planteas como
Estado, como Nación, que vas a favorecer la elaboración en los laboratorios
nacionales, una política nacional de elaboración de medicamentos estás
abarcando por lo menos el 90% de todas las fórmulas que se consumen a nivel
mundial porque son fórmulas sin patente. La patente es reservada para un
medicamento por lo general costoso que está recién inventado o creado y que son
para enfermedades importantes, las llamadas catastróficas como el cáncer; pero
en las enfermedades que manejamos a diario sería perfectamente posible si
manejamos la posibilidad de que el laboratorio reciba a tiempo la cantidad de
divisas que se requieren para un proceso de elaboración. Ahora, un medicamento
primero es materia prima: un polvo, un líquido, para elaborar eso y
transformarlo al final en el producto que va a consumir un paciente y se
tarda más de 6 meses. Si hay el problema de escasez aguda hoy, como lo estamos
viviendo desde hace más de 9 ó 10 meses, no habría tiempo de plantearse la
búsqueda de divisas, que es la burocracia que el Estado ha creado para
que nadie resuelva nada, porque al final de cuentas aunque obtuviese el recurso
medianamente a tiempo hay unos meses para poder elaborarlo, por tanto esa no es
la solución en estos momentos.
–¿Cuál sería entonces la
solución más expedita?
–La solución estaría
relacionada con la capacidad que el Estado genere, a partir de decisiones de
tipo administrativo, para que se importe el medicamento elaborado. Ahora, un
medicamento elaborado en otro país requiere de una aprobación por parte de las
autoridades nacionales que demuestran que su calidad es la adecuada y eso es
también es un proceso que puede ser rápido, pero es un proceso que no hay
como saltarlo desde el punto de vista legal al menos que exista un
instrumento que lo permita, que lo facilite, yo lo he planteado muchas veces y
es la declaración de Emergencia en el sector salud en Venezuela o
como quieran llamarla o crisis humanitaria de la salud, porque eso permite
acortar lapsos y saltar algunos de los procesos mientras se sale de la
coyuntura. Eso no se está haciendo y parece que ni se va a intentar hacer de
parte del gobierno nacional.
–¿Qué ha dicho el Gobierno?
–Que va a fabricar
medicamentos y que va a crear una playa enorme de fábricas de medicamentos en
los Valles del Tuy, buscaron un recurso que lo anunciaron al país como de
80.000.000 de dólares para importar materia prima y fabricar los
medicamentos. Eso fue en el 2012, el experimento fracasó y todavía
no han fabricado la primera ampolleta.
–Pero en las farmacias se ven
medicamentos elaborados en otros países.
–Porque la otra opción
que han tomado es liberar un poco la entrada de medicamentos de cualquier parte
y por eso hemos conseguido medicinas fabricadas en Ecuador, Zimbawe, en México,
en Cuba, en la India y eso no puede ser porque esa manera desordenada de
traer esos medicamentos hace que se pierda la calidad, no hay confianza en que
el medicamento sirva o no para lo que va a curar o tratar.
–Entonces ¿Cómo se soluciona
este grave problema de los medicamentos?
–Esto se puede resolver si se
desideologiza el problema, cuál es el argumento para decir que el capitalismo
salvaje está atacando en Venezuela, porque si lo que quiero es resolver el
problema lo que está más cerca de aquí no es China ni la India, hay 5 o 6
países donde el medicamento no admite dudas de calidad, países desarrollados,
como Estados Unidos, Inglaterra, Francia, Israel, Japón, Alemania entonces
traigamos los medicamentos de países de confirmada calidad en su elaboración y
en su eficacia, en el lapso de dure la emergencia y cuando se va a escoger a
algunos de estos países tienes a los Estados Unidos a 2 horas por avión o a 2
días en barco y así llenar los anaqueles en las farmacias. Así que lo que está
entorpeciendo y agravando esta crisis de salud en Venezuela es un problema
ideológico, es esa bendita lucha antiimperialista que estos cargan metida en la
cabeza y la lucha contra el capitalismo salvaje, eso es una tontería. Y si no
quieren traer el medicamento de los Estados Unidos que no lo traigan, pero
tienen a Colombia que está más cerca, la industria farmacéutica colombiana está
en capacidad de elaborar medicamentos para Venezuela a un costo accesible en
cuestión de horas y Brasil también está muy cerca. Está la cuestión ideológica
y la incompetencia para comprender cómo funciona esa industria desde que se
piensa un medicamento hasta que se lo entregas al enfermo.
–¿Y entonces?
–Yo no estoy optimista, el
tiempo que se ha perdido es muy grande, porque si se decide que se va iniciar
la retoma de producción nacional, estamos hablando de por lo menos hasta
agosto-septiembre de este año y ¿qué vamos a hacer en estos 6 meses que no
vamos a tener nada? El problema se agrava porque como no hay cifras, porque el
Ministerio de Salud prohibió las cifras sobre estadísticas de salud,
tampoco podemos saber cuántas personas en este hueco de casi dos años han fallecido
por no tener acceso a los medicamentos.
–Se vuelve a presentar en
Venezuela la Chikungunya, el Dengue y ahora se suma el Zika.
–Son muy parecidas desde el
punto de vista de los síntomas que producen. En general son enfermedades
que pasan: te infectas, haces tu incubación, te da fiebre y en 3 a 8 días te
curas. En general son benignas, la mortalidad por ellas es baja y, en general,
son muy incapacitantes, cuando las tienen en la semana de fase aguda hay que
estar en cama por la fiebre, las molestias musculares. Hay un punto en común a
todas ellas que es quien las trasmite, para que se pase la enfermedad de un
humano enfermo a uno sano se requiere un mosquito que pica al enfermo, luego
pica a un sano y le pasa el virus, se lo presta del enfermo al sano. Ese
mosquito es el famoso patas blancas, Aedes aegypti, pero estudios de los
últimos 4 años en Venezuela han demostrado que se ha venido poblando el país
del Aedes albopictus o mosquito tigre que es tan agresivo como el otro, tan
capaz de infectar y que trasmite al virus a su generación, es decir, tiene
trasmisión a los huevos del mosquito hembra, es decir, que nace infectado de
una vez y esto es un problema muy serio. No se sabe exactamente la magnitud de
este mosquito en Venezuela, pero ha sido detectado en la zona central costera,
en Carabobo, en Cumaná.
–¿Hay vacunas para estos
virus?
–No hay vacuna para ninguno de
los tres virus, la que está más cercana de haber es la vacuna del dengue; la de
Chikungunya está lejos, 8 o 10 años, y la de Zika también.
–¿Cuál es el peligro del Zika
para las mujeres embarazadas?
–El Zika ha alarmado porque ha
aparecido en América y en Brasil se han detectado una enorme cantidad bebés con
microcefalia y esto quiere decir que el virus, a parte del daño que produce en
general, en una mujer embarazada el virus puede circular, pasar al feto,
atacarlo y dañarlo severamente hasta matarlo. Esto es muy grave porque ya lo
conocíamos hacía tiempo atrás con la rubeola y lo que se llamaba rubeola
congénita era un problema a nivel mundial que se fue controlando porque se
consiguió la vacuna y eso fue disminuyendo y cayendo la epidemia. Ahora, lo del
Zika no se sabe. En Brasil hasta ahora se han acumulado más de 4000 niños
con problemas de microcefalia asociada con Zika, este es un problema sumamente
grave y explosivo. Esto ha llevado a dos autoridades en el continente a pedir
que se busquen mecanismos para evitar el embarazo en las mujeres, concretamente
el ministro de Salud de Costa Rica lo dijo ayer.
–El Zika está vinculado con el
síndrome de Guillain-Barré ¿Qué es?
–El otro problema con Zika,
novedoso, sorprendente, es su asociación con una enfermedad que se
llama Guillain-Barré que es un trastorno autoinmune que afecta al sistema
nervioso y desemboca en la parálisis progresiva de los músculos del cuerpo. Se
llama ascendente porque empieza con debilidad en las piernas, va subiendo a los
muslos, el abdomen, el pecho, el tórax y termina con dañar los centros de
control de respiración y la circulación sanguínea y los latidos del corazón en
el bulbo raquídeo y provoca la muerte.
En Brasil se encontró como
dato raro que sobre el mapa donde estaban ocurriendo los casos de Zika
inesperadamente aumentaron los casos de Gullain- Barré y esto permite hacer una
asociación epidemiológica. En Venezuela pasó exactamente lo mismo, entró Zika
por el estado Bolívar, se regó por todo Oriente, se cebó en Margarita donde hay
una cantidad de casos y comenzaron a aparecer casos de Guillain -Barré. De
los pacientes que han fallecido se ha comprobado que habían tenido Zika.
–¿Qué pasaría aquí con esos
pacientes que luego de un Zika presenten un Guillain- Barré?
–Un paciente grave con
Guillain -Barré tiene que ir a terapia intensiva, se
requiere aplicarle un medicamente que no hay en Venezuela que es un
tipo de inmunoglobulina muy especial y que se estaba haciendo aquí en el IVIC,
eso lo cerraron por quiebra porque lo saquearon. Se llamaba Inbiotec que era
una empresa que se ocupaba de procesar plasma para producir inmunoglobulina,
entonces no hay y es bastante costoso para que un particular lo traiga de
afuera. Entonces lo que se intenta es que durante el problema de dificultad
respiratoria dura, dos, tres semanas, meter al paciente en terapia para que
respire asistido por máquina y puede no morir, pero ese es un caso, si se
presentan 200 casos no se sabría qué hacer.
–¿Qué se debe hacer para
evitar estas enfermedades?
–Dependemos sólo de
saneamiento ambiental y control de los mosquitos y a eso hay que dedicarse con
eficacia porque la población puede participar, pero hay que orientarla y
como estos están empeñados en negar que el problema existe se tranca el
serrucho. De cinco años para acá son mínimas las actividades que se hacen de
fumigación y de control de larvas.
–¿Cómo se hace con una
ministra que dice que la gente consume demasiados medicamentos?
–Eso da risa porque no se
trata de que hay un problema que no se puede resolver, sino que es tanto
el exceso que la gente los bota, entonces es la guerra económica, hay una
guerra en contra de ella, están engañando a la gente. El fondo del argumento es
que existe un enemigo externo que en este caso es el imperialismo. El
argumento es ideológico y no tiene nada que ver con que “yo no sirvo para
nada”. Ellos nacieron en las llanuras de Etiopía, pertenecen al mundo de
Australopithecus deyiremeda, el famoso fósil que encontraron en Etiopia que
quiere decir “pariente próximo”.
–¿Si hubiera un nuevo
Gobierno aceptarías el Ministerio de Salud?
–Yo acepto a ayudar al que
pongan, después de los 60 años es difícil en este tipo de país… eso es un
ministro normal en Europa, pero aquí no. Ahora, ayudar a los que están que hay
mucho joven valioso sí, ayudarlo hasta donde la fuerza pueda, con argumentos,
convencimientos, eso es importante y que se dejen ayudar, también. Yo creo
que en Venezuela los políticos tienen que hacer dos cosas: no aceptar cargos
después de los 60 años y retirarse después los 70. Hay material
humano suficiente para intentar una rectificación a fondo, con un nuevo
gobierno, porque ese es el requisito.
–Advertiste de otra posible
epidemia.
–Hay una epidemia en puerta
verdaderamente grave, no tenemos el 100% de evidencia todavía, hay
fuertes sospechas, pero yo creo que sí, es lo que se llama Fiebre Hemorrágica
Venezolana o Fiebre de Guanarito porque ahí se descubrió el virus.
Hay hasta ahora 22 muertos y 142 casos, se trasmite por
roedores, el ratón arrocero. En Venezuela hay más o menos 200 muertos que
ha acumulado la estadística desde que nació la enfermedad en 1988. El problema
intentan ocultarlo las autoridades de este gobierno. Los casos vienen de
Libertad, municipio Rojas de Barinas. No hay el antiviral, no hay reactivos y
el epidemiólogo tiene las historias engavetadas.
30-01-16
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