Por Damián Prat C.
Es mucho mas que una
“emergencia económica”. Ya es un drama humanitario lo que comenzamos a
vivir. Millones de venezolanos no encuentran los medicamentos necesarios. Desde
las medicinas relativamente sencillas como antialérgicos pasando por mas
delicadas como los tratamientos para el asma o los hipertensivos, para solo
citar unos pocos hasta el terrible drama que sufren los enfermos -y sus
familiares- de dolencias en extremo graves como cáncer, diabetes y muchas otras
así como la crisis dolorosa de los que requieren medicinas o insumos médicos
para enfermedades crónicas.
Con dolorosa y harta frecuencia conocemos de casos
de personas cuyas dolencias se agravan o incluso fallecen porque no se
encuentran medicamentos en las farmacias y/o en las instituciones médicas públicas
–e incluso en las privadas pese a su mejor gerencia- no hay insumos, no hay
tomógrafos o servicios de terapia intensiva. Gremios de la medicina han censado
hasta 184 productos médicos cuya escasez es total o muy grave.
La principal causa de esta
tragedia es que el gobierno adeuda hasta 4 mil millones de dólares a
laboratorios farmacéuticos. Y éstos a los proveedores en el exterior. Tanto los
laboratorios que con algunos insumos importados fabrican medicamentos en el
país, como aquellos que traen medicinas ya elaboradas y equipos importados.
Incluye también a instituciones de salud que no logran adquirir repuestos o
reponer equipos. El “cadivismo rojo”, tan ágil y expedito cuando se trata de
“negocios y guisos” de los enchufados del régimen y sus “empresas de maletín”
(recordemos que Giordani denunció esos “guisos” de hasta por 25 mil millones de
dólares en un solo año), acumula meses e incluso años de mora en “liquidar
divisas” que le han sido compradas en los bolívares que el “amo y señor” de los
dólares ha fijado.
Es grave. Muy grave y
doloroso. Todos hemos tenido que hacer “tours” por docenas de farmacias
tratando infructuosamente de conseguir una o varias medicinas. Las redes
sociales están repletas de gente que pide, con desespero, un medicamento para un
familiar. Se han creado grupos para ayudarse y apoyarse unos a otros. Algunas
veces se trata de casos graves y se han logrado salvar vidas. Otras veces no.
El gobierno corrupto e irresponsable hace muy poco y muestra una terrible
insensibilidad. El colmo fue la nueva ministra que dijo que “no había escasez
sino que los venezolanos las usan irracionalmente”. Que indignante.
El Decreto ni se ocupaba
de esa tragedia humanitaria
¿Decía algo concreto el
tristemente célebre “Decreto de Emergencia” de Maduro sobre pagar deudas para
que comience a mejorar el inventario de medicinas, insumos y equipos médicos?.
¿Medidas para solucionar o al menos mejorar la situación?. ¿Para dotar
hospitales y evitar el ahogo de las clínicas?. La única referencia indirecta
era decretar una “emergencia” para comprar y contratar cualquier cosa sin
licitar, “a dedo”, sin control de ningún tipo. ¡Zas!. Lo de siempre: los guisos
de la gran corrupción. Como ocurrió con los alimentos y Pudreval, Como hicieron
con los contratos “a dedo” (y las jugosas comisiones) en la “emergencia
eléctrica” de 2011 que terminaron en las cuentas de la banca de Andorra y en
las “empresas de maletín”.
La nueva AN
si propone una solución
si propone una solución
Al votar que NO a ese
decreto chimbo que solo buscaba otra irresponsable y corrupta
mega-habilitante “para hacer lo les da la gana”, la mayoría popular
representada en la bancada de la Unidad Democrática propuso una solución
alternativa. Una en positivo. Una que si fue hecha pensando en defender al
pueblo de la crisis causada por el gobierno. Está en el contundente discurso
del diputado Alfonso Marquina: crear un fondo especial, que tenga revisión y
control parlamentario, transparente para el país, abierto al escrutinio
popular, para colocar allí dineros que normalmente el gobierno derrocha en
cosas de poca o ninguna utilidad. Y con ese fondo comenzar a pagar deudas a los
fines de reactivar la industria farmacéutica y también para comprar medicinas,
equipos médicos y alimentos fundamentales. Eso si es hacer algo para la emergencia.
Aliviar el drama aunque la solución de fondo es tener un gobierno diferente que
no siga con “el modelo” fracasado sino que promueva una Venezuela productiva.
El Decreto chimbo y las
habilitantes:
Peor de lo mismo
Peor de lo mismo
Hace 3 años, comenzando
2013, había desabastecimiento de muchos productos y ya asomaba la escasez.
Aún el precio del petróleo estaba altísimo (sobre los $100) pero había sido
tanto el derroche, la corrupción con el control de cambios y el “cadivismo
rojo”, mas la destrucción de “lo productivo venezolano” mediante el estatismo
salvaje, que la crisis económica se comenzaba a sentir fuerte. La inflación del
año anterior había sido, según el BCV, 27%, la tercera o cuarta mas alta del
mundo, aunque ahora esa cifra nos parezca muy modesta. Antes de finalizar 2013,
la inflación ya llegaba a 56%, más del doble, y las colas se hacían recurrentes
a causa de un desabastecimiento que ya se convertía en escasez y ésta a su vez
era causada por la destrucción de la producción nacional causada a su vez por
la ruina de cientos de fincas y empresas estatizadas y por el ahogo,
persecución, controles ruinosos a las empresas privadas que aun eran
productivas junto con el control corrupto del manejo de dólares por el
gobierno-Cadivi. El gobierno había estado medio-tapando la crisis con un enorme
gasto en dólares para importar de todo y con mucho endeudamiento externo, pero
cada día era mas insostenible el desastre. Eso lo sabemos y se denunciaba con
documentos en la mano, pero también lo confesó Giordani en aquella carta:
“habría sido posible –dijo- atajar la crisis en 2012 pero las necesidades
electorales nos llevaron a no tomar medidas”.
En el último trimestre de
aquel 2013, la antigua AN que no se sentía representante de los intereses
del pueblo y el país sino para hacer todo lo que el gobierno quería, por malo
que pudiera ser, le dio a Maduro una Ley Habilitante con plenos poderes para
que hiciera lo que le diera la gana con la economía. Muy parecido al Decreto de
Emergencia que pretendía le aprobaran la semana pasada. Maduro dijo que era
“para luchar contra la corrupción y la guerra económica”. Que se dedicaría
enteramente a arreglar la economía. Que “en 3 meses ya no habría
desabastecimiento”. Cabello dijo que lo aprobaban “para cumplir con Chávez”. Al
terminar 2014, con base a esa habilitante de poderes absolutos, sin control
legislativo ni de institución alguna, Maduro dijo que había aprobado mas de 50
leyes, habían confiscado y/o intervenido comercios y empresas, imponiendo los
“precios justos”, pero la inflación llegó a un brutal 102% y la escasez estaba
mas grave y se hizo crónica. La dependencia de importar alimentos se hizo casi
total, por la destrucción causada en “lo productivo venezolano”. Anclar el tipo
de cambio en 6.30 solo era “bueno” para los corruptos enchufados y los
boliburgueses “de maletín” aunque, por supuesto, los jerarcas rojos decían que
era “para el pueblo”. La escasez de medicinas se sentía muy duro, igual que los
insumos médicos. Para todo ya era una cola.
A pesar del fracaso de la
Habilitante 2013-2014, Maduro pidió otra para 2015 y aquella AN genuflexa
roja rojíta, sin importarle el sufrimiento del pueblo, la volvió a aprobar
renunciando a sus responsabilidades constitucionales de legislar y de
controlar. ¿Por qué el gobierno no tomó medidas para recuperar la producción
nacional, ni para facilitar a los (poquísimos) exportadores que quedan, o para
acabar con el negocio mega corrupto del control de cambio? ¿Por qué tampoco
hizo nada para corregir el desastre de las industrias y fincas estatizadas?.
Las únicas medidas que siguió tomando eran las mismas del modelo fracasado. Y
por supuesto, empeorando la crisis. El BCV decidió -violando la Constitución-
esconder las cifras, pero ahora tuvo que darlas (parcialmente y con maquillaje
pero revelan algo) y la inflación llegó a 270% (BCV reconoce 145% hasta
septiembre), casi el triple que en 2014. La inflación en alimentos –admite a
regañadientes el BCV- habría sido 254% hasta septiembre. La escasez es brutal,
Las colas humillantes y peor que nunca. No hay casi nada. Todo cuesta tres y
cuatro veces mas. El episodio demagógico-electorero de “los huevos” fue
revelador por los pésimos resultados y por lo destructivo.
Lo que confiesan
al negarse a
ofrecer información de cara al pueblo
al negarse a
ofrecer información de cara al pueblo
Uno de los episodios más vergonzosos de
éstos “tiempos de revolución” fue el del pasado jueves 21. Los ministros de la
economía y los presidentes del BCV y Pdvsa, luego de haber acordado la
invitación para ir a la Asamblea Nacional a explicar los hechos y datos que
justificarían ese Decreto de Emergencia, de pronto les fue ordenado por el alto
gobierno no asistir. Dijeron que era porque revelar la información delante de
los periodistas y de cara abierta al país “era dañino”. ¡Que barbaridad!. Toda
la vida, en el viejo Congreso los ministros rindieron cuentas y fueron
interpelados delante de los periodistas. Incluso algunos que fueron diputados
esos años, como Aristóbulo participaron docenas de veces en esas rondas de
preguntas y exigencia de información. ¿Y la “democracia participativa y
protagónica”?. ¿Y el gobierno supuestamente “popular”?. El país se pregunta:
¿Qué esconden?. ¿Le tienen miedo a tener que responder las preguntas de
parlamentarios que no son arrodillados ni cómplices como los rojos rojítos?. No
pueden explicar tanta ruina y tanto desastre causado por ellos.
También es muy
grave para la nación lo que confiesan con su negativa a informar
abiertamente, de cara al pueblo. Lo entiende la gente y lo entienden en el
exterior que “la cosa está tan grave que se niegan a informar con
transparencia”. El resultado de esa torpeza es que ahora a Venezuela le va a
salir mas caro pedir créditos en el exterior, entre otras cosas. Por lo demás,
el gobierno sigue demostrando que aún no asimila que fueron derrotados por el
pueblo, con abrumadora mayoría de votos, a pesar del brutal ventajismo. Sigan
con la bobería del “parlamento burgués” y que sus grupitos (cada vez menos
nutridos) son “el pueblo”.
No al Decreto malo
si a propuestas de solución
Como tenía que ser, la mayoría popular, a la que el pueblo le asignó la tarea de abrir caminos al cambio y defenderlo del mal gobierno de Maduro. Esa mayoría amplia y abrumadora de diputados tras el examen de la Comisión especial designada, votó por no aprobar ese decreto tan mal que no aportaba ninguna solución, repetía el “peor de lo mismo” que causó la crisis y facilitaba seguir con la gran corrupción.
si a propuestas de solución
Como tenía que ser, la mayoría popular, a la que el pueblo le asignó la tarea de abrir caminos al cambio y defenderlo del mal gobierno de Maduro. Esa mayoría amplia y abrumadora de diputados tras el examen de la Comisión especial designada, votó por no aprobar ese decreto tan mal que no aportaba ninguna solución, repetía el “peor de lo mismo” que causó la crisis y facilitaba seguir con la gran corrupción.
Esa mayoría, sin
embargo, no se limitó a negar el Decreto dañino, sino que enumeró una
serie de propuestas de solución, ofreciendo al gobierno invitarlos a un diálogo
donde se analicen soluciones. Eso sí, siempre bajo escrutinio parlamentario y
transparente ante el pueblo. Nada de “cartas blancas” para el “me da la gana”.
Nada de repetir las medidas que ya fracasaron. Nada de “peor de lo mismo”. Rectificar
y cambiar.
¿Dedicarse a promover
una economía productiva?. ¡Por supuesto que si! Y eso se logra eliminando
todas las políticas de abusos y atropellos y sustituyéndolas por la confianza y
la seguridad jurídica. No puede Venezuela atraer inversiones y hacer crecer las
industrias si el gobierno amenaza (lean el art 2 del fallido y malhadado
Decreto) con confiscar, intervenir, incautar equipos y hasta mercancía. Eso
solo sirve para ahuyentar inversiones. Es parte de lo que hicieron estos años y
nos llevó a ésta crisis.
25-01-16
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