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jueves, 28 de enero de 2016

La crisis causada por el gobierno ya es emergencia humanitaria por @damianprat


Por Damián Prat C.


Es mucho mas que una “emergencia económica”. Ya es un drama humanitario lo que comenzamos a vivir. Millones de venezolanos no encuentran los medicamentos necesarios. Desde las medicinas relativamente sencillas como antialérgicos pasando por mas delicadas como los tratamientos para el asma o los hipertensivos, para solo citar unos pocos hasta el terrible drama que sufren los enfermos -y sus familiares- de dolencias en extremo graves como cáncer, diabetes y muchas otras así como la crisis dolorosa de los que requieren medicinas o insumos médicos para enfermedades crónicas.
Con dolorosa y harta frecuencia conocemos de casos de personas cuyas dolencias se agravan o incluso fallecen porque no se encuentran medicamentos en las farmacias y/o en las instituciones médicas públicas –e incluso en las privadas pese a su mejor gerencia- no hay insumos, no hay tomógrafos o servicios de terapia intensiva. Gremios de la medicina han censado hasta 184 productos médicos cuya escasez es total o muy grave.

La principal causa de esta tragedia es que el gobierno adeuda hasta 4 mil millones de dólares a laboratorios farmacéuticos. Y éstos a los proveedores en el exterior. Tanto los laboratorios que con algunos insumos importados fabrican medicamentos en el país, como aquellos que traen medicinas ya elaboradas y equipos importados. Incluye también a instituciones de salud que no logran adquirir repuestos o reponer equipos. El “cadivismo rojo”, tan ágil y expedito cuando se trata de “negocios y guisos” de los enchufados del régimen y sus “empresas de maletín” (recordemos que Giordani denunció esos “guisos” de hasta por 25 mil millones de dólares en un solo año), acumula meses e incluso años de mora en “liquidar divisas” que le han sido compradas en los bolívares que el “amo y señor” de los dólares ha fijado.

Es grave. Muy grave y doloroso. Todos hemos tenido que hacer “tours” por docenas de farmacias tratando infructuosamente de conseguir una o varias medicinas. Las redes sociales están repletas de gente que pide, con desespero, un medicamento para un familiar. Se han creado grupos para ayudarse y apoyarse unos a otros. Algunas veces se trata de casos graves y se han logrado salvar vidas. Otras veces no. El gobierno corrupto e irresponsable hace muy poco y muestra una terrible insensibilidad. El colmo fue la nueva ministra que dijo que “no había escasez sino que los venezolanos las usan irracionalmente”. Que indignante.

El Decreto ni se ocupaba
de esa tragedia humanitaria

¿Decía algo concreto el tristemente célebre “Decreto de Emergencia” de Maduro sobre pagar deudas para que comience a mejorar el inventario de medicinas, insumos y equipos médicos?. ¿Medidas para solucionar o al menos mejorar la situación?. ¿Para dotar hospitales y evitar el ahogo de las clínicas?. La única referencia indirecta era decretar una “emergencia” para comprar y contratar cualquier cosa sin licitar, “a dedo”, sin control de ningún tipo. ¡Zas!. Lo de siempre: los guisos de la gran corrupción. Como ocurrió con los alimentos y Pudreval, Como hicieron con los contratos “a dedo” (y las jugosas comisiones) en la “emergencia eléctrica” de 2011 que terminaron en las cuentas de la banca de Andorra y en las “empresas de maletín”.

La nueva AN
si propone una solución

Al votar que NO a ese decreto chimbo que solo buscaba otra irresponsable y corrupta mega-habilitante “para hacer lo les da la gana”, la mayoría popular representada en la bancada de la Unidad Democrática propuso una solución alternativa. Una en positivo. Una que si fue hecha pensando en defender al pueblo de la crisis causada por el gobierno. Está en el contundente discurso del diputado Alfonso Marquina: crear un fondo especial, que tenga revisión y control parlamentario, transparente para el país, abierto al escrutinio popular, para colocar allí dineros que normalmente el gobierno derrocha en cosas de poca o ninguna utilidad. Y con ese fondo comenzar a pagar deudas a los fines de reactivar la industria farmacéutica y también para comprar medicinas, equipos médicos y alimentos fundamentales. Eso si es hacer algo para la emergencia. Aliviar el drama aunque la solución de fondo es tener un gobierno diferente que no siga con “el modelo” fracasado sino que promueva una Venezuela productiva.

El Decreto chimbo y las habilitantes:
Peor de lo mismo

Hace 3 años, comenzando 2013, había desabastecimiento de muchos productos y ya asomaba la escasez. Aún el precio del petróleo estaba altísimo (sobre los $100) pero había sido tanto el derroche, la corrupción con el control de cambios y el “cadivismo rojo”, mas la destrucción de “lo productivo venezolano” mediante el estatismo salvaje, que la crisis económica se comenzaba a sentir fuerte. La inflación del año anterior había sido, según el BCV, 27%, la tercera o cuarta mas alta del mundo, aunque ahora esa cifra nos parezca muy modesta. Antes de finalizar 2013, la inflación ya llegaba a 56%, más del doble, y las colas se hacían recurrentes a causa de un desabastecimiento que ya se convertía en escasez y ésta a su vez era causada por la destrucción de la producción nacional causada a su vez por la ruina de cientos de fincas y empresas estatizadas y por el ahogo, persecución, controles ruinosos a las empresas privadas que aun eran productivas junto con el control corrupto del manejo de dólares por el gobierno-Cadivi. El gobierno había estado medio-tapando la crisis con un enorme gasto en dólares para importar de todo y con mucho endeudamiento externo, pero cada día era mas insostenible el desastre. Eso lo sabemos y se denunciaba con documentos en la mano, pero también lo confesó Giordani en aquella carta: “habría sido posible –dijo- atajar la crisis en 2012 pero las necesidades electorales nos llevaron a no tomar medidas”.

En el último trimestre de aquel 2013, la antigua AN que no se sentía representante de los intereses del pueblo y el país sino para hacer todo lo que el gobierno quería, por malo que pudiera ser, le dio a Maduro una Ley Habilitante con plenos poderes para que hiciera lo que le diera la gana con la economía. Muy parecido al Decreto de Emergencia que pretendía le aprobaran la semana pasada. Maduro dijo que era “para luchar contra la corrupción y la guerra económica”. Que se dedicaría enteramente a arreglar la economía. Que “en 3 meses ya no habría desabastecimiento”. Cabello dijo que lo aprobaban “para cumplir con Chávez”. Al terminar 2014, con base a esa habilitante de poderes absolutos, sin control legislativo ni de institución alguna, Maduro dijo que había aprobado mas de 50 leyes, habían confiscado y/o intervenido comercios y empresas, imponiendo los “precios justos”, pero la inflación llegó a un brutal 102% y la escasez estaba mas grave y se hizo crónica. La dependencia de importar alimentos se hizo casi total, por la destrucción causada en “lo productivo venezolano”. Anclar el tipo de cambio en 6.30 solo era “bueno” para los corruptos enchufados y los boliburgueses “de maletín” aunque, por supuesto, los jerarcas rojos decían que era “para el pueblo”. La escasez de medicinas se sentía muy duro, igual que los insumos médicos. Para todo ya era una cola.

A pesar del fracaso de la Habilitante 2013-2014, Maduro pidió otra para 2015 y aquella AN genuflexa roja rojíta, sin importarle el sufrimiento del pueblo, la volvió a aprobar renunciando a sus responsabilidades constitucionales de legislar y de controlar. ¿Por qué el gobierno no tomó medidas para recuperar la producción nacional, ni para facilitar a los (poquísimos) exportadores que quedan, o para acabar con el negocio mega corrupto del control de cambio? ¿Por qué tampoco hizo nada para corregir el desastre de las industrias y fincas estatizadas?. Las únicas medidas que siguió tomando eran las mismas del modelo fracasado. Y por supuesto, empeorando la crisis. El BCV decidió -violando la Constitución- esconder las cifras, pero ahora tuvo que darlas (parcialmente y con maquillaje pero revelan algo) y la inflación llegó a 270% (BCV reconoce 145% hasta septiembre), casi el triple que en 2014. La inflación en alimentos –admite a regañadientes el BCV- habría sido 254% hasta septiembre. La escasez es brutal, Las colas humillantes y peor que nunca. No hay casi nada. Todo cuesta tres y cuatro veces mas. El episodio demagógico-electorero de “los huevos” fue revelador por los pésimos resultados y por lo destructivo.

Lo que confiesan
al negarse a
ofrecer información de cara al pueblo

Uno de los episodios más vergonzosos de éstos “tiempos de revolución” fue el del pasado jueves 21. Los ministros de la economía y los presidentes del BCV y Pdvsa, luego de haber acordado la invitación para ir a la Asamblea Nacional a explicar los hechos y datos que justificarían ese Decreto de Emergencia, de pronto les fue ordenado por el alto gobierno no asistir. Dijeron que era porque revelar la información delante de los periodistas y de cara abierta al país “era dañino”. ¡Que barbaridad!. Toda la vida, en el viejo Congreso los ministros rindieron cuentas y fueron interpelados delante de los periodistas. Incluso algunos que fueron diputados esos años, como Aristóbulo participaron docenas de veces en esas rondas de preguntas y exigencia de información. ¿Y la “democracia participativa y protagónica”?. ¿Y el gobierno supuestamente “popular”?. El país se pregunta: ¿Qué esconden?. ¿Le tienen miedo a tener que responder las preguntas de parlamentarios que no son arrodillados ni cómplices como los rojos rojítos?. No pueden explicar tanta ruina y tanto desastre causado por ellos.

También es muy grave para la nación lo que confiesan con su negativa a informar abiertamente, de cara al pueblo. Lo entiende la gente y lo entienden en el exterior que “la cosa está tan grave que se niegan a informar con transparencia”. El resultado de esa torpeza es que ahora a Venezuela le va a salir mas caro pedir créditos en el exterior, entre otras cosas. Por lo demás, el gobierno sigue demostrando que aún no asimila que fueron derrotados por el pueblo, con abrumadora mayoría de votos, a pesar del brutal ventajismo. Sigan con la bobería del “parlamento burgués” y que sus grupitos (cada vez menos nutridos) son “el pueblo”.

No al Decreto malo
si a propuestas de solución

Como tenía que ser, la mayoría popular, a la que el pueblo le asignó la tarea de abrir caminos al cambio y defenderlo del mal gobierno de Maduro. Esa mayoría amplia y abrumadora de diputados tras el examen de la Comisión especial designada, votó por no aprobar ese decreto tan mal que no aportaba ninguna solución, repetía el “peor de lo mismo” que causó la crisis y facilitaba seguir con la gran corrupción.

Esa mayoría, sin embargo, no se limitó a negar el Decreto dañino, sino que enumeró una serie de propuestas de solución, ofreciendo al gobierno invitarlos a un diálogo donde se analicen soluciones. Eso sí, siempre bajo escrutinio parlamentario y transparente ante el pueblo. Nada de “cartas blancas” para el “me da la gana”. Nada de repetir las medidas que ya fracasaron. Nada de “peor de lo mismo”. Rectificar y cambiar.

¿Dedicarse a promover una economía productiva?. ¡Por supuesto que si! Y eso se logra eliminando todas las políticas de abusos y atropellos y sustituyéndolas por la confianza y la seguridad jurídica. No puede Venezuela atraer inversiones y hacer crecer las industrias si el gobierno amenaza (lean el art 2 del fallido y malhadado Decreto) con confiscar, intervenir, incautar equipos y hasta mercancía. Eso solo sirve para ahuyentar inversiones. Es parte de lo que hicieron estos años y nos llevó a ésta crisis.


25-01-16




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