Por Ismael Peréz Vigil, 15/07/2016
Rodríguez Zapatero acaba de estar en el país para intentar una nueva
ronda de “dialogo” entre Gobierno y Oposición. A juzgar por la información de
prensa, no debió ser una visita muy exitosa, en términos de lograr el objetivo,
pero más allá de lograr ese resultado, que no es una tarea fácil, se me ocurren
algunos comentarios con relación a su gestión.
Rodríguez Zapatero debería estar espantado, escandalizado, de ver una
democracia en la cual el Poder Ejecutivo no solo controla todos los demás
poderes, sino que los utiliza para amedrentar, perseguir y encarcelar a sus
opositores.
Ese debería ser el primer tema de cualquier dialogo en el que se
involucre un ex Jefe de Estado, que no necesita ganar algún espacio en la
prensa y algo de efímera notoriedad radial y televisiva a costa de lo que sea.
¿Qué le van a explicar al señor Rodríguez Zapatero que a él, su canciller y su
embajador –en su momento– ya no le hayan explicado sobre la grave crisis en
Venezuela?
El señor Rodríguez Zapatero sabe perfectamente lo que está ocurriendo
en Venezuela (o lo debería saber, que para el caso es lo mismo), pues para eso
fue Jefe de Estado en un Gobierno que tuvo buenas relaciones con el gobierno de
Chávez Frías, exceptuando aquel episodio del "Porque no te callas"
del Rey de España mandando a callar a Chávez Frías ante sus repetidas e
irrespetuosas interrupciones durante la intervención del líder del gobierno
español, precisamente Rodríguez Zapatero, en una de las cumbres
iberoamericanas.
El señor Rodríguez Zapatero sabe que la lucha de la oposición contra
Chávez Frías fue la lucha por mantener la libertad, lo que quedaba del estado
de derecho y rescatar la democracia de manos de un gobierno autoritario y
militarista. El señor Rodríguez Zapatero sabe mucho más, pues conoce
perfectamente a la oposición democrática venezolana. No puede haber olvidado o
desconocer los lazos que unen al PSOE con Acción Democrática, ni puede
desconocer la cooperación y apoyo que los gobiernos democráticos venezolanos y
los partidos políticos venezolanos le brindaron a la incipiente democracia
española al salir de la dictadura franquista. Se dice fácil, pero cuando el
señor Rodríguez Zapatero aun no había nacido y España vivía todavía bajo la
dictadura de Franco, en Venezuela ya teníamos democracia.
El señor Rodríguez Zapatero seguramente considerará a la suya una
“realpolitik”, que lo lleva a cuidar los negocios españoles en cualquier parte
del mundo; pero en el fondo todos sabemos —y él también— que eso no es más que
un eufemismo tras el cual se esconden alianzas y negocios sin atender a
principios. Durante el Gobierno de Rodríguez Zapatero, entre 2004 y 2011, las ventas
de armas de España se sextuplicaron y Venezuela fue el comprador más importante
fuera de Europa; Chávez Frías compraba armas y afirmaba estarse “armando
para preservar la paz” y levantaba cortinas de humo mientras continuaba
haciendo extraordinarios negocios con empresas multinacionales norteamericanas,
vendiéndoles petróleo a los imperialistas, comprando todo tipo de maquinarias,
insumos, alimentos y materiales, mientras gastaba millones de dólares en hacer
lobby, apareciendo como un Robín Hood criollo regalando combustible de
calefacción a los pobres en la zona de Brooklyn en Nueva York, para mejorar la
imagen de su Gobierno en los Estados Unidos.
Por supuesto que nadie creyó (como nadie cree ahora) que el gobierno de
Chávez Frías se defendía de una supuesta invasión de los Estados Unidos con
cuatro corbetas y seis aviones que le estaba comprando a España, al final del
gobierno de Rodríguez Zapatero, ni siquiera juntándolos con los cien mil
fusiles que se negociaron con Rusia. Y el señor Rodríguez Zapatero, tampoco se
lo creyó.
Pero nosotros si sabemos que todo ese armamento para lo que fue
utilizado y se utiliza es para amedrentar y reprimir a los que osan oponerse a
los desmanes del Gobierno. O servirá para apertrechar a las “milicias” que ha
formado el régimen desde Chávez Frías, al margen del ejército regular y que,
como ya hemos visto en otros países, son milicias que solo sirven para
ensangrentar y empobrecer más a los pueblos, para atemorizarlos y para mantener
su control a través de la fuerza por parte de los gobiernos de turno.
El señor Rodríguez Zapatero sabe todo eso; precisamente por eso es que
él necesita reunirse también con la oposición democrática: Para dar muestras de
amplitud, para decir que se reunió con todos, que no solo escuchó al Gobierno
de Nicolás Maduro, heredero de Chávez Frías, sino también a los opositores.
La oposición debe dialogar, siempre hay que dialogar, pero con cuidado
de no prestarse a ningún juego que solo sirva para ganar tiempo o tranquilizar
conciencias “socialdemócratas” de ex jefes de estado.
@Ismael_Perez
https://ismaelperezvigil.wordpress.com
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