Por Fernando Facchin B., 18/11/2016
Con el diálogo convertido en
“negociación”, se ha experimentado un doble tránsito involutivo. No hemos
obtenido resultados que satisfagan las exigencias de la sociedad, todos conocemos,
aparentemente, lo que ha sucedido entre la MUD y los farsantes oficialistas;
los gestos y declaraciones públicas así nos lo indican. Mientras, la violencia
verbal, represiva y judicial en violación permanente de los derechos
constitucionales se manifiesta día a día con su elocuente, vulgar y ofensivo
lenguajes en cadenas de TV, las aberraciones de las Celestinas de TSJ no
terminan de ofender y descalificar al legitimo Poder Legislativo aplicando una
brutal y aberrante terapia de shock judicial, mientras, seguimos en el diálogo,
¿…? Gracias al TSJ la impunidad a la corrupción, la imposición del silencio de
protesta y la protección inconstitucional a maduro, son elementos de “seguridad
nacional”, ¡vaya descaro!, la crisis humanitaria, la salud, la incontenible inflación, el vertiginoso
crecimiento de la pobreza; la depredación del patrimonio público y el irrespeto
constante a la voluntad del pueblo no son más que bagatelas de los partidos
políticos.Cada día registramos un grave debilitamiento político opositor, la
desesperación, la frustración y la rabia crecen exponencialmente.
Un gobierno autocrático y asesino que
se impuso al resguardo de unas FFAANN sin honor y sin divisa, que van por la
vida ensuciando su gentilicio y arrastrando el uniforme, un régimen sin
legitimidad sobrevenida que reposa sobre un apoyo circunstancial de menos un 20
% de los venezolanos.
Es cierto que, ante la crítica situación
política, económica y social y la acción de las fuerzas políticas de la sociedad,
el régimen se avino a convenir en una farsa de diálogo que hábilmente convirtió
en negociación para imponer, a los “avezados” interlocutores de la supuesta
voluntad popular, sus propias propuestas para asegurar su continuidad en el
poder y, hasta ahora, lo han logrado. El diálogo fue aceptado por cuanto no
tenían alternativa válida, pero sus intenciones eran otras y así lo han
demostrado perjudicando la salida democrática, continuamos con la involución
autoritaria impuesta por el ignorante y malsano ocupante ilegítimo del poder y
su corte de “bonsay”. Un Estado de Desecho donde está comprometida gravemente
la condición de país.
La misión es manipular o confundir a
la opinión pública en lugar de informarla. La voluntad de imponer el “pensamiento
único”condenando a los venezolanos a escuchar tan sólo lo que a ellos les
interesa, una sarta de mentiras, vulgares denuestos e interpretaciones
acomodaticias de la realidad nacional, un aplastante dominio consensuado por el
“diálogo”, la situación no puede declararse más que lamentable, empobrecedora
de la conciencia del pueblo, un imperdonable retroceso político con rumbo a un nefasto neocolonialismo.
Es un hecho cierto que el país
requiere de un cambio radical de rumbo político y económico, con instituciones
honestas y capaces, el sentimiento nacional dice que vamos por muy mal camino y
a la sociedad hay que devolverle la esperanza, el optimismo, la alegría y su
capacidad de desarrollo personal para asegurar su futuro personal y colectivo.
Esolo logra un verdadero líder, pero, ¿dónde está ese líder?, lamentablemente
estamos llegando a altos niveles de incredibilidad política con respecto a
quienes lideran el proceso en estos momentos, la gente, sencillamente, ya no
les cree.
La falta de credibilidad es el peor
obstáculo para ejecutar con éxito los derroteros políticos y mucho menos los
procesos de diálogo que pretenden lograr las bases del cambio. Es triste, pero
es una realidad.
http://www.el-carabobeno.com/la-involucion-politica-la-falta-credibilidad/
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