Mayela Armas 03 de diciembre de 2017
En
2013 el presidente Nicolás Maduro dijo que le “torcería” el brazo al dólar
paralelo hasta “pulverizarlo”, lo cual repitió en 2014, 2015, 2016 y a lo largo
de 2017, sin embargo, ha sucedido lo contrario, los esquemas de asignación de
dólares no han funcionado y la paridad va en escalada. En el último mes el
bolívar se devaluó 60 % en ese mercado.
El
comportamiento de esta tasa cambiaria responde a factores como la menor
asignación de dólares oficiales, el incremento de los bolívares en circulación
y la incertidumbre.
El
Gobierno autoriza divisas a través de dos vías: el dólar protegido (Dipro) que
contempla una tasa de 10 bolívares y el sistema de tipo de cambio complementario (Dicom) que
hasta fines de agosto aprobada divisas a una tasa superior a los 3000
bolívares. Pero las autorizaciones por los dos esquemas son limitadas.
La
paridad de 10 bolívares atiende principalmente para las importaciones públicas,
de manera que son pocos los privados que acceden a esa tasa y gran parte de las
empresas estaban acudiendo al Dicom, que desde hace tres meses no da ni
un dólar.
Ante
las sanciones del gobierno de Estados Unidos, que limitan las transacciones de
los entes oficiales, el presidente Nicolás Maduro anunció en la primera semana
de septiembre la implementación de una “canasta de monedas” de manera que las
operaciones en el Dicom se harían en euros, yuanes, rupias y rublos. A los
días, el Ministerio de Finanzas y el Banco
Central de Venezuela (BCV) sostuvieron reuniones con el sector
bancario para notificarle que empezarán a abrir cuentas en euros, pero después
no hubo más encuentros.
Fuentes
oficiales y financieras indican que mientras el Gobierno no encuentre bancos
corresponsales no podrá efectuar las asignaciones de divisas vía Dicom y la
búsqueda se dificulta por las sanciones que contemplan los europeos. De hecho,
varias entidades europeas revisan con detenimiento todas aquellas transacciones
que sean de Venezuela.
Desde
que el Citibank se retiró como banco corresponsal, los entes oficiales han
tenido problemas con los pagos internacionales. Con
el inicio del Dicom, el Gobierno logró pactar con el Deutsche Bank para que
intermediaria en las operaciones, de manera que las acreditaciones de los
dólares aprobados a empresas y personas naturales se estuvieron haciendo por
esa vía durante tres meses. Sin embargo, tras las sanciones de EE UU, la
institución le solicitó al despacho de las finanzas públicas aclaratorias que
no se dieron y dejó de operar.
La
última subasta del Dicom fue suspendida por los problemas con Deustche y hace
algunas semanas el BCV empezó a devolver los bolívares a los empresarios que
participaron en esa subasta. Las fuentes insisten en que sin intermediario no
podrá funcionar el mecanismo complementario.
Ya en
octubre la liquidación de dólares oficiales retrocedió 90 %, según cálculos
de Ecoanalítica. Y
en noviembre la situación fue más crítica.
Frente
a la ausencia de divisas oficiales, aquellos que intentan mantener sus
comercios o empresas recurren al mercado paralelo para adquirir insumos. La
firma estima que más de 50 % de las compras externas privadas son financiadas
con el paralelo, lo cual tiene incidencia en los precios que pagan los
ciudadanos.
BCV
acelera la impresión de billetes
Por la
falta de billetes verdes, la producción de las industrias ha retrocedido y
frente a una baja oferta de bienes, el Banco Central imprime bolívares para
atender las necesidades del Gobierno en materia de gastos en salarios y otros
compromisos, y soportar los requerimientos de las empresas públicas.
Los
datos del instituto emisor indican que el financiamiento del BCV a los entes
oficiales solo en noviembre aumentó 49 % y en la última semana del mes se
disparó 12 %. Una parte de ese dinero va al paralelo. Por ello, los precios se
disparan con velocidad. Las firmas económicas ya proyectan que la inflación
este año cerrará en 2000 %.
Fuentes
financieras apuntan que ante la falta de definición de acciones, las
distorsiones continuarán y se reflejarán en el mercado paralelo.
Cuatro
años y nada de corrección
La
administración de Nicolás Maduro con el fin de “pulverizar” el paralelo ha
creado mecanismos complementarios que no han funcionado, porque la oferta de
billetes verdes ha sido baja.
En
2013 y hasta 2015 creó el Sicad I. En 2014 y hasta principios de 2015 conformó
el Sicad II. En 2015 tuvo el Simadi y el Sicad I. En 2016 estructuró el Dipro y
el Dicom. En 2017 tuvo el dólar frontera, el Dipro y el nuevo Dicom.
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