Freddy Paz 30 de diciembre de 2018
@freddyspaz
Cuando
José tenía diecisiete años, ayudaba a sus hermanos, a cuidar las ovejas. Pero
José contaba a su padre lo mal que se portaban sus hermanos con él.
Un día
José tuvo un sueño. Cuando se lo contó a sus hermanos ellos lo odiaron aún más,
pues les dijo: Anoche soñé que estábamos en medio del campo, atando trigo en
manojos. De repente, mí manojo se levantó y se quedó bien derecho, mientras los
de ustedes lo rodeaban y se inclinaban ante él.
Sus
hermanos protestaron: ¡Ahora resulta vas a ser nuestro rey y nuestro jefe!. Y
por causa del sueño y por lo que decía José a sus hermanos, creció en ellos el
odio que le tenían.
José
tuvo otro sueño y también se los contó a sus hermanos. Les dijo: fíjense que
tuve otro sueño. Resulta esta vez el sol, la luna y once estrellas, se
inclinaban ante mí.
Cuando
les contó este sueño a su padre y a sus hermanos, su padre lo reprendió, y le
dijo: Que clase de sueño es ese? Quieres decir que tu madre y tus hermanos y yo
mismo vamos a ser tus esclavos?.
Sus
hermanos le tenían envidia a José, pero su padre trataba de entender el
significado de sus sueños. Los hermanos de José se habían llevado a las ovejas
de su padre a los pastos de siquem. Unos días después, Jacob le dijo a su hijo
José: Ya sabes que tus hermanos están en siquem, cuidando las ovejas. Quiero
que vayas a ver sí todo está bien, y que regreses a contármelo.
José
salió del valle de Hebrón, y llegó a siquem, pero no encontró a sus hermanos
por ningún lado. José siguió buscando a sus hermanos y los encontró en Dotán.
Cuando ellos lo vieron acercarse, antes de que él llegara donde ellos estaban,
se pusieron de acuerdo para matarlo. Unos a otros se decían: Aquí viene el gran
soñador! Vamos a matarlo y echarlo en uno de estos pozos, y diremos que algún
animal feroz se lo comió. ¡ Ya vamos a ver si se cumplen sus sueños!. Rubén se
opuso ante sus hermanos a que mataran a José.
Cuando
José llegó donde estaban sus hermanos, ellos le quitaron la capa que su padre
le había hecho y lo echaron al pozo que estaba seco, y Rubén se fue. De pronto
vieron que se acercaba un grupo de comerciantes. Eran unos Ismaelitas, y los
hermanos de José lo sacaron del pozo y se lo vendieron por veinte monedas de
plata, y los comerciantes se lo llevaron a Egipto.
Cuando
los comerciantes llegaron a Egipto vendieron a José a Potifar capitán de la
guardia del Rey de Egipto. Potifar vio que Dios ayudaba a José y hacía que todo
le saliera bien, por eso lo puso a cargo de sus bienes, hasta el día en que la
esposa de Potifar, le propuso a José acostarse con ella, y José se negó. Lo
acusó de intentar violarla y lo enviaron a la cárcel donde estaban los presos
del Rey.
Pero
aún en la cárcel Dios siguió bendiciendo y ayudando a José. Dos años después,
el Rey de Egipto tuvo un sueño, y mando a llamar a José, el cual se presentó
ante el Rey para escuchar su sueño y José le dijo: Los dos sueños que tuvo su
majestad, son uno solo. Dios le ha hecho saber a usted lo que piensa hacer.
Egipto va a tener siete años de abundante cosecha, y siete años donde no habrá
que comer.
El Rey
sorprendido por la sabiduría de José, le pidió que lo acompañara como
Gobernador de Egipto. Durante los siete años de abundancia, José almacenó los
alimentos producidos en cada ciudad. Siguieron los siete años de escasez, y
aunque había hambre en todos los otros países, en Egipto había que comer. Y era
tanta la escasez de alimentos que de todos los países iban a Egipto para
comprar trigo a José.
Para
no morir de hambre, Jacob padre de José, envió a sus hijos a Egipto a comprar
trigo. Cuando llegaron a José, se inclinaron con mucho respeto ante el
Gobernador. José reconoció a sus hermanos, pero ellos no lo reconocieron a él.
Al llegar de regreso a su casa en Canaán le contaron a su padre todo lo que les
había pasado. El hambre seguía aumentando y los hijos de Jacob, regresaron a
Egipto nuevamente para comprar más alimentos.
Finalmente
el Gobernador les dijo, yo soy su hermano José, el que ustedes vendieron a los
egipcios. Pero no se preocupen. Los abrazó y besó y se echaron a llorar.
Regresen y traigan a mí padre y a toda su familia y todas sus propiedades para
que vivan en las mejores tierras de Egipto.
En
cuanto José vio a su padre, corrió a sus brazos y se soltó a llorar, y Jacob le
dijo: Con mis propios ojos he visto que estas vivo José.
Con
esta historia bíblica, llamo a la reflexión a todos los venezolanos de bien, a
quienes hoy gobiernan el país, para que soñemos como José, y en el 2019,
podamos vivir los venezolanos con la humildad y el amor de José.
Freddy
Paz
@freddyspaz
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