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sábado, 22 de diciembre de 2018

Migración venezolana, otra arista de la crisis en Ecuador, por @ecuavisa ‏




Ecuavisa 21 de diciembre de 2018

En Ecuador, unos 250 mil migrantes venezolanos permanecen en nuestro país

La crisis política y económica que experimenta Venezuela llevó a miles de habitantes de ese país a emigrar para buscar un futuro que su país ya no les puede ofrecer. Y el 2018 fue un año de impactantes cifras de salida de venezolanos hacia diversas naciones de América y también del resto del mundo.

Ecuador en uno de esos países que han escogido para emigrar. Quienes lo hacen a pie o por bus recorren los más de 1.000 kilómetros que separan Venezuela de Ecuador. Se lanzan en condiciones sumamente difíciles, muchas dejando a sus hijos en su nación de origen, tan solo viajando con esperanzas y un par de maletas.

Según cifras de la Cancillería de Ecuador de noviembre de 2018, entre 2014 y 2018 ingresaron al país más de 1,2 millones de venezolanos, de los cuales de 230.000 a 250.000 permanecen en el territorio nacional. El Ministerio de Relaciones Exteriores les ha otorgado unas 97.000 visas a peticionarios de esa nacionalidad.

A finales de agosto de 2018, se desató una polémica luego de que el Ministerio de Relaciones Exteriores emitió un acuerdo en el que se establece que ahora se validará la cédula de identidad de los venezolanos tomando en cuenta 2 puntos:

-Con la presentación de un certificado de validez de la cédula de identidad, emitido por un organismo regional o internacional reconocido por el Gobierno de Ecuador.

-Con la presentación de un certificado de validez de la cédula de identidad, emitido por las entidades autorizadas por el Gobierno de Venezuela, debidamente apostillado.

El director general de la Defensoría del Pueblo, Rodrigo Varela, entregó la tarde del lunes 27 de agosto de 2018 en la Unidad Judicial Tercera de la Familia, Mujer, Niñez y Adolescencia, en Quito, un escrito en el que rechaza la exigencia de cédulas certificadas a los migrantes venezolanos que quieren entrar al Ecuador.

Antes de esto, la jueza Judith Naranjo aceptó el 24 de agosto de 2018, el pedido de medidas cautelares, interpuestas por la Defensoría del Pueblo, sobre el requisito de pedir pasaporte a los ciudadanos venezolanos que ingresen a Ecuador. Es decir, dejó sin efecto la exigencia de este documento.

Crisis diplomática

El 18 de octubre de 2018, el Gobierno venezolano reaccionó a la expulsión de su embajadora en Ecuador y decidió declarar persona non grata a la encargada de negocios de Ecuador en Venezuela, Elizabeth Méndez, quien tuvo 72 horas para abandonar el país.

Al régimen venezolano le llama la atención “la reacción intolerante del Gobierno del Ecuador, ante el desmontaje que realizara el Ministro de Comunicación Jorge Rodríguez, de las insólitas cifras que anunciara Lenin Moreno el pasado 25 de septiembre en la sede de Naciones Unidas, sobre la migración de venezolanos”.

La decisión del Gobierno ecuatoriano se tomó, frente a las "expresiones ofensivas" del ministro en contra del presidente Moreno, según el Ministerio de Relaciones Exteriores del Ecuador.

Reuniones por migración

La Declaración de Quito sobre movilidad humana de ciudadanos venezolanos en la región fue firmada en la capital ecuatoriana el 4 de septiembre de 2018. Entre los puntos más destacados que acordaron figuran la aceptación de documentos de viaje vencidos, cédula de identidad de los venezolanos para fines migratorios y la exhortación al gobierno de Nicolás Maduro a tomar a las medidas necesarias para la provisión oportuna de cédulas de identidad, pasaportes y certificados de antecedentes penales, así como de las apostillas y legalizaciones.

En noviembre se dio la II reunión internacional de Quito con la firma del Plan de Acción sobre la movilidad humana de nacionalidad venezolanos en la región. Se planteó robustecer las acciones que faciliten la movilidad humana de los venezolanos en los territorios de los países signatarios; fortalecer las iniciativas de migración y desarrollo que vienen implementando los países de la región, para una adecuada inserción económica y social. Ello contempla procesos de normalización migratoria de acuerdo a las posibilidades y legislación de cada país de acogida, con el apoyo de las organizaciones del Sistema de Naciones Unidas.

Las causas y las cifras

La crisis surgió debido a factores políticos, socioeconómico y la situación de inseguridad y violencia en Venezuela. Según la Organización de Naciones Unidas (ONU), 1,6 millones de venezolanos se han desplazado por la región desde 2015, cuando las consecuencias de la crisis del país se hicieron sentir. De acuerdo con cifras de agosto de la organización, 2,3 millones de venezolanos viven en el extranjero, aunque otras voces elevan aún más esa cifra.

La mayor concentración de la emigración venezolana se encuentra en Colombia, Perú, y Chile. Los migración hacia los destinos tradicionales como Estados Unidos y España se diversificó hacia otros como Ecuador, Argentina, Brasil, Canadá, México, Panamá y Uruguay.

El director del Programa para la Región Andina, Norteamérica y el Caribe del Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (Cejil), Francisco Quintana, indicó el 11 de septiembre de 2018 en Lima que el éxodo de venezolanos al resto de América puede llegar a los 4 millones de personas a fines de 2018.

Según estos datos, actualmente hay 2 millones de venezolanos en Colombia, medio millón en Perú, otro medio millón en Ecuador, 120.000 en Argentina y unos 30.000 en República Dominicana.

Reacciones oficiales

El régimen de Maduro ha negado que en ese país exista en la actualidad una crisis humanitaria. La vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, adujo que la crisis humanitaria de la que se habla en Venezuela sería “una excusa de Estados Unidos para atacar al país y profundizar la guerra económica”.

Entre tanto, el régimen implementó un "Plan vuelta a la patria" que ofrece el pago de pasajes a los inmigrantes venezolanos que quieran regresar a su país. Así, por ejemplo, el 28 de agosto de 2018, 89 venezolanos retornaron a su país desde Perú. El programa se implementó en otros países de Sudamérica.

Lejos de ser un problema exclusivo de Venezuela, la crisis social, económica y política de Venezuela se irradia a la región. Los países han presionado para lograr una salida en esa nación, pero no hay resultados a la vista.


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