Por Nelson Freitez
El Cooperativismo puede ofrecerle a los
modos como los venezolanos practicamos y valoramos el trabajo importantes
aportes. De las posibles contribuciones que la práctica laboral en cooperativas
-que funcionen bajo valores cooperativos universalmente reconocidos- puede
ofrecer nos referiremos a tres:
1.La alta motivación afiliativa que
ha sido identificada en la población venezolana, como expresión de su necesidad
de cultivar amplias y significativas relaciones sociales como prioridad de su
vida, puede ser combinada con la conformación de equipos efectivos de trabajo y
con la corresponsabilidad en la gestión de las empresas, si el espacio laboral
está organizado y funciona de acuerdo a una dinámica de participación colectiva
en la dirección y operación del mismo, de circulación amplia de información y
de valoración del trabajo y de las personas que lo practican.
Estudios sobre los atributos positivos
que los venezolanos le confieren al trabajo señalan que en una proporción
coincidente, las personas en el trabajo valoran tanto lo que consideran
suficiente remuneración del mismo como “…la amistad, el buen trato, el sentirse
bien y cómodo en su ambiente de trabajo” (Briceño-León). El reto del cooperativismo
es lograr potenciar esa disposición favorable al trabajo de la población bajo
tales condiciones de relación social, con la eficiencia y la disciplina que la
producción y el trabajo organizado demandan.
2. Una organización cooperativa es una
asociación y una empresa, en la que se fusiona el capital y el trabajo y, por
tanto, no existen propietarios privados del capital que la dirigen y concentran
el poder. Al contrario, en las cooperativas el poder concentrado debe
disolverse debido a la participación de sus asociados en la gestión y dirección
de las mismas, socializando el ejercicio del poder al compartirse
colectivamente. Esta forma de organización y funcionamiento puede ser el
´antídoto´ para ese rechazo que la población trabajadora venezolana presenta en
los ambientes laborales con respecto a
“Ser mandado” como uno de los atributos más negativos del trabajo
Investigaciones de casos de empresas
privadas exitosas también identifican que la combinación de los elementos
afiliativos, con un apropiada conducción de la empresa que incentive y
reconozca el logro, puede ser estimulante para motivar el trabajo de la
población venezolana
Esa rearticulación posible y
equilibrada en nuestras motivaciones entre afiliación, logro y poder, puede
alcanzarse en mayor posibilidad en las cooperativas, en las cuales los
trabajadores –por definición- son sus propietarios y los destinatarios de los
excedentes que genere la actividad productiva que se emprenda.
3. En un país en el cual los incentivos
al trabajo se encuentran distorsionados y no se corresponden con su
productividad, una redefinición de los estímulos económicos del trabajo debe
provenir de la planificación que realice el grupo de trabajo, de su esfuerzo
productivo y, por ende, de su distribución equitativa. En las cooperativas que
deben definir al inicio de su ejercicio anual el monto de las retribuciones
económicas periódicas que aspiran alcanzar, se incrementan las posibilidades de
que sus asociados-trabajadores puedan vincular el trabajo realizado con las
retribuciones y beneficios que percibirán. Lo cual aumenta la motivación para
el trabajo y la disposición a realizar un esfuerzo individual y colectivo por
los logros de la cooperativa.
nefreitez@yahoo.es
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico