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jueves, 20 de agosto de 2015

De cómo matraquearse una boloñita ahí por @contrapunto_com


Por Hernán Carrera



Ahí mismito, en el módulo de plaza Brion, en Chacaíto, al primer incauto le quisieron cobrar 8.500 bolívares por no inculparlo por hurto

Nadie ha preguntado qué pasó por las cabezas de José Leover Mendoza, Carlos Alejandro Reyes, Ronny Enrique Yépez, Jean Carlos Pérez, Luis Alberto Pernia, Manuel Birriel y Joelbis Padilla, agentes todos de la Policía Municipal de Chacao: oficiales-jefe los dos primeros, oficiales agregados el tercero y cuarto.


Tal vez discutían sobre gerencia y mercadeo, tal vez se convencían unos a otros de las bondades del comercio al por mayor: ya se sabe, como la harina PAN: vendes barato pero mucho, en lugar de caro pero poco.

O tal vez sólo sucedía que era día de quincena (para más señas, este viernes 14 de agosto) y los sueldos de Polichacao no están ni para remate de Dakazo: también se sabe, se oye en el metro: Gracias mi gente bella, cualquier ayudita es buena.

Lo cierto es que Mendoza, Reyes, Yépez, Pérez, Pernía, Birriel y Padilla, sabedores de que la gente bella no abunda, decidieron ese día implementar sus estrategias de negocios con el primer incauto que pasara por ahí, por el módulo de la plaza Brion, en Chacaíto: un joven cuyo nombre no se ha dado a conocer. Y de inmediato le presentaron eso que el Ministerio Público (MP) suele llamar sólidos elementos de convicción:

--Chamo, tú decides: o te bajas de la mula con una buena boloñita, o te imputamos hurto de moto y preso vas.

Lo demás, como sucede en cualquier operación de take over entre empresas, fue negociación simple. El joven incauto dijo que lo más que podía aportar al capital suscrito de aquella extraña corporación policial eran 8.500 bolívares. Pero, vaya, no era que los cargara encima: tendría que ir a buscarlos.

Y ahí estuvo el error de Mendoza, Reyes, Yépez y Asociados: es cosa más que sabida que nunca de los jamases debe extendérsele una línea de crédito a un desconocido.

Y menos a este, al incauto, que resultó ser un extraterrestre, uno de esos que no sólo piensan que en Venezuela las instituciones deberían funcionar, sino que creen que funcionan. En lugar de ir a su casa a buscar el dinero, el referido y ya sospechoso incauto se fue derechito a la Oficina de Respuesta a las Desviaciones Policiales de la mismísima Polichacao, donde, créase o no, se encontró con otro extraterrestre idéntico en su fe.

Horas más tarde, los referidos Mendoza, Reyes, Yépez y Etcétera eran detenidos en el momento mismo en que le ponían mano a esa pobre boloñita de 8.500 bolos: míseros 1.214,28 para cada uno, en caso de que fuesen accionistas paritarios, claro.

El cuento, aunque un poco más cortico y mucho más formal, lo echa el Ministerio Público en nota de prensa en la que se precisa que el Tribunal 15º de Control del AMC dictó medida privativa de libertad contra los siete funcionarios y los enjuiciará “por presuntamente incurrir en los delitos de concusión y agavillamiento, los cuales están previstos y sancionados en la Ley Contra la Corrupción y en el Código Penal”.

19-08-15

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