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martes, 11 de agosto de 2015

La MUD: entre lo excelente y lo bueno, por Eddie Ramírez


Por Eddie Ramírez, 11/08/2015

Por principio hay que buscar lo excelente, pero a veces hay que conformarse con lo bueno y, como último recurso, con lo menos malo. Esto es particularmente cierto en política, aunque no sea lo deseable. En los últimos tiempos han surgido algunos buenos líderes políticos, pero no abundan. Por ello es importante que ciudadanos capaces se inscriban en los partidos y así evitar que, como decía Platón, los menos indicados terminen gobernando. Es falso que exista la antipolítica. Lo que muchos dirigentes no entienden es que en el siglo XXI los ciudadanos no siguen ciegamente a un hombre a caballo. Es el líder quien tiene que estar en sintonía con la gente y no al revés. Quienes no se percaten del cambio están llamados a desaparecer políticamente.

Con motivo de una nueva elección la Mesa de Unidad Democrática perdió una oportunidad y sacrificó lo excelente. ¿Fue obligada por las circunstancias o privó el interés de los partidos sobre el país? Hubiese sido excelente que promoviera los liderazgos regionales y no impusiera candidatos alejados de los electores y en abierta violación al artículo 188 de la Constitución. Esta decisión tiene dos riesgos. Uno que el TSJ anule esas designaciones después de las elecciones, con lo cual podría disminuir la posibilidad de que alcancemos la mayoría en la Asamblea. Aunque esa medida también aplicaría para muchos candidatos oficiales, para el régimen ese no es un asunto vital. El otro riesgo es que los electores rechacen a candidatos que consideran ajenos, lo cual no es descartable, aunque la polarización puede disminuir esta posibilidad. Para citar un caso, el larense Eduardo Gómez Sigala hubiese sido un candidato excelente, pero se optó por el foráneo Marquina, quien también ha demostrado ser un buen parlamentario. Aunque Eduardo tiene razón en su planteamiento, ojalá se percate que retirando su candidatura aumenta su prestigio.

En el circuito bandera de la oposición, Isabel Pereira era una excelente candidata, pero se optó por Freddy Guevara. Hubiese preferido que el joven Guevara pensara a largo plazo y declinara ante el mayor peso específico de la doctora Pereira. Prefirió apostar al corto plazo, pero seguro Freddy será un buen diputado. Tanto María Corina como Isabel quedaron muy bien ante la opinión pública. La MUD no tanto, por decir lo menos. En otros casos de sustitución de candidaturas el error de la MUD fue permitir que el inhabilitado designara a su sustituto. Lo excelente hubiese sido que se seleccionara de acuerdo a credenciales. Con este criterio seguro el profesor Pablo Aure hubiese sido seleccionado en Carabobo.

Claudio Fermín resucitó autodenominándose “promotor de un número importante de venezolanos”, agregando “no caer en mensajes polarizadores de buenos y malos”. Su crítica a la MUD es válida, pero este no es el momento de dividir a la oposición y debe entender que el 6D sí habrá una confrontación cívica entre los rojos, que son malos demócratas, y los candidatos de la Alternativa Democrática.

En relación a Copei, el ciudadano común no está al tanto de cuál grupo tiene la razón, pero lo que sí estamos todos conscientes es que la decisión de Pedro Urrieta y otros de acudir al TSJ a sabiendas de que es un organismo que solo defiende los intereses gubernamentales fue no solo un error, sino una traición a la democracia. Lo excelente hubiese sido que ese partido participara, pero la MUD optó por una buena y correcta decisión ante la insensatez de un grupito de copeyanos.

El 6D es imprescindible acudir a votar. No importa que hubiésemos preferido algún que otro candidato. Tomemos en cuenta que cualquiera de los nuestros es mejor que las focas que presentó el Psuv. Votemos, aunque existen algunas razones para estar molestos y no votar. No caigamos en la “falacia del Nirvana” de equiparar algo real, como las elecciones, con una alternativa legítima pero idealizada. En las circunstancias actuales el voto es la única acción tangible que nos permitiría dar un paso importante, aunque no necesariamente definitivo, para salir del totalitarismo siglo XXI, lo demás son solo legítimos deseos. No permitamos que en búsqueda de lo excelente sacrifiquemos lo bueno. Recordemos, como dijo Voltaire, que lo mejor es enemigo de lo bueno.

Como en botica: La MUD debe tener claro que para ganar elecciones y defender los votos se requiere algo más que activistas. En pasados comicios muchas mesas quedaron sin testigos porque los partidos no tomaron en cuenta ofrecimientos de apoyo de ciudadanos no militantes. Lamentamos el fallecimiento del distinguido venezolano Heinz Sonntag, directivo de Transparencia Venezuela y fundador del Observatorio Hannah Arendt. El pendenciero y vulgar Donald Trump pone en evidencia que también en países desarrollados hay candidatos inmaduros. Personalmente apuesto a Hilary. Nuestra solidaridad con Gustavo Tovar a quien el régimen tomó por asalto su vivienda. ¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!

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