Por Carlos Vilchez Navamuel, 02/08/2015
A finales de los años 50, seguidos de los 60 y 70 del siglo pasado,
Venezuela era próspera, la infraestructura que se construyó fue impresionante, había
trabajo, se ganaba bien, no habían impuestos, el verdadero emprendedor lograba
sus metas, la democracia funcionaba, la moneda era muy fuerte, la economía era
pujante, la industria pesada crecía y entre la modernidad de su capital y la
cantidad de europeos y extranjeros que emigraron a mitad de siglo, uno sentía a
Caracas, una ciudad cosmopolita, alegre, se vivía en libertad, lo mismo sucedía
en muchas otras ciudades del país como Mérida, Maracaibo o Valencia, en
síntesis, Venezuela era un lugar de oportunidades.
Hoy día las cosas son lo opuesto, Venezuela ha sido
secuestrada por unos malandros que se auto definen chavistas, el gobierno es
autoritario, la libertad de los ciudadanos está cuestionada y amenazada, el
crimen alcanzó números espeluznantes, la devaluación de la moneda ha llegado a
cifras impensables, la inflación la más grande del mundo, la gente es más
pobre, a aquellos que trabajaron durante muchos años han sido despojados de sus
tierras, de sus industrias y empresas, el desabastecimiento ha llegado al
límite de lo imposible, no hay papel higiénico, no hay medicinas, no hay carne,
no hay pollo, en algunos momentos hasta la gasolina y el petróleo para mezclar
se tuvo que importar, las colas son interminables, las horas que gastan los
venezolanos buscando los productos de primera necesidad son un desperdicio e
irritan la población.
Mientras tanto estos gobiernos chavistas prometen y
dicen que van a solucionar los problemas dos veces al año, pero no hacen nada
al respecto, prometieron por ejemplo reducir la inseguridad, pero esta sigue
igual, prometieron producir más petróleo pero no se ven los proyectos por
ningún lado, Gustavo Coronel en uno de sus últimos artículos nos dice entre
otras cosas que “La meta de los 4 millones de barriles diarios para 2019 que
publica PDVSA es ciencia ficción”. Explica además que “el ingeniero Nelson Hernández documentó, más
allá de toda duda, que tal propósito es prácticamente imposible de cumplir. ¿Razones? No hay dinero, no hay gerencia, no hay
logística, no hay planificación, no hay gas para la hidrogenación del petróleo
pesado. No hay, no hay…” http://www.noticiasdevenezuela.org/2015/07/30/el-papa-francisco-condena-a-la-faja-del-orinoco-a-vestir-santos/
PERO COMO SABEMOS, EN VENEZUELA NO SOLO HAY UN
GOBIERNO INCAPAZ Y DESHONESTO, SI NO QUE ES AUTORITARIO, NO HAY PLENAS LIBERTADES,
NO HAY UNA DEMOCRACIA, NO HAY UNA ASAMBLEA QUE REPRESENTE AL PUEBLO, PUESTO QUE
ESTÁ AL SERVICIO SOLO DEL PRESIDENTE, NO HAY UN SISTEMA JUDICIAL JUSTO, NO HAY
UN SISTEMA ELECTORAL CONFIABLE, NO HAY UN EJÉRCITO QUE DEFIENDA AL PUEBLO, NO
HAY SEGURIDAD, NO HAY ALIMENTOS, NO HAY ESPÍRITU PARA CORREGIR LAS COSAS, NO
HAY ESPERANZA DE REDUCIR LA VIOLENCIA, NO HAY INTERÉS POR CAMBIAR EL MODELO
ECONÓMICO, NO HAY DISPOSICIÓN DE PARTE DE LA CIUDADANÍA DE PARALIZAR EL PAÍS,
NO HAY VIENTOS DE CAMBIO, NO HAY GANAS DE HACER NADA Y ASÍ, NO HAY NINGUNA POSIBILIDAD
DE MEJORAR Y MENOS DE PROSPERAR.
Sin duda alguna la Venezuela de antes del chavismo era
1000 veces mejor, los venezolanos lo saben y la añoran, el cambio vendrá,
¿cuándo? No lo sabemos, pero al igual que sucede en los partos, será a través
del dolor.
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