Por Carlos Vilchez Navamuel, 08/08/2015
Como se sabe, la actividad de la caza a nivel mundial
es una realidad y en muchos países está muy bien regulada, a los cazadores se
les permite matar animales por altas sumas, y lo hacen bajo ciertas condiciones
y regulaciones que existen en grandes parques, en África por ejemplo oscilan
entre $50.000 y $250 dólares dependiendo del animal. También es cierto que
existe la caza ilegal, pero es perseguida y penada.
Al parecer y según algunas informaciones, este león
fue atraído por un cebo para sacarlo del parque donde se encontraba, por lo que
su cacería fue legal. Se afirma también que al cazador del león Cecil, el
dentista estadounidense, Walter James
Palmer, le costó la faena $50.000 dólares, según nos cuenta el escritor y
periodista Andrés Oppenheimer, En su reflexión nos dice primero que “No hay
duda de que la matanza del león Cecil es una barbaridad, y que debe ser
castigada, pero me hubiera gustado que al menos una fracción de la atención que
le estamos prestando al felino de Zimbabue se hubiera destinado a otras
tragedias que están pasando casi desapercibidas en todo el mundo, incluso en el
propio país de Cecil”. Y agrega “Las denuncias de asesinatos masivos
atribuidos al dictador de Zimbabue, Robert Mugabe. Ya hay más de 76 millones de
búsquedas en Google para “Cecil el león”, un número sorprendente teniendo en
cuenta que la noticia de su muerte se conoció hace menos de dos semanas.
Comparativamente, “Robert Mugabe”, que ha estado en el poder desde la década de
1980, muestra solo 9 millones de busquedas en Google. Mugabe, además de
destruir la economía de su país, fue primer ministro durante las llamadas
masacres de Gukurahundi en 1983, en las que perdieron la vida unas 20,000
personas. Según un artículo reciente de Stuart Doran en el diario británico
“The Guardian”, nuevos documentos históricos muestran que Mugabe “fue el
arquitecto principal de los asesinatos en masa planificados y ejecutados de
manera sistemática”.http://www.elnuevoherald.com/opinion-es/opin-col-blogs/andres-oppenheimer-es/article30099870.html#storylink=cpy
Esta reflexión que hace el conocido periodista no solo
es atinada, si no que pone en perspectiva lo que para nosotros es un
sentimiento y una visión exagerada de muchas personas que dicen estar
consternadas por esto hecho en cuestión, y decimos que ha sido exagerada porque
estas mismas personas que llaman la atención por la muerte del león
(generalmente ambientalistas) no lo hacen de la misma forma por los niños o
mujeres que son asesinados, mutilados a diario en países donde aún existen
atropellos, ignorancia, fanatismo y cero tolerancia con sus semejantes.
El mejor ejemplo de esto que estamos afirmando ocurre a
diario con grupos de musulmanes fundamentalistas como son El Estado Islámico de
Irak y el Levante al-Dawla al-Islāmīya fī al-ʻIrāq wa-al-Shām;
EIIL por sus siglas en castellano e ISIL o ISIS en inglés) —llamado
oficialmente según sus propios integrantes como Estado Islámico que han
asesinado a niños y mujeres cristianas y, a esta gente no la vemos una alarma
de esta gente por estos sucesos que son de una magnitud sin igual y mucho más
reprochables. http://seprin.info/2014/08/26/el-grupo-isis-viene-masacrando-cristianos-incluso-decapitando-ninos/
Pero la tragedia y la desgracia de muchos niños y
mujeres que existe actualmente en el mundo no es solo por las masacres de los
fundamentalistas o por las discrepancias entre tribus que ocurren en
África, si no por otros intereses como
la esclavitud de muchas formas de niños o jóvenes y de mujeres que es
totalmente ignorada por estas mismas personas que utilizaron las redes sociales
para expresarse sobre el viejo león, lo mismo sucede cuando ocurren grandes catástrofes
naturales como la de Haití donde murieron cerca de 200.000 personas pero a los
ambientalistas no se les vio por ninguna parte. Extraña esta actitud. ¿No les
parece?
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