Cuando ya nos hemos inscrito los
candidatos de la Unidad Democrática y los de Maduro para la elección de los
integrantes de la próxima Asamblea Nacional, se aproxima una decisión que
marcará el presente y el futuro de Venezuela. El próximo 6 de diciembre el
pueblo venezolano se pronunciará sobre el destino que quiere para nuestro país.
La trascendencia de lo que está en juego le exige a todo el que se sienta
venezolano, y le importa su país, su deber de participar votando para que su
opinión sea parte de la voluntad nacional.
Convocamos a todos los que crean que el
país no va por el rumbo correcto a que participen tanto con su voto como con su
activación para concientizar a la población sobre la extraordinaria importancia
de las próximas elecciones parlamentarias, porque ellas significan la gran
oportunidad para iniciar un cambio en nuestro país, que convierta en realidad
la esperanza de una vida mejor para todos, de reconstruir las instituciones
sometidas, y rescatar juntos nuestros mejores valores éticos, la reivindicación
del trabajo, la honestidad y la hermandad entre los venezolanos, como los
principales símbolos de la identidad nacional.
El cambio que proponemos tiene como
objetivo central restablecer la vigencia de los derechos establecidos en la
Constitución para todos los ciudadanos, empezando por el derecho a la vida hoy
amenazada por la delincuencia desbordada acompañada de la impunidad generada
por una justicia partidizada; el derecho a la salud hoy privatizada por la
ineficiencia de los servicios públicos de salud al punto de que las clínicas
privadas están sobrepasadas en su capacidad además de los altos costos de los
servicios médicos y la gran dificultad para conseguir las medicinas; la
educación, que es la mejor vía para la superación del pueblo, cada día es de
peor calidad, tanto porque a los educadores no se les paga lo que se merecen, y
muchos se han ido o cambiado de profesión, como por el hecho de que de acuerdo
a las políticas de este gobierno lo importantes es que los estudiantes pasen de
grado o se gradúen en cualquier cosa, aunque no aprendan nada; el derecho a la alimentación
cada día está más amenazado por el alto costo de la vida y la escasez de
alimentos, que son consecuencia directa de la destrucción de la economía
nacional por la acción de un modelo comunista corrupto que además ha destruido
la capacidad adquisitiva del bolívar, porque a pesar de que le quitaron tres
ceros para llamarlo “bolívar fuerte” hoy es más débil que nunca, y quien está
pagando las facturas del fracaso de este gobierno es el pueblo asalariado que
es la gran mayoría, pero que sufre el drama de que su sueldo es en bolívares y
los precios de lo que necesita comprar están dolarizados; el derecho a la
propiedad privada amenazado por las expropiaciones y las arbitrariedades debe
ser restablecido para que la inversión nacional y extranjera tengan la
confianza para generar empleo estable y bien remunerado, y para producir
comida, bienes y servicios en general, que es la única vía de combatir el alto
costo de la vida.
Aprobaremos una Ley Orgánica de
Desarrollo Agrícola y Seguridad Alimentaria, que le dé piso estable y seguridad
jurídica a la producción de alimentos para combatir la escasez y el alto costo
de la vida, y una Ley para la eficiencia de los Programas Sociales que
garanticen la protección de los más necesitados.
Luchamos por la unidad para el cambio,
porque no queremos que nuestros jóvenes, y muchos de nuestros mejores recursos
humanos, se tengan que ir del país porque en Venezuela no pueden desarrollar
sus proyectos de vida. Debemos cambiar este modelo de gobierno que no tiene
derecho a someter a los venezolanos a esta desgracia de colas, altos costos de
la vida, y escasez, que son insoportables para la gente que no merece tanta
humillación e indolencia. La corrupción insaciable y sin control no puede
seguir destruyendo nuestro país.
Esta elección de la nueva Asamblea
Nacional se convertirá en el inicio y precipitación del cambio político y
económico porque nuestro pueblo si tiene derecho a vivir en paz, a trabajar y
producir, a estudiar para superarse y a que el producto de su trabajo que es el
salario no sea destrozado por la inflación y la escasez, y también tiene
derecho a un gobierno que le proteja sus vidas y sus bienes que hoy están en
manos de una delincuencia que se aprovecha de la ineficiencia, complicidad e
impunidad que caracteriza a este modelo de gobierno.
Este 6 de diciembre aparece en el
horizonte como un sol naciente que ilumina nuevos tiempos de cambio político y
económico en beneficio del pueblo venezolano. Participa con tu voto, has la
última cola para salir de esta pesadilla y construyamos un mejor presente y
futuro para nuestro pueblo. Hazlo por Venezuela.
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