Por Miguel Ángel Santos
La nueva Asamblea Nacional
será juramentada en medio de la mayor crisis económica que haya sufrido
Venezuela en toda su historia. Las cifras récord de inflación y
desabastecimiento se conjugan con la mayor caída en la producción y en el
salario real que se haya registrado hasta la fecha.
En un momento en que nuestro
consumo depende de las importaciones como nunca antes, las importaciones reales
por habitante apenas están por encima de las de El Caracazo (1989), la crisis
bancaria durante el gobierno de Rafael Caldera (1994-1996) y la huelga general
(2002-2003).
Venezuela abrirá el 2016
exangüe. Nuestras reservas internacionales representan apenas poco más de
cuatro meses en importaciones, el nivel más bajo registrado en los últimos
veinticinco años. Si se liquidaran todas las reservas internacionales que
reporta hoy el Banco Central de Venezuela, apenas alcanzaría para cancelar el
servicio de deuda externa correspondiente al año 2016. Venezuela ha dispuesto
también del 80% de sus Derechos Especiales de Giro en el Fondo Monetario
Internacional, lo que deja disponibles por esa vía apenas 500 millones de
dólares.
Las raíces del desastre
económico, resultado de la insistencia en la adopción de un modelo económico
fracasado con la ausencia absoluta de mecanismos de rendición de cuentas, van
mucho más allá del alcance de la Asamblea Nacional. Sin embargo, la mayoría
calificada de dos tercios abre posibilidades importantes para empezar a
corregir algunas de las prácticas que provocaron esta crisis.
El bloque del cambio tiene
tiempo reflexionando sobre estos temas, y como resultado de ese proceso ha
acordado una agenda legislativa concreta para el próximo
ejercicio legislativo. Este conjunto de propuestas está claramente centrado en
la legislación que rodea la resolución de los principales problemas de la
gente: alto costo de la vida, desabastecimiento, e inseguridad. Las propuestas
que se encuentran a continuación están pensadas como complemento a dicha agenda
legislativa, y tienen que ver más con el marco que rodea la formulación y
ejecución de la política económica.
Nos inspiran tres principios
rectores. En primer lugar, son propuestas de bajo costo político con el
potencial de generar un alto impacto en la eficiencia con que administramos
nuestros recursos. En segundo lugar, están orientadas a restaurar la
transparencia en la administración de las cuentas públicas. Y el
tercero es consecuencia del anterior: establecer los mecanismos de
rendición de cuentas, para que la Asamblea Nacional recupere su rol como monitor
y contralor de la administración de los recursos públicos.
Reestablecer la Oficina de
Asesoría Económica
y Financiera de la Asamblea Nacional (OAEF)
En 1997, bajo los auspicios
del Banco Inter-Americano de Desarrollo, se creó la Oficina de Asesoría Económica
y Financiera del Congreso de Venezuela (OAEF). El propósito de la oficina era
proveer una asesoría especializada a las comisiones y representantes del
Congreso Nacional. Su primer director fue Gustavo García y bajo su mandato
(1997-2000) la oficina estuvo integrada por economistas de alta formación sin
ninguna vinculación partidista. A partir de entonces (2000-2004) fue dirigida
por Francisco Rodríguez, hasta que el Presidente Hugo Chávez tomó la decisión
de cerrarla en 2004 por razones políticas.
La idea de la OAEF es abrirle
a los miembros de la nueva Asamblea Nacional una ventana de consulta. Es una
oportunidad de aprovechar la experiencia y el conocimiento económico de un
conjunto de profesionales venezolanos de alto nivel, para asesorarse en relación
con el origen de nuestros males, nuestra situación actual, los costos y
beneficios de diferentes opciones de políticas públicas que tenemos para salir
adelante. De esta forma, la oficina sería una suerte de faro que serviría a los
miembros Asamblea Nacional de orientación a la hora de tomar decisiones y
elaborar leyes asociadas a nuestro desempeño económico.
Los análisis y documentos
producidos por la OAEF, a título propio o en respuesta a solicitudes de las
correspondientes Comisiones de la Asamblea Nacional no serán vinculantes, pero
sí deben ser de carácter público. De lo que se trata es de promover la
transparencia, de poner el conocimiento de los integrantes de la OAEF al
servicio de la sociedad venezolana, y aumentar el acervo de conocimiento colectivo
en relación con nuestros problemas económicos y las diferentes opciones de
política disponibles.
Presupuesto de la Nación
A partir del año 2006, el
gobierno ha venido ejecutando una fracción importante del gasto público a
través de estructuras paralelas que escapan el escrutinio de la Asamblea
Nacional. Estimar en qué medida se ha extendido esta práctica es cada vez más
difícil, toda vez que el Ministerio de Finanzas ha seguido el mismo camino del
Banco Central de Venezuela y suspendido la publicación de estadísticas claves
para monitorear el desempeño de la economía nacional. Las últimas estadísticas
de las finanzas del gobierno central que se han hecho públicas corresponden al
año 2013. En el caso del sector público restringido la situación es todavía
peor (2011).
De acuerdo con los estados
financieros base caja del gobierno central y sector público restringidos
publicados para el 2011, 38% del total del gasto público ocurría fuera del
gobierno central. En los últimos años, diferentes estimados de este porcentaje
podrían variar entre 29% (2012) y 33% (2013). En cualquier caso, la Asamblea
Nacional sólo tiene competencias para aprobar e inspeccionar la ejecución del
presupuesto de gobierno central, quedando esa otra proporción fuera de todo
mecanismo formal de transparencia y rendición de cuentas.
La Asamblea Nacional debe
promover la legislación necesaria para reubicar el gasto público que
actualmente se está realizando desde estas estructuras paralelas, para que
pueda ser ejecutado a través de canales regulares, transparentes y auditables.
Esta consideración es particularmente válida para los casos del Fondo de
Desarrollo Nacional (FONDEN) y el Fondo Chino. Entre ambos mecanismos se han
desviado al menos 170.716 millones de dólares (116.716 y 54.000 millones de
dólares respectivamente), sin que los venezolanos tengan a la fecha ninguna
relación concreta del destino de dichos fondos. Reformas como ésta permitirían
poner coto a la ejecución discrecional y opaca del gasto público, y
contribuiría a proteger a futuro las finanzas públicas y los intereses
nacionales de esta perversa tendencia, mientras el bloque del cambio adelanta
la correspondiente agenda de investigación e interpelación.
En términos generales, la idea
es reestablecer al Gobierno Central, y a las gobernaciones y alcaldías bajo la
figura del Situado Constitucional, la responsabilidad por la ejecución del
gasto público. De esta forma cobran vigencia los mecanismos de rendición de
cuentas previstos en el ordenamiento legal, y colocan el gasto público en su
conjunto bajo el escrutinio de la Asamblea, sin poner en riesgo desde el punto
de vista legal el financiamiento de programas sociales o una agenda de
inversiones productivas.
Banco Central de Venezuela
La mayoría calificada de dos
tercios abre la posibilidad de sustituir directores del Banco Central de
Venezuela, pero solamente en los casos en que se demuestre que han faltado a
sus responsabilidades. En el Artículo 27 de la Ley del Banco Central de
Venezuela, en su segundo párrafo reza:
“El incumplimiento sin causa
justificada del objetivo y las metas del Banco dará lugar a la remoción del
Directorio, mediante decisión adoptada por la Asamblea Nacional con el voto de
las dos terceras (2/3) partes de sus integrantes. En todo caso, la remoción no
afectará a aquellos miembros del Directorio que hubieran hecho constar su voto
negativo o salvado en las decisiones que hubieren dado lugar al incumplimiento”
De igual forma, la
Constitución de 1999 en su Artículo 318 establece que: “el objeto
fundamental del Banco Central de Venezuela es lograr la estabilidad de precios
y preservar el valor interno y externo de la unidad monetaria”.
No existe ninguna duda de que
el Directorio del Banco Central de Venezuela ha faltado a sus
responsabilidades, objetivos y metas. El financiamiento monetario del déficit
fiscal, los créditos extendidos a otros entes del sector público, han provocado
un crecimiento de 130% en la base monetaria desde noviembre 2014 hasta octubre
2015. Esta expansión, en combinación con políticas de controles de precios y
persecución permanente a la inversión privada, han engendrado una inflación de
tres dígitos, la más alta del mundo. En paralelo, ha ocurrido una depreciación
masiva de la moneda nacional, tanto en el mercado oficial, como en el paralelo.
En medio de estos desajustes,
el directorio del Banco Central ha ordenado suspender la publicación de
estadísticas fundamentales para monitorear el rumbo de la economía. La
inflación, uno de los indicadores esenciales para evaluar qué tan fiel ha sido
el Banco Central a su mandato de velar por la estabilidad de precios, y
elemento fundamental para la negociación de contratos laborales, no ha sido
publicada desde diciembre de 2014. La balanza de pagos y las estadísticas de
demanda agregada (que incluyen producto interno bruto, consumo privado e
inversión), fueron publicadas por última vez el tercer trimestre del 2014.
Estas fallas no han sido ni
las únicas ni las más dañinas. Bajo la tutela del directorio del Banco Central
de Venezuela y a raíz de la modificación de la Ley del Banco Central de
Venezuela (2005), el instituto ha venido transfiriendo enormes cantidades de
reservas internacionales al Fondo de Desarrollo Nacional (FONDEN). Las cifras
varían según la fuente, lo que ya de por sí dice mucho acerca de la falta de
transparencia que rodea el mecanismo de traspasos. De acuerdo con la escueta
memoria y cuenta de FONDEN, hasta el 2013 había recibido 47.713 millones de
dólares en transferencias del Banco Central de Venezuela. De acuerdo con éste
último, para el 2005 el total de transferencias acumuladas (desde 2005)
totalizaban 56.217 millones de dólares. Como se ha resaltado en el punto
anterior, hasta la fecha los venezolanos no tienen idea de qué ha hecho el
FONDEN no sólo con los recursos transferidos por el BCV, sino con los 67.507
millones de dólares que han recibido desde PDVSA. En total, representan 116.716
millones de dólares cuyo destino es completamente desconocido para los
venezolanos.
La agenda legislativa del
bloque del cambio ya ha contemplado interpelar al Presidente del Banco Central
de Venezuela en relación con el “ocultamiento de indicadores económicos y sobre
la política monetaria”. Dentro del contexto de estas mismas acciones, conviene
que la nueva Asamblea Nacional considere la posibilidad de:
1. Exigir al directorio
del Banco Central el restablecimiento de la publicación de las cifras de
inflación, balanza de pagos, demanda agregada interna, escasez, y demás
indicadores estadísticos que han sido suspendidos
2. Proceder con la
remoción y el nombramiento de los dos nuevos miembros del directorio que le
corresponde asignar a la Asamblea Nacional de acuerdo con el Artículo 16 de la
Ley del Banco Central de Venezuela
3. Promover una nueva Ley
de Datos Abiertos que regule la forma mediante la cual se pone a disposición de
los ciudadanos los datos de carácter público, generados por las dependencias y
entidades de la Administración Pública y por las empresas productivas del
Estado con el objeto de facilitar el acceso, uso, reutilización y redistribución
de esta información con cualquier fin (de forma gratuita, oportuna, permanente,
desagregada y procesable de forma automática)
4. Promover una nueva Ley
del Banco Central de Venezuela, para:
4.1. Detener las
transferencias de reservas al FONDEN y otras fuentes extra presupuestarias y
reestablecer la autonomía del ente emisor
4.2. Consolidar las
reservas en dólares del sector público consolidado en el Banco Central de
Venezuela, para que puedan estar a la vista y responder al escrutinio de la
Asamblea nacional y del público en general
4.3. Reconfigurar el
mecanismo de remoción y nombramiento de los miembros del directorio del BCV, de
forma tal que la institución tenga la posibilidad de actuar forma autónoma del
Ejecutivo, en pro de la consecución de los objetivos trazados para la misma en
el texto constitucional.
Aunque el nombramiento del
Presidente del Banco Central de Venezuela y los otros cuatro directores
corresponde al Presidente de la República, la Asamblea Nacional tiene un
mandato suficientemente amplio y fuerza política suficiente como para exigir la
renuncia en pleno del directorio, vistas las faltas en el cumplimiento de sus
responsabilidades y objetivos, y el ocultamiento que se ha hecho de las
estadísticas económicas de la nación.
Este conjunto de reformas
tienen el potencial de corregir el rumbo de algunos elementos claves del
funcionamiento de nuestra economía, a la vez que enviarían señales muy fuertes
a los mercados internacionales acerca de la seriedad y transparencia que
promueve la nueva Asamblea Nacional. Sólo de esta forma podemos cambiar la
percepción de riesgo soberano y reabrir las puertas de los mercados
internacionales para Venezuela. Así mismo es necesario transitar este camino
para reestablecer los mecanismos que facilitan el control institucional, la
planificación fiscal de entidades públicas y privadas, y la investigación
independiente sobre el estado de nuestra economía y los determinantes de la
pobreza y el estancamiento productivo.
Durante esta última década la
arquitectura de administración y ejecución del gasto público fue gradualmente
diluida en un conjunto de entes parafiscales y fondos, que escapan los
mecanismos formales de rendición de cuentas y sobre los cuales tenemos muy poca
información. La nueva Asamblea Nacional debe ser capaz de entender esa
arquitectura y desmontarla, restituyendo al gobierno central, gobernaciones y
alcaldías, las responsabilidades de ejecución de gasto bajo que les
corresponden bajo los mecanismos que de control y rendición de cuentas contemplados
en la ley. De igual forma, le corresponde a la Asamblea el establecimiento de
mecanismos formales para salvaguardar el patrimonio de la nación durante el
proceso de transición política que arrancó el pasado 6 de diciembre.
22-12-15
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