Por Oscar Bastidas-Delgado
Sin haber jamás en su gestión
oído la voz de su militancia de base y menos la de las dispersas juntas
comunales y supuestas comunas que se supone existen en el país, y siguiendo la
costumbre de la dedocracia con la que fueron nombrados por el fallecido primer
mandatario en el PSUV y en la candidatura presidencial, algunos cabello –
maduristas se reunieron en los espacios de la Asamblea Nacional (AN) para
seguir el juego distractor de los verdaderos problemas del paíssin convencerse
de que los militares y los burócratas creen solo en el verticalismo y no en
participación protagónica alguna y que estaban siendo utilizados por los
grandes perdedores de los pasados comicios para ocultar la aplastante derrota
que “con el mejor sistema electoral del mundo” en sus manos, le propinamos
desde la oposición.
El Parlamento Comunal
Nacional, un feto engendrado en los escritorios del partido solitario de la
revolución al interior de las “leyes del poder popular” del 2009 para funcionar
solo en las comunas, fue sacado de la manga oficialista en su huída desesperada
de los espacios de la AN con el único fin de “servir para la elaboración de
propuestas que fortalezcan las políticas del gobierno nacional” y "apoyar
al presidente Nicolás Maduro “ante la nueva composición política de la Asamblea
Nacional que se instalará en enero próximo dominada mayoritariamente por la
oposición” en “comunas en las que tiene que haber revolucionarios, no
escuálidos”; Cabello olvidó afirmar que la supuesta Guerra Económica no es
sino el harakiri económico de Maduro y su gabinete. Ojala tuviesen la dignidad
de los japoneses.
La supuesta instalación de ese
feto con representantes improvisados y desconocidos también escogidos a dedo,
sin directiva visible, anónima, ratifica nuestra apreciación de que los pocos y
dispersos consejos comunales y comunas solo son herramientas oficialistas
para la dependencia de súbditos fundamentalistas en espacios de exclusión
de no revolucionarios en la construcción de un Estado Comunal que al igual que
el Estado Islámico, Daesh o Isis, del “sultán” Abu Bakr al-Baghdadi, parte de
“espacios liberados”.
Definitivamente, el dúo
Cabello – Maduro no se ha percatado de que el único territorio liberado en
nuestro país es el de la AN - ¡y no solo de las fotos de Chávez! – y que en
nuestro país ese adefesio comunal no tiene vida por carecer de asidero
constitucional y porque, de insistir el Ejecutivo en mantenerlo, morirá de
inanición al no tener nutrientes presupuestarios; en este neo-país de
pedigüeños mantenido gracias al fácil ingreso petrolero, jamás los militantes
del oficialismo sacarán dinero de su bolsillo para mantenerlo. De existir
una partida presupuestaria entre esas que sin concepto y direccionalidad aprobó
para blindarse la moribunda AN, con las dos terceras partes de la nueva se
levantaría la sanción y enterraría ese mamotreto.
No perdamos de vista los
pataleos de ahogado de Cabello: irán desde parir engendros como ese y ceder la
señal televisiva de la AN a los militantes de esa emisora, pasando por
nombramientos de incondicionales sin méritos y fuera de lapsos en cargos claves
como el de la nueva “defensora pública”, hasta raspar la olla de la AN girando
cheques a diestra y siniestra a proveedores, amigos y las centenas de
“asesores” de sus comisiones. La autonomía de la AN permite contratar
auditorías de gestión y financiera; claro está, debe ser por una firma nacional
que las hay y son de primera, no por temor a que a las extranjeras las
califiquen de imperialistas, si porque será preferible que los trapos sucios que
se detecten los conozcan primero lo de la nueva casa.
25-12-15
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