Por Vanessa Moreno Losada
“¡Altísimos!”, es la respuesta
frecuente de la gente cuando se le pregunta por los precios de los juguetes.
Marcas como My Little Pony, Avengers, Hot Wheels, Barbie, Bratz y Nerf
encabezan la lista de las cartas al Niño Jesús, pero en los bolsillos de los padres
la prioridad es economizar costos y las imitaciones se convierten en
preferencia.
En promedio el ahorro que se
puede conseguir si se elige la copia de un producto es de 50%. Por
ejemplo, una muñeca Monster High se oferta en la General Import entre 32.000 y
42.0000 bolívares; mientras que un juguete con características similares
llamado Peculiar Girl está en 18.000 bolívares. Sin embargo hay imitaciones con
precios más económicos: el juego de Monopolio cuesta 23.000 bolívares en su
versión original y la imitación está en 1.700 bolívares.
“Es preferible comprar una
muñeca parecida a la Barbie en 3.000 bolívares, que una de marca que cuesta
15.000. Son niños y solo juegan por dos dìas y después los dejan”, se dijo así
misma una mujer que buscaba el regalo para su nieta de 5 años de edad en la
General Import, ubicada en San Jacinto, en el centro de Caracas.
A su lado se estaban Karim
Bracamonte y Rafael Zapata, quienes evaluaban los detalles de la línea Drácula
de la Monster High. Dicen ser coleccionistas de juguetes, por lo que saben que
el incremento de los precios este año es superior al 100%. “En 2014 compré
una Moxie Teenz en 800 bolívares, ahora están en 8.900 bolívares, en esta misma
tienda”, dijo Karim, quien gastó casi 10.000 bolívares en el Niño Jesús de su
hijo.
Rafael, su acompañante, agregó
que este año los padres no pudieron resolver los regalos de Navidad con el
cupo electrónico de Cadivi. Calculó que un juguete traído por encomienda
no supera los 5.000 bolívares, aquí la misma pieza cuesta 50.000.
La cultura de supermercado se
extendió a las jugueterías este 2015, esa en la que se espía las bolsas del
otro y se pregunta dónde se consiguió tal o cual cosa. Este miércoles, 23 de
diciembre, los padres veían los productos que llevaban los otros para saber si
ese tenía mejor precio. Si así era, corrían a buscarlo por toda la General
Import, cuyos estantes estaban repletos de mercancía desorganizada por los
clientes.
Los precios de cinco cifras no
ahuyentaron a los compradores. Aunque las etiquetas de los juguetes superaban,
en la mayoría de los casos, un salario mínimo, las tiendas este 23 de noviembre
estaban repletas de padres apurados.
Solo en la General Import el
día de ayer habían asistido 8.000 clientes, según el gerente de la tienda que
pidió no ser identificado. Estimó que al cierre del 24 de diciembre, la
cantidad de clientes aumentaría a 15.000 personas.
“Las familias hacen el
esfuerzo de comprarle el juguete al niño, porque no se pueden quedar sin su
regalo. Por lo general, los clientes preguntan por una marca, pero al ver
los precios se deciden por lo más económico”, justificó el comportamiento, José
Perozo, uno de los encargados de la juguetería Comercial Triple H, ubicada
frente a la General Import.
Perozo tiene 15 años
trabajando en ese negocio y considera que las ventas disminuyeron respecto del
año pasado. “En 2014 recibimos a 800 personas entre el 23 y 24 de diciembre.
Pero esta temporada las ventas mermaron un poco, quizás lleguemos a los 600
clientes”, calculó.
En el centro comercial Sambil
la tienda Hobby 2000 incluso tuvo que aplicar la estrategia de los mercados:
obligar a los clientes a hacer cola fuera del local para evitar la
aglomeración. Cada diez minutos, una empleada en la puerta hacía pasar a las
personas en fila.
“Los niños no tienen la culpa”
El pesar de los padres este
2015 es que solo pueden adquirir un juguete por cada hijo. Gilbis Monzón
gana sueldo mínimo. Mientras veía unos collares de juguete dijo que su
satisfacción es que al menos sus chamos pueden recibir su Niño Jesús. Detalló
que el varón de 6 años de edad pidió un monopatín (28.000 bolívares) y su hija
de 4 años dibujó una muñeca en su carta al Niño Jesús (5.000 bolívares).
“No tendrán lo que pidieron, pero seguro tendrán su regalo”, afirmó.
Emeli Rodríguez, comerciante,
salió de la Toy Store, en el centro comercial El Recreo, con las manos vacías.
Estaba buscando un “detallito” para uno de los cuatro sobrinos que tiene, pero
los precios eran inaccesible para ella. “Esta situación es muy triste,
porque los años anteriores yo le regalaba a todos. Es injusto que solo uno
reciba un juguete. Los niños no tienen la culpa”, manifestó.
Agradeció que actualmente dos
de sus tres hijos son adolescentes, pues el Niño Jesús es más económico para su
niño de 3 años. En él invirtió 21.000 bolívares por una gandola de
juguete, con bloques para armar. “Menos mal que a los grandes les compré
años atrás los celulares, tabletas y Xbox. Ahora no podría dárselo”, agregó.
De las siete tiendas
infantiles que visitó Efecto Cocuyo este miércoles 23 de
diciembre solo una lucía completamente abastecida. Según el encargado de la
General Import, la noche del martes recibió cinco camiones de productos, por
eso sus estanterías tenían la mayor variedad de mercancía.
Los comerciantes consultados
indicaron que este año son pocos los productos importados que hay en el
mercado. “Casi todo es de producción nacional”, aseguró el gerente de la
General Import.
Pero en El Recreo y El Sambil
el panorama no era el mismo. En la Hobby 2000 y Little People, del centro
comercial de Chacao, la mercancía desaparecía al final de los anaqueles, al
igual que en la Toy Store de El Recreo. Allí dejaron de recibir productos en la
segunda semana de diciembre y la Nacho Toy tenía la parte posterior de sus
cuatro anaqueles vacíos. En estas tiendas los precios no bajaban de los 10.000
bolívares y eran pocos los clientes que finalmente compraban un ítem.
“Las ventas están bien porque
los precios están tan altos, que con pocos productos vendidos tenemos un buen
día”, comentó una de las empleadas de la Toy Store, que agregó que este martes
solo seis personas habían comprado.
23-12-15
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