Luis Manuel Esculpí 27 de diciembre de 2015
@lmesculpi
Quedaron descolocados, solo un
pequeño grupo de los dirigentes admitía que podían ser derrotados. Ellos
inventaron a última hora lo de “la brecha se está cerrando”. No estaban
preparados para sufrir esa paliza. La mayoría llego a convertir en una suerte
de axioma sus consignas. Creían contra toda lógica que “habían llegado para
quedarse”. Diseñaron un sistema electoral que sobre representaba a las
mayorías, terminó resultándoles un boomerang. El desconcierto se evidencia en
casi todas sus reacciones. Aunque surgen voces de alertas que llaman a la
sensatez, el signo dominante lo constituye la turbación.
Responden con ocurrencias sin
sentido. Lo del Parlamento Comunal es apenas una muestra. Impugnar por lo de
los votos nulos terminaría perjudicándolos más aún. En los pocos circuitos que
ganaron es donde se observan mayor cantidad de votos inválidos. Han llegado al
colmo de la desfachatez al señalar al sistema electoral que han calificado como
“el mejor del mundo”; habría sido ahora vulnerado por la malicia opositora.
Sus amenazas no han surtido el efecto
esperado. No les será nada fácil cumplir con sus desesperados anuncios. Muchos
no pasarán de ser eso; meros anuncios sin consecuencias. Con gran expectativa y
tensión la Asamblea Nacional se instalará. La comunidad internacional sigue con
atención el comportamiento gubernamental. Al igual que el 6D observará el 5E.
El gobierno está consciente y le inquieta (aunque lo disimule) la imagen que
proyecta. Junto al cambio en la correlación de fuerzas internas les preocupa,
es más, los desespera la pérdida de influencia en el escenario internacional.
De allí sus notables incoherencias.
Les exacerba la respuesta de la
dirección opositora. La MUD responde con temple pero evade las continuas
provocaciones. Persiste en la conducta que ha conducido a la Victoria. Tal
actitud a veces es incomprendida incluso por voces del mundo opositor que se
expresan a través de las redes sociales, es natural que así sea, porque las
primeras impresiones impactan y en muchas oportunidades la dinámicas de las
redes no posibilitan la reflexión serena más allá de las imágenes iniciales.
Sin embargo algunos opositores incrédulos han recuperado la confianza y ya no
le paran a los mensajes alarmantes que ponen a circular diversos laboratorios
que funcionan, algunos de ellos fuera del país.
Hemos dado un paso decisivo para
iniciar el proceso del cambio. Pero es un paso, nos falta aún mucho camino por
andar. En una ruta plena de posibilidades y a la vez no exenta de riesgos, pero
es la que tendremos que recorrer. Así como demostró su justeza en el trayecto
andado hasta hoy y la capacidad de conducción política, la MUD tendrá que
situarse a tono con las nuevas exigencias. Actuar con la mayor amplitud para
que importantes sectores que se distancian del oficialismo puedan percibirnos y
asumirnos como su alternativa.
Junto al estudio de los diversos
escenarios que pudieran presentarse -lo que ha sido una constante en la
dirección- la conservación, desarrollo y afinamiento de la organización y los
equipos que permitieron el triunfo, hay que atender tareas que se desprenden
del nuevo ejercicio parlamentario.
Un amigo ya fallecido, quien fuera
dirigente estudiantil, dirigente guerrillero y posteriormente fundador de la
Causa R; Alfredo Maneiro acostumbraba repetir un concepto que no olvido: “La
solución de un problema, lleva consigo el planteamiento de nuevos problemas”.
Así es en la lucha social y política, así es la vida. Sorteamos gran cantidad
de obstáculos para abrirnos paso, encontraremos nuevos obstáculos que también
tendremos que superar, asumiremos nuevos retos para alcanzar el cambio y
disponernos a construir el país que merecemos. A vivir una nueva época que está
por nacer, para progresar en medio de la libertad y la democracia. Estos
propósitos nobles nos orientan a continuar la lucha emprendida y cuyos frutos
ya comenzamos a cosechar.
@lmesculpi
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