11 de diciembre de 2015
Este
último informe de la Misión de Estudio de estas dos instituciones cuestiona la
falta de sanciones por el uso de recursos públicos por parte de funcionarios
del Gobierno; la extensión ilegal del horario de cierre de mesas; el retardo en
la emisión de los resultados definitivos; la falta de equidad en el acceso a
los medios de comunicación y las limitaciones a la cobertura de la jornada
electoral. También propone una reforma destinada a garantizar el principio de
proporcionalidad del voto
“Insistimos que el sistema electoral venezolano tiene su fortaleza en
el proceso automatizado de votación. Sin embargo, en el día de los comicios
hemos observado con preocupación la inacción de la autoridad electoral ante
muchas situaciones que constituyen malas prácticas electorales, minando la
equidad, la integridad y la transparencia del proceso electoral, y que fueron
previamente advertidas”, indican en su informe Postelectoral el Centro de
Estudios Políticos de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) y el Instituto
para la Democracia y la Asistencia Internacional (IDEA Internacional), emitido
este viernes en Caracas.
Con este informe de cierre -con base en las recomendaciones señaladas
en los estudios preliminar y de seguimiento- la Misión de Estudio UCAB-IDEA Internacional
ha evaluado las condiciones electorales del 6D. “Es oportuno destacar que las
elecciones parlamentarias en Venezuela se realizaron en un clima de
tranquilidad y paz, en el que los ciudadanos pudieron manifestar sus
preferencias políticas en un ambiente libre de intimidación, miedo y
violencia”, aclaran.
“Atendiendo al espíritu propositivo que ha orientado el trabajo de esta
Misión de Estudio, consideramos altamente preocupante la pasividad del Consejo
Nacional Electoral para evitar y sancionar el uso de recursos públicos, así
como las violaciones a la finalización de la campaña por parte del Presidente
de la República, funcionarios del gobierno y candidatos del PSUV, así como por
los medios del Estado, en contraste con la respuesta inmediata dada por el ente
electoral a cualquier actuación no ajustada a la norma de parte de algún vocero
de la oposición, o incluso de sus acompañantes internacionales, evidenciándose
una clara parcialización en sus actuaciones. Como resultado de ello, el CNE
nunca actuó de manera efectiva para evitar o reducir el marcado ventajismo que
caracterizó a la pasada campaña electoral que, en nuestro informe preliminar
señalamos como la principal debilidad del proceso electoral venezolano”.
En segundo lugar, la injustificada e irregular prórroga del período de
votación de 6:00 pm a 7:00 pm por parte del Consejo Nacional Electoral, sin la
debida aprobación de todos los rectores principales del organismo electoral,
constituyó un acto que “violó la legislación electoral, afectando la integridad
del proceso y la confianza en el árbitro electoral”, precisan.
En tercer lugar, consideran muy preocupante el retardo del Consejo
Nacional Electoral para la emisión de los resultados definitivos. El sistema
automatizado de votación y escrutinio del voto suponen una garantía para la
emisión de resultados de manera rápida y oportuna, siendo el caso que el CNE no
publicó los resultados finales, ya en boca de voceros políticos y medios de
comunicación, sino 3 días después de la elección, afectándose gravemente la
confianza y transparencia del proceso.
En cuarto lugar, estiman que la falta de equidad en el acceso a los
medios de comunicación –como consecuencia de la censura y autocensura de
periodistas y/o directivos de los mismos–, las limitaciones a la cobertura de
la jornada electoral, así como la permisividad del Consejo Nacional Electoral
para le emisión de propaganda o declaraciones invitando a votar por el partido
de gobierno por parte de funcionarios públicos y candidatos, es una omisión inaceptable
por parte del árbitro electoral.
Finalmente el informe concluye que los resultados de la elección
reflejan la desproporcionalidad del sistema electoral. “Esta vez, la MUD con el
56,2% de los votos obtuvo 112 diputados (67%), mientras que el PSUV, alcanzando
40,8% de los votos apenas logró 55 escaños (32,93%). En este sentido,
consideramos necesario una reforma electoral orientada a garantizar el
principio de proporcionalidad y personalización del voto establecido en el
artículo 186 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela”.
“Desde la Universidad Católica Andrés Bello e IDEA Internacional
ofrecemos nuestro apoyo a cualquier iniciativa proveniente de la nueva Asamblea
Nacional y cualquier sector del país con el fin de apoyar cualquier proceso que
permita generar condiciones de mayor equidad, integridad y transparencia, lo
que contribuiría a su vez a mejorar además la confianza en el ente comicial
para futuros procesos electorales”, expresa el documento que suscriben ambas
instituciones.
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