Por Lorenzo Figallo Calzadilla, 18/12/2015
Un hombre recorre el círculo revisando los pipotes de basura. Saca
plásticos, latas, comida. En una de esas obtiene una botella de ron, no queda prácticamente
nada, solo unas gotas, se las toma. Pareciera que con ello intenta aliviar el
dolor de estar día y noche en las calles, sin familia, compañía, amor, calor de
hogar, protección social. La plaza es el refugio de los olvidados. Ocultas
entre las matas se encuentran colchonetas y cartones que sirven para dormir por
un rato la angustia. No hay luz. La nocturnidad es peligrosa. El agua viene de
un chorro, sirve para bañarse, lavar la ropa, tomar agua. Así subsisten los
eternos desamparados, los pobres más pobres de nuestra tierra, el límite
extremo de la carencia, los olvidados del sistema. Sobrevivir es una
complejidad.
En el centro de la plaza una estatua de un héroe. Nadie sabe quién es, tampoco
realmente importa. Hay urgencias primordiales. El hambre consume el tiempo de
las personas. Hay que buscar entre los desperdicios, obtener algo, mañana
veremos. El instinto de sobrevivencia se mueve constantemente, exige su
cobertura.
El socialismo habla de “igualdad”, sus máximos representantes tienen
alto confort, se bañan en lujuria, se encuentran distantes de las necesidades
humano-ambientales. Detentan el poder con fuerza tiránica. Trabajan con agentes
extranjeros, entregaron el país a engendros. La soberanía está en el subsuelo
de sus conciencias.
Nunca quieren perder. Tienen afán desmedido de ganar mucho dinero,
elecciones, territorios, mando. La inmoralidad es ilimitada. La revolución es
un negocio, mientras en la nación cabalga la desidia, impudicia, oprobio. No han
generado empleo, producción, seguridad social. Por lo contrario, violan
derechos, aplastan, niegan, usufructúan. Son la sombra de la sombra. Todos los
sectores sociales han sido impactados por esta infamia gubernamental.
La opción legal, honesta, paciente, para acabar con tal degeneración ha
sido salir a votar. Se hizo con pulcritud y la oposición democrática ganó
ampliamente las elecciones. Dos millones de votos por encima del régimen, pero
totalitarios como son en pensamiento y acción, el modelo no reconoce el
triunfo. Buscan seguir cercando e inventan nuevos artilugios. Interpretan la Constitución
Nacional a su conveniencia. Crean
instancias de poder paralelo usurpando la decisión de la gente.
Los dirigentes de la depravación llaman a alzarse contra los resultados
e invitan a enfrentar. La cobardía nunca asume sola las causas y consecuencias
de sus acciones pues tienen mucho miedo. Convocan a salir en “cambote”. Los agitadores
de oficio en la retaguardia. Otros ponen sus vidas, mientras la élite espera en
su búnker. Luego de acuerdo con los resultados del evento recogen los créditos.
La “revolución pacífica pero armada” como dicen sus dirigentes, juega con el
idioma, genera ambigüedad, alimenta el enredo. El rostro desnudo del régimen
busca escondites jurídicos-militaristas con el fin de sostener la falacia. Timadores.
El voto expresó una decisión certera. Jamás algún modelo dictatorial
vencerá. Somos auténticamente libres en sentimiento, pensamiento, palabras y
ejecución. Ello, por esencia, es indetenible en el ser. Es un movimiento
dinámico interno imposible de contener. Siempre los sueños y su construcción
real caminaran conjuntamente con la gente de bien que
busca vivir en un mundo mejor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico