Por Luis Manuel
Aguana, 18/12/2015
Tengo que agradecer
a mi buen amigo Alfredo Coronil Hartmann el haber prologado en su blog mi
última nota titulada “Una solución incluyente” (verhttp://ticsddhh.blogspot.com/2015/12/una-solucion-incluyente.html),
mas aun considerando que este tipo de cosa usualmente solo se ve aplicar en los
libros, y no para la entrada de un blog (ver Proemio Razonado de Alfredo
Coronil Hartmann en http://pararescatarelporvenir.blogspot.com/2015/12/una-solucion-incluyente-por-luis-manuel.html).
Quién sabe si esté haciendo historia en las redes del ciberespacio…
En realidad nunca
leí de Alfredo el término “fijación sexual” que es la explicación que
anota a lo que el llamó mi “campaña incansable” a favor de una Asamblea
Nacional Constituyente. Es posible que se me haya pasado entre tanto texto que
circula en las redes y que es imposible leer en su totalidad. Igualmente no me
hubiera extrañado por la “mordacidad congénita” que él mismo se atribuye y de
la que puedo dar fe pública por su excelente estilo de escribir.
Pero lo que si le
alcancé a leer fue el atribuirme una “obsesión psicopática”, que a todos los
efectos intentaba indicar lo mismo que lo anterior que no leí, en un intento de
darle una interpretación al porque una persona se dedicaba tanto a un tema del
que se consideraba poco amigo, por las razones que expone en su proemio
(palabra no usual que significa prólogo, según el DRAE).
En esa oportunidad
le contesté a Alfredo el porqué efectivamente me consideraba
obsesivo-compulsivo en relación al tema Constituyente en una nota especialmente
dedicada a ese término (ver Obsesión sicopática en http://ticsddhh.blogspot.com/2015/01/obsesion-sicopatica.html).
Pero al César lo que es del César. Alfredo recoge sus expresiones anteriores, y
diciendo: “…“recojo mis frijoles” y apoyo públicamente la solución
incluyente que retoma, con su ímpetu acostumbrado, Luis Manuel Aguana”, comienza
a mirar este asunto desde otra perspectiva.
Públicamente igual
le agradezco a Alfredo Coronil Hartmann ese apoyo y también acompaño su
sugerencia que “la oposición concurra a esas discusiones con un anteproyecto,
elaborado con buena técnica constitucional y previamente aprobado por los
partidos y elementos integrantes de la nueva mayoría parlamentaria”. Pero esto
solo ocurrirá en el caso de que a los partidos les caiga la locha que es
necesaria la convocatoria Constituyente para acordar construir entre todos este
país, cosa que siempre he dudado, como lo expongo más adelante.
Pero así como
Alfredo, otros están en mayor o menor grado “recogiendo sus frijoles”, pero no
por las mismas razones. El tema, como bien indica Alfredo es una cosa que “debería
nacer de la madura reflexión de lo mejor del pensamiento constitucional del
país”. Pero los oficiantes de la política tradicional pueden distorsionarlo-y
ciertamente ya lo han hecho- de tal manera y convertirlo en una “Constitución
más”, que sume a las ya 26 de la historia, para darle continuidad a eso que
provocó precisamente lo que estamos tratando de resolver, intentando detener el
cambio del sistema político del país a favor de los Estados y la
descentralización.
Para mí una
Constituyente, paradójicamente, no tiene como objetivo hacer una nueva Constitución.
Ese es el RESULTADO de un Pacto de convivencia entre los venezolanos, siendo la
Constitución el texto que recoge en blanco y negro los términos de ese Pacto.
Es por eso que el último Pacto duró 40 años, y hubiera durado más si quienes
debieron haberlo interpretado y defendido no se hubieran beneficiado de él a
expensas de las necesidades del pueblo. Y una nueva durará y será respetada en
tanto y en cuanto el Pacto acordado sea respetado primero.
Lo que se hizo en
1999 NO FUE UNA CONSTITUCION en los términos arriba señalados. Allí no hubo
Pacto o acuerdo entre los venezolanos. Fue la manifestación de una parte del
país pasando por encima de la otra. Fue un texto dirigido en su parte activa a
atornillar a la persona que la propuso, engañando a todos los venezolanos,
incluyendo a su oposición, indicando el mantra que esa era “la mejor
Constitución del mundo”, frase que aún repiten como loros amaestrados.
Pues no amigos, hay
que hacer un nuevo Pacto, pero esta vez entre todos los representantes de pueblo,
legítimamente elegidos en elecciones auténticas. Una Constitución a mi juicio
no es un texto legal, aunque su construcción y técnica sean de esa naturaleza.
Es un texto político de una profundidad tal que de allí deriva el futuro de una
Nación.
Es por eso que en
el espíritu de lo que queremos hacer para que nuestro país renazca de sus
cenizas, debemos discutir PRIMERO cual es la arquitectura del país que deseamos
y DESPUES que lo hayamos diseñado, entregarles eso a los abogados y
constitucionalistas para que lo escriban en una Constitución.
Nosotros tenemos
una propuesta de arquitectura en un documento titulado Proyecto País Venezuela
Reconciliada Vía Constituyente (http://proyectopaisviaconstituyente.blogspot.com/)
que hemos puesto a la orden de todos los venezolanos como una solución para el
renacimiento de Venezuela. Ese es el Pacto que deseamos que se discuta entre
todos, pero sobre todo con la otra parte del país que voto por el gobierno, y
que cree que no hay otra salida que la confrontación.
Por eso es que no
creo que la cosa no sea simplemente dejar que los abogados hagan lo que le
corresponde hacer al POLITICO -sí en mayúsculas- porque no me estoy refiriendo
al politiquero que está oliendo como quedo yo allí si se presenta que tenemos
que hacer una Constituyente, como está empezando a pasar. En lo personal nunca
he creído que a los políticos, que fueron los creadores del fenómeno Chávez en
1998, les interese que el ciudadano discuta el país en un foro Constituyente.
Esos son los mismos que dicen que Venezuela ha tenido muchas Constituciones,
sin la grandeza ni la profundidad necesaria para entender lo que está pasando
aquí más allá de sus intereses.
Si solamente
tuviéramos unos pocos que tuvieran el coraje de “recoger sus frijoles” como lo
ha hecho Alfredo, porque al final entendieron que hay que pactar una nueva
realidad de Venezuela entre TODOS los venezolanos, estoy seguro que
acortaríamos el camino y muy pronto estaríamos entrando en la modernidad del Siglo
XXI. Al parecer ese camino está empezando a ser más ligero… Ah, y ¡salud
también para ti Alfredo!
Twitter: @laguana
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