Por Marcelino Bisbal
1. Diagnóstico
Un inventario de los
medios públicos, término este que ha sido secuestrado de su verdadera
significación, nos puede dar una idea de la reorientación y
reorganización que ha sufrido el espacio comunicacional venezolano. La vieja
escena de un conjunto de medios de comunicación del sector privado/comercial
dedicados al entretenimiento, la información-opinión y la publicidad, ahora ha
sido desplazada, poco a poco, por toda una pluralidad de
medios gubernamentales u oficialistas que se concentran en un
triángulo programático fundamentado en la propaganda, la información y la
opinión política.
Todo ello con el agravante de que ese gigantesco complejo de
medios públicos, junto con la gran cantidad de cadenas presidenciales, se
han convertido en unos dispositivos hegemónicos.
Todo el conjunto de medios del
Gobierno en funciones de Estado, medios que deberían ser de servicio público,
se encuentran agrupados en el Sistema Bolivariano de Comunicación e Información
(Sibci) que fue dado a conocer en febrero de 2013 en el marco del lanzamiento
de la señal de la televisión digital gratuita abierta (TDA). Sustituyó a lo que
era el Sistema Nacional de Medios Públicos. Tiene como funciones “la
coordinación, desarrollo, fomento y ejecución de las políticas integrales de
comunicación e información del Estado venezolano”. Por su parte el Sistema
Bolivariano de Comunicación e Información está adscrito al Ministerio del Poder
Popular para la Comunicación y la Información (Minci).
Hoy, la plataforma
comunicacional gubernamental es una característica estructural de este proceso
y proyecto político. Una rápida radiografía nos ofrece el siguiente escenario:
1. En la televisión: a lo
largo de estos diecisiete años del proyecto el Gobierno cuenta con
una red de catorce canales de televisión: Venezolana de
Televisión (VTV), Vive TV, Avila TV,TEVES, Conciencia
TV, TVFANB, ZUM TV del Ministerio de la Juventud, PDVSA
TV de la industria petrolera (esta televisora tiene canales asignados en
TDA/TDT), TV Comunas, el canal HD del Sibci, Colombeia TV (este canal
del Ministerio de Educación cuenta con una señal analógica en Caracas por el
canal 64 UHF), 123 TV y Telesur.
2. En la radio: nos
encontramos con el circuito de Radio Nacional de Venezuela (RNV) que
cuenta con once estaciones transmisoras de amplitud modulada a lo largo de todo
el territorio nacional y ofrece cuatro programas: un canal informativo (630
AM), un canal clásico (91.1 FM), un canal musical y un canal juvenil que
llaman Activa 103.9 FM. Igualmente, la Radio Nacional de Venezuela posee
todo un servicio informativo en onda corta que cubre una buena parte del
continente, incluyendo Centro América, el Caribe y EE.UU; el circuito YVKE
Mundial que alcanza a todo el país por intermedio de YVKE Mundial
Caracas (550 AM),Mundial Zulia (1070 AM), Mundial Los
Andes (1040 AM) y Mundial Margarita (1020 AM); Radio Tiuna
106.1 FM de la Fuerza Armada Nacional, la cual cuenta con cuatro filiales:
en el estado Apure, tres en el estado Táchira, cuatro en el estado Zulia, una
en Amazonas y una en Nueva Esparta. Hay que mencionar también a Radio Sur,
hermana de Telesur.
3. En los impresos: están
representados por un diario de circulación nacional que es El Correo del
Orinoco (cuenta con la edición en inglés de forma encartada). Luego
está un grupo de diarios localizados en distintos espacios geográficos del
país. Así, Ciudad CCS que aparece en el 2009 (de la Alcaldía
Metropolitana y de distribución gratuita). A partir del año 2012 nos
encontramos con los diarios Ciudad Valencia (Ciudad VLC)
y Ciudad Petare. En el año 2013 aparece Ciudad Cojedes. En octubre de
2014 aparecen tres nuevos diarios para los estados Mérida, Vargas y
Anzoátegui: Ciudad Mérida, Ciudad Anzoátegui y Ciudad
Vargas. De esa forma el Gobierno contaría con ocho medios impresos.
4. En el espacio
audiovisual: en el escenario de la gran pantalla y los medios audiovisuales
también el Gobierno tiene presencia. Se ha conformado la Plataforma de Cine y
Medios Audiovisuales que abarca la Fundación Cinemateca Nacional, Fundación
Villa del Cine, Distribuidora Amazonia Films, Centro Nacional Autónomo de
Cinematografía, Centro Nacional del Disco, Archivo Audiovisual de la Biblioteca
Nacional, Fundación Nacional de Fotografía de Venezuela y Alba Ciudad. Adscrita
a la televisora Vive TV se encuentra una escuela de cine y
televisión.
5. En las
telecomunicaciones y el mundo digital: desde el año 2008 el país cuenta con el
Satélite Simón Bolívar, conocido internacionalmente como Venesat 1. En el año
2012 se pone en órbita el segundo satélite, de observación remota, que es el
satélite Francisco de Miranda. Desde la renacionalización de la Cantv
(Compañía Anónima Teléfonos de Venezuela), el Estado vuelve a tener el control
no solo de la telefonía, sino del mundo de las telecomunicaciones y de la
informática. El control casi absoluto del entorno digital lo tiene la
Compañía Anónima Nacional Teléfonos de Venezuela con 84 % del mercado. Además,
el órgano regulador que es Conatel está adscrito al Ministerio del Poder
Popular para la Comunicación e Información.
2. El papel estratégico de las comunicaciones
Ese diagnóstico ofrecido no es
más que un mapa muy aproximado de medios. Él nos habla de la presencia de un
Estado-Comunicador que ha visto en la comunicación y en la información el
espacio privilegiado para el combate político. Esta plataforma de
medios, que se ha venido estructurando desde hace diecisiete años, pone a
prueba dos consideraciones claves: el papel del Estado y de las políticas
públicas en comunicación, y la articulación del Estado con este sector tan
estratégico que es la comunicación.
Está claro, dentro de todo
este mapa nada global, que el gran artífice de toda esta estrategia fue el
Presidente Hugo Chávez Frías. El dictaba la pauta, fijaba la política a seguir:
“Tenemos como obligación y deber aumentar la contraofensiva mediática”. Ya
hemos visto como esa contraofensiva se planteó, desde los inicios,
fortaleciendo y remozando los medios realmente estatales, pero también
diversificándolos, no solo aumentando el número de unidades comunicacionales de
propiedad directa, sino aupando el surgimiento de otros medios financiados
directamente desde el Estado (medios para-estatales o para-públicos).
La conformación de este mapa
mediático del Gobierno ha estado acompañado por un conjunto de leyes que, como
expresa Asdrúbal Aguiar, persiguen:
“el monopolio, mejor aún
la totalización comunicacional por los Estados y no una simple
hegemonía comunicacional. Se proponen la desaparición paulatina de los medios
en manos del sector privado, cercándolos judicial o económicamente. Y los que
logran sobrevivir a sus reglas, ven secuestrados sus espacios, uniformadas sus
programaciones, determinadas lasinformaciones relevantes de obligatoria
transmisión, transformada la información en propaganda, y reescrita así una
visión parcial y sesgada de la historia y el acontecer político”.
En síntesis, la política
comunicacional orientada desde el despacho de la comunicación e información
(Minci) va dirigida a controlar y mediatizar a los medios privados y aumentar
la presencia del Gobierno en el espacio de las comunicaciones.
3. Del desenfreno
gubernamental al retorno de lo público
Las comunicaciones son
esenciales para una vida democrática sana. Pensar hoy la democracia, pasa
necesariamente por pensar el rol del espacio comunicacional y cultural. Y esto
tiene mucho que ver con las posibilidades comunicativas de los ciudadanos en
cuanto integrantes de la sociedad, pero también tiene que ver con las
informaciones que esos ciudadanos requieren y reciben. Sobre esa base irrumpe
la idea de las comunicaciones públicas y el papel que debe jugar el
Estado en ellas.
En ese sentido, frente al
des-orden que ha imperado en el mapa de medios gubernamentales, hoy tenemos la
posibilidad real de darle un orden a ese mapa a través de su conversión en
servicios públicos de comunicaciones. Podemos pasar del desenfreno
ideológico, propagandístico y gubernamentalizado que ha
caracterizado a las comunicaciones en manos del Gobierno, a un verdadero
servicio público en comunicaciones. Como nos dice Antonio Pasquali –quién más
ha pensado y trabajado el tema en Venezuela y en América Latina–:
“ambicionemos una Venezuela
que, superando pasados errores e intereses creados, logre al fin poner un
cierto orden razonable, justo y duradero y sólidamente democrático en el ámbito
de sus comunicaciones sociales que no coarte la libertad de comunicar de nadie
protegiendo a la vez el pluralismo, que no deje ninguna minoría incomunicada y
se proponga como únicos objetivos los de garantizar una comunicación libre y
plural y contenidos de mayor calidad”.
Desde el 6D es posible. Es un
reto para los nuevos parlamentarios hacer que las comunicaciones del régimen
retornen al orden para insertarse en el espacio público “revitalizando las
representaciones colectivas –compartidas o diferentes– con el fin de otorgar
sentido a la acción social organizada”. Así, es imperativo superar el des-orden
impuesto.
18-12-15
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