MAOLIS CASTRO 25 de junio de 2016
La
oposición ha superado con una exponencial ventaja la etapa de la validación de
las firmas exigidas por el Consejo Nacional Electoral de Venezuela (CNE) para
activar un referendo que revoque el mandato de Nicolás Maduro. Henrique
Capriles, gobernador del Estado de Miranda y dos veces candidato presidencial,
ha anunciado este viernes que se han autentificado 409.313 rúbricas, el doble
de lo necesario para comenzar el proceso revocatorio. “El gran perdedor de la
jornada de hoy es Nicolás Maduro Moros. El revocatorio va a ser en el año
2016”, dijo en una rueda de prensa.
La
validación de las firmas ha significado una carrera de obstáculos para los
opositores. La coalición Mesa de la Unidad Democrática (MUD) ha acusado al
Gobierno de imponer dificultades para que el 1,3 millón de electores que
firmaron a finales de abril a favor del revocatorio no pudieran confirmar su
voluntad. “Hicieron de todo para que no se pudiera”, agregó Capriles.
El CNE
–controlado por el oficialismo– había exigido a la MUD validar el 1% de las
firmas de cada uno de los 24 Estados de Venezuela (casi 200.000 en todo el
país) entre el lunes y el viernes en un horario de 8:00 de la mañana a 4:00 de
la tarde, con algunas interrupciones. Para esta tarea dispuso de 300 máquinas
identificadoras de huellas dactilares –en este caso de los votantes– que fueron
distribuidas en sitios hostiles de la nación caribeña, según la oposición.
En el
municipio capitalino Chacao, el bastión de la oposición en este país, no fue
destinada ninguna máquina captahuellas. Los electores de esta localidad
tuvieron que trasladarse durante horas a distantes centros de votación
adscritos al Estado de Miranda para validar sus firmas. Otros opositores fueron
agredidos el miércoles por seguidores del Gobierno en un centro electoral
ubicado en Macarao (oeste de Caracas).
No
obstante, la MUD ha concentrado sus denuncias en las adversidades para validar
las firmas en el Estado de Nueva Esparta (noroeste de Venezuela). Este era una
de las pocas regiones que faltaba el jueves por alcanzar el 1% del padrón
electoral. Según los votantes opositores, los cortes de energía eléctrica, la
lentitud en la constatación de la identidad de los electores y las
intimidaciones demoraron el proceso de validación.
Richard
Fermín, alcalde de La Asunción (capital de Nueva Esparta), emprendió ayer
jueves, y durante unas horas, una huelga de hambre para exigir al Gobierno el
cese de las irregularidades en los centros de votación.
Antes de 2017
El
siguiente paso en la meteórica carrera por el revocatorio es la recaudación de
más de 4 millones de firmas (20% del padrón electoral). Si la MUD logra
conseguir este porcentaje, el Consejo Electoral está obligado a convocar una
consulta popular, donde los opositores deben obtener más votos de los
conseguidos por el mandatario venezolano en las elecciones de 2013 (algo más de
7,5 millones de papeletas). Es una batalla contra el tiempo, porque de
producirse el referendo después de enero, el poder lo podría asumir hasta 2019
otro dirigente del chavismo: el hoy vicepresidente Aristóbulo Istúriz.
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