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martes, 28 de junio de 2016

Maduro, entre el revocatorio y la renuncia, por @fariasjoseluis



José Luis Farias 27 de junio de 2016
@fariasjoseluis

En el seno del PSUV hay una creciente e inocultable preocupación por la crisis del régimen chavista, evidenciada en los distintos pronunciamientos de muchos de sus dirigentes políticos y militares. Tienen conciencia de que el cuadro político se ha cerrado dejando al gobierno casi sin opciones.

La validación de las firmas para el revocatorio pesa un mundo sobre el CNE para que entregue ya el cronograma definitivo del referéndum, al tiempo que pone en este año la fecha de su realización.


La ofensiva internacional, en la cual Almagro y la OEA han jugado un papel fundamental, pese a Zapatero, Fernández, Torrijos y sus adláteres criollos, ha presionado por un proceso refrendario este año, seguido inmediatamente por unas elecciones presidenciales que conjuren la crisis política y abra cauce a la economía.

El eje de la reflexión interna de los rojos es muy claro: ¿cómo preservar el chavismo tras la hecatombe que amenaza con desaparecerlo?

La respuesta es también muy precisa: salir del poder por la vía democrática, por el revocatorio. Un camino que no lesione aún más el precario fundamento democrático de su movimiento en el cual muchos de ellos creen.

Está claro para ellos que el revocatorio es la alternativa menos traumática para mantenerse dentro del juego político y así lo han dejado ver. Opción a la cual se niegan obstinadamente Maduro y su pandilla, quien después de dos años para rectificar ha insistido en acentuar su incapacidad para resolver los problemas básicos del pueblo venezolano.

¿Qué viene? En gran medida dependerá del juego político que plantee la oposición. Si cae en la trampa de un diálogo eterno sin el cumplimiento, por parte del régimen, de su exigencia básica del revocatorio este año, tendremos Maduro para rato. Sin fecha del referéndum para este año no hay nada de que hablar.

¿Cómo lograrlo? No es fácil, todo indica que el escenario de la política ya no será el cabildeo y los amagos políticos sino la calle pura y dura. Eso sí con base a un plan con objetivos precisos y la acentuación de la presión internacional.

Como siempre cabe la posibilidad de que Maduro se empecine en perpetuarse a todo trance en el poder y se niegue al revocatorio, esa no le saldrá bien porque la única forma de evitarlo es que renuncie, como dijera Chúo Torrealba, porque al hijo del Galáctico sino lo agarra el chingo lo agarra el sin nariz.

José Luis Farias
@fariasjoseluis

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