Luis Manuel Esculpí 28 de junio de 2016
Recorrieron
centenares de kilómetros, fueron hostigados en diversas alcabalas, resistieron
las provocaciones de grupos armados, hasta atravesaron un río a pie, los
deltanos se trasladaron en curiaras; un acto que podía ser una sencilla
demostración de reafirmación democrática se convirtió en una verdadera odisea.
El
órgano encargado de facilitar su realización hizo lo imposible por
dificultarla, empleando todo tipo de argucias y artimañas, impuso horario de
oficina, aplicó operación morrocoy, los centros de validación fueron situados
en lugares inversamente proporcional al número de electores. Millares de
personas hicieron colas y soportaron estoicamente durante horas sol y lluvia,
muchísimas de ellas no pudieron cumplir con el cometido de refrendar con su
huella.
Notable
diferencia con el método supuestamente empleado para verificar la firmas que
recolectó el oficialismo contra el decreto Obama, en apenas un par de días
presuntamente verificaron diez millones de firmas.
La
Mesa de la Unidad democrática consignó un millón novecientos cincuenta mil
rubricas colectadas en muy breve tiempo, de las cuales nos eliminaron
seiscientas mil, de tal manera que fueron a validación un millón trescientos
cincuenta mil, se requería el uno por ciento (un poco menos de doscientas mil)
en cinco días de la pasada semana, pese a todas las maniobras aviesas y
obstáculos estrafalarios más de cuatrocientos mil venezolanos validaron
colocando sus huellas, superando el doble de lo requerido en las "normas
sobrevenidas".
Al
margen de estos señalamientos numéricos, lo cierto es que después de ese
complejo y abigarrado proceso, el CNE pretende emplear veinte días hábiles para
validar la validación. Nuestras exigencias de acortar los plazos para
posibilitar la realización del referéndum debe mantenerse e intensificarse, la
presión y la lucha democrática debe continuar manifestándose para derrotar los
artilugios y las artimañas del adversario.
Sin el
menor recato las damas del organismo electoral inventaron unas normas cuyo
verdadero propósito es retardar al máximo posible los pasos para la
convocatoria del referéndum revocatorio. No es casual que tal determinación
este en consonancia con el objetivo del gobierno, ya ni siquiera guardan las
apariencias. Su prosternación al ejecutivo no les avergüenza.
Procesos
que podrían simplificarse y realizarse abreviando procedimientos innecesarios,
solo persiguen alargarse con la finalidad de prorrogar los lapsos para la
realización del revocatorio.
Las
fuerzas democráticas y la ciudadanía han protagonizado recientemente jornadas
verdaderamente memorables, superando todas las expectativas incluso las del
gobierno y el oficialismo que fueron tomados por sorpresa, por lo que han
eludido referirse a tales jornadas. El discurso gubernamental se ha concentrado
en los últimos días en presentar como un éxito la reciente reunión de la OEA,
ignorando la odisea opositora y pretendiendo revertir la derrotada propuesta
del gobierno de no discutir el tema de Venezuela y que fue derrotada 12 contra
8 en -esta sí- en una extrañísima operación numérica, donde para ellos ocho
resultó mayor que doce. Operación de la cual se hizo eco un titular de primera
página el diario oficialista Últimas Noticias.
Las
colas para firmar y luego validar (a Jackeline no le parecieron "sabrosas”)
han demostrado una decidida voluntad de los venezolanos en la búsqueda de
alternativas a la grave crisis que confrontamos, en esa dirección existe una
disposición de enfrentar y vencer todas las dificultades y obstáculos que
interponga el gobierno y sus instrumentos; expresa también una firme convicción
de resolver la aguda controversia por mecanismos democráticos, constitucionales
y pacíficos. Las fuerzas políticas democráticas agrupadas en la MUD, han
realizado una justa lectura de la coyuntura, de sus riesgos, posibilidades, del
estado de ánimo, disposición y voluntad de la mayoría. Por ello ha podido
conducirse con acierto y tiene las posibilidades reales de continuar por una
senda que nos conduzca a la victoria.
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