Por Susana Morffe, 23/06/2016
Atropellados por las fuerzas policiales van los
profesionales del periodismo a ejercer su actividad por esas calles cargadas de
confrontación y destrucción, al menos los que han logrado permanecer cumpliendo
jornada laboral en las empresas de la comunicación que siguen vigentes. Los daños han sido irreversibles,
tanto humano como de índole productiva para cumplir con el sagrado deber de
informar.
Se recuerda de nuevo este mes una fecha significativa
en el ámbito nacional. El Día del
Periodista y del periodismo en Venezuela con la creación del Coreo del
Caroní. Son dos eventos importantes y relacionadas con la situación que,
exponencialmente, marca la historia de Venezuela en los últimos tiempos,
específicamente por al acoso, persecución y violencia contra los medios de
comunicación social del país y sus trabajadores.
No tenemos nada que celebrar, sino más bien denunciar
la desaparición total de diarios de circulación nacional y regional, tras años
de labor ininterrumpida, por carencia de papel, principal materia prima de los
rotativos. Casos como los del diario Tal Cual, El Carabobeño, La Mañana, por
citar unos pocos de una larga lista de informativos que han tenido que cerrar
sus puertas en algunos casos, vender ante las amenazas o en circunstancias
diferentes, sobrevivir con el seguro soporte de las redes sociales, y
finalmente, salir del país ante la persecución del régimen a dueños y periodistas con posiciones adversas.
En Venezuela ante tal situación no podemos hablar de
democracia y mucho menos de libertad de prensa, puesto que los principales
“motores” que ayudan a sostener un estado de derecho “normal” son sus medios de
comunicación, con libertad para opinar, disentir y señalar casos de corrupción
y arbitrariedades dictatoriales, asuntos que son redundantes en el caso de
Venezuela. Son los golpes que durante largos años ha dado el régimen.
Los medios de comunicación social en Venezuela están
secuestrados y encadenados en su legítimo derecho de expresar, de manera escrita y verbal, los
abusos de un régimen negado a establecer diálogo y fomentar el libre
intercambio de ideas, amén de sus viciadas y mal dadas actuaciones. Por estas y
otras implicaciones los periodistas venezolanos saldrán en marcha el 3 de mayo.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CDIH)
en su último informe del año 2015,
ha identificado que en “Venezuela no se registra un clima de
tolerancia en el cual se favoreciera la activa participación e intercambio de
ideas de los diversos sectores de la sociedad, y que los actos de violencia en
contra de periodistas y medios de comunicación en relación con su trabajo, así
como las declaraciones descalificatorias de altos funcionarios públicos, configuran
un escenario restrictivo”.
No existe seguridad jurídica en el país para la vida
de los medios de comunicación y recientemente la Comisión del Poder Popular y
Medios de Comunicación Social de la Asamblea Nacional, aprobó el informe sobre
la visita realizada a la sede del Complejo Editorial Alfredo Maneiro, dueño del monopolio de la importación de
papel, donde se comprobó que el suministro de imprenta es utilizado para
proselitismo político del régimen, dejando
a la deriva a los periódicos, como El Correo del Caroní El Carabobeño,
Los Andes o Que Pasa y El Nacional.
Un tanto más sucede con los medios audiovisuales y
para ello, fue aprobada en el
parlamento, en primera discusión, la reforma de la Ley de Comunicaciones, la
cual estará enfocada en el tema del otorgamiento de concesiones a los canales
de televisión, las cuales "se han convertido en el yugo de los dueños de
medios de comunicación para que tengan una línea editorial complaciente con el
Estado".
Al reconocer las actuaciones del tribunal supremo
venezolano, sobre el trabajo de la Asamblea Nacional, en su actividad de
legislar instrumentos necesarios para el bien común, no tenemos otra opción que
poner en duda su acatamiento por el conflicto existente entre estos poderes,
agregado el Ejecutivo, lo cual no da
respuesta al mandato que hizo el pueblo soberano el pasado mes de diciembre de
2015.
El deterioro de Venezuela se aprecia con las múltiples
“caídas” de los medios de producción informativos, como consecuencia de los efectos políticos. No hay golpe de estado que logre
enderezar los daños, pero hay golpes informativos
y estomacales a punto de estallar. Debemos luchar por lo
que se quiere, intentar y seguir intentando
hasta lograr el objetivo.
Siga a @susanamorffe
Visita su Blog:
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico