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lunes, 27 de junio de 2016


Por Alessandra Perdomo


La carne y el pollo se alejan cada vez más de los bolsillos de la media del venezolano. Una alternativa que crece en demanda son los productos que antes estaban relegados: las vísceras y las patas de pollo son ahora una opción, según carniceros

“Aquí lo que más se está vendiendo es bofe”, asegura un vendedor de un puesto de carne en el Mercado de Quinta Crespo, en pleno sábado en la mañana, mientras aguarda pacientemente por clientela.

El bofe, el pulmón de la res, se ofrece a precios entre 800 y 1.200 bolívares el kilo y es, junto al riñón –que cuesta entre 300 y 500 bolívares cada uno-, una alternativa a la que han migrado muchos clientes, de acuerdo con vendedores consultados en mercados de Quinta Crespo y Guaicapuro, en Caracas.


Explica uno de ellos que ambos productos pueden prepararse sancochados o guisados con arroz, “y se resuelve bastante”.


El riñón se ofrece entre 300 y 500 bolívares cada uno

La razón de esta migración es que la carne de res, tradicional compra de los venezolanos, se cotiza hoy entre 4 mil y 6 mil bolívares el kilo. Esto significa que el salario mínimo equivale a unos cuatro kilos de carne. Y el pollo no se queda atrás, a 2.500 bolívares el kilo, lo que hace que un pollo entero pueda alcanzar fácilmente 5 mil bolívares.

“Las patas de pollo se están vendiendo muchísimo. Se nos terminan hasta 10 cestas semanales”, cuenta otro trabajador de un puesto en Guaicaipuro. “Esa se hace guisada o en sopa”, añade.

En este lugar se ofrece en mil bolívares el kilo y una señora que escucha hablar del precio recuerda cómo hasta hace un año este producto era uno de los más bajos del mercado. “Eso no costaba nada. Creo que unos 100 bolívares”, comenta.


En Quinta Crespo, uno de sus locales más visitados ofrece el pollo un poco más barato. Allí no solo está el ave a 2.200 bolívares el kilo y seis kilos de muslo en 6.600, sino que resaltan en su mostrador de precios otras partes no tan comunes: patas a 1.200, cuellos y carapacho a 700, hígado a 1.700 y molleja a 1.900.

“Antes el carapacho hasta se regalaba”, recuerda un señor que frecuenta el mercado, mientras compra su kilo de pechuga a 2.800 en un puesto que está más solitario.

La vendedora explica que el pollo tiene mucho desperdicio y que cada una de esas piezas tiene que venderla para poder cubrir el costo.

En un punto cercano, uno de los trabajadores solo observa el movimiento del mercado. No hay clientes en su mostrador. “Las ventas están bajitas”, admite. Los altos precios no ayudan. Incluso la pata de res cuesta 1.200 bolívares cada una.


La sardina es la reina

En Guaicaipuro las pescaderías tampoco mostraron mucha clientela este sábado. La sardina es la opción más barata, entre 600 y 700 bolívares el kilo, un monto que se ha mantenido relativamente estable en los últimos meses.

“Eso se lleva como pan caliente. Es lo que más vendemos, casi lo único”, dice una de las vendedoras. El siguiente pescado más barato es la lisa, a 1.600. Admite que la variedad de su puesto ha caído considerablemente, pues no cuenta ni con atún.

En otros expendios se consiguen “trozos de atún” a 2.800, el carritico a 1.850, el cazón pequeño a 2.200 y el robalito a 4.200.




26-06-16




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