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viernes, 24 de junio de 2016

Almagro abre la puerta para intervención de la OEA en crisis venezolana, por @DelgadoAntonioM



ANTONIO MARIA DELGADO 23 junio de 2016

Pese a las incendiarias objeciones del régimen de Nicolás Maduro, la Organización de Estados Americanos (OEA) comenzó a maniobrar el jueves para ayudar a Venezuela a superar su marasmo político social, emprendiendo un camino paralelo a la propuesta de diálogo impulsada por Caracas.


En una acalorada sesión donde la canciller venezolana, Delcy Rodríguez, calificó de golpista al Secretario General de la OEA, Luis Almagro, la mayoría de los integrantes de la organización remontó las objeciones del régimen bolivariano y decidió participar en la búsqueda de una solución a la grave crisis del país sudamericano.

En la sesión también quedó en evidencia cuanta influencia ha perdido el régimen bolivariano dentro de la OEA. En una primera votación para determinar si se aceptaba el lapidario informe de Almagro sobre la crisis venezolana, 20 países miembros se pronunciaron a favor de la moción, mientras que sólo 12 salieron a respaldar los esfuerzos de Rodríguez por bloquearla y dos se abstuvieron.

Fuentes cercanas a las negociaciones que están siendo realizadas tras bastidores en la OEA dijeron a el Nuevo Herald que la sesión del jueves abrió una puerta a futuras gestiones de la organización a favor de Venezuela bajo el esquema establecido por la Carta Democrática Interamericana.

Esas iniciativas, que están siendo auspiciadas por buena parte de los 20 países miembros que votaron por aceptar el informe de Almagro, están promoviendo el nombramiento de "un grupo de amigos" que brindarían sus buenos oficios para ayudar a Venezuela a retomar el camino democrático.

El nombramiento de dicha agrupación, que ha de suceder en los próximos días, torpedearía los esfuerzos de Maduro por contener la intervención internacional a través de gestiones de diálogo con la oposición que el régimen controlaría, agregaron las fuentes.

En el discurso que pronunció durante la sesión extraordinaria, Almagro enfatizó la urgente necesidad del pueblo venezolano de que los países de la región salgan en su defensa, ante la opresión ejercida por un régimen autoritario que ha provocado una verdadera crisis humanitaria.

"Hoy, les pido que consideren las vidas, la salud y la seguridad del pueblo venezolano […] El Consejo Permanente debería tomar las medidas necesarias para atender a la crisis humanitaria sin precedentes e innecesaria que sufre Venezuela", manifestó Almagro.

"El Consejo debería expresarse claramente sobre los prisioneros políticos y los informes persistentes de tortura", declaró el Secretario General al instar a los embajadores de la región a actuar, recordando las palabras de Desmond Tutu: "si eres neutral en situaciones de injusticia, has elegido el lado del opresor".

Gran parte del discurso de Almagro se centró en las conclusiones de su extenso informe sobre la crisis venezolana, que describe la manera en que el régimen bolivariano de Caracas ha procedido a desmontar las instituciones democráticas del país y como esas acciones han conducido a la sistémica violación de los derechos humanos y a la quiebra económica del país.

"El que debería ser uno de los países más ricos de la región se encuentra más bien enfrentando niveles de pobreza sin precedentes, una severa crisis humanitaria y uno de los más altos índices de delincuencia en el mundo.

Almagro habló pese a las objeciones pronunciadas por Rodríguez, quien acusó al secretario general de la OEA de participar en una conspiración internacional para derrocar a Maduro.

"Se está legitimando un golpe de Estado por parte del secretario general de la OEA y se está impidiendo e imposibilitando el diálogo promovido por el Gobierno venezolano, con el acompañamiento de la Unasur", expresó Rodríguez.

El informe presentado por Almagro "tiene consideraciones ideológicas peligrosísimas […]. Habla en nombre de los delincuentes de cuello blanco, que tienen posibilidades económicas y contactos con las oligarquías mundiales, para hacer vender una realidad falsa de Venezuela", agregó al canciller, al acusar al secretario general de establecer "un tribunal de inquisición contra Venezuela, violentando la soberanía absoluta de los Estados y la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela".

La posición de Rodríguez fue respaldada con vehemencia por Bolivia, cuyo embajador pidió la renuncia de Almagro.

"La OEA se ha convertido en un espacio inquisitorio contra los gobiernos de los Estados miembros. Las acciones del secretario general vulneran toda norma de la OEA y llevan a la OEA a ser un organismo golpista contra los Estados miembros", declaró el embajador boliviano Diego Pary.

"Hoy se escribe una página más de la historia injerencista de la organización. Equivale a dar un golpe de Estado y repudiamos por tanto esta sesión", agregó

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