Por Susana Morffe, 25/06/2016
En política pueden suceder giros y cambios inesperados
para continuar con las estrategias.Así como en Venezuela y en otros países del
mundo las relaciones responden a incertidumbres y lo más sensato es estar
preparados para cualquier desenlace.
Los recientes eventos que se han producido en el país,
en orden de importancia, con la validación de las firmas y la reunión
extraordinaria de la Organización de Estados Americanos (OEA) donde se abordó,
plena aceptación de la agenda por la mayoría de los países, la situación de
crisis por la que atraviesa Venezuela, por sus faltas al orden constitucional,
ha colocado al país bajo la mirada del mundo.
Un poco más lejos,en el Reino Unido, el referéndum
o el llamado “Brexit” dejó a su
propulsor, el reconocido y brillante político, David Cameron, fuera de la línea
de mando con su renuncia, pues los británicos consideraron separarse de la
Unión Europea de la manera más democrática y Camerón aceptó el mandato del
pueblo.Un divorcio que tendrá un largo período de partición de bienes y nuevos
acomodos en leyes y revisión económica.
Los venezolanos no somos diferentes y menos
folclóricos que otros países. El abanderado de la activación de la Carta
Democrática para llegar a una mediación diplomática o suspender temporalmente a
Venezuela como Estado Miembro de la Organización de Estados Americanos, estuvo
a cargo del político uruguayo y Secretario General, Luis Almagro.Su acción ha
sido considerada un golpe por el régimen del ciudadano Nicolás Maduro, por
ahora mandatario de Venezuela.
Pero en tal compromiso internacional también se erige
como punta de lanza, muy interesante en las aristas políticas, el presidente de la Asamblea Nacional, Henry
Ramos Allup, quien raudo y veloz tomó un avión, con su respectiva comitiva,
para llegar a Washington a la reunión de la OEA
y hablar, con su proverbial expresión,sobre todo lo que ocurre en
Venezuela, desde la A hasta la Zeta, ante los medios de comunicación. Se
preguntan muchos ¿Por qué no habló en la reunión de la OEA? En ese momento no le
correspondía.
Evidentemente quela jugada de los adversarios del
régimen colocaron a tono a la canciller DelcyRodríguez para no dar puntada sin
dedal, pero lamentablemente resultófallido el intento y quedó, tanto el régimen
como ella, muy mal parada con sus mentirosos argumentos y por el voto en contra
para la aprobación del informe especial, claro y analítico de Almagro.
Se han tejido en esos escaños emocionales, un coctel
de rupturas, egos, venganzas y unas fieras intenciones de desgarrar las
entrañas a esos “obstáculos” que cada bando mantiene a favor o en contra para
alcanzar, mantener y avanzar en el poder.
Mientras todo lo anterior sucedía en el norte y en
Europa, en la región oriental de Venezuela, el único estado del país vilmente
atacado fue Nueva Esparta, durante los cinco días que le correspondió la arenga
de electores para validar sus firmas. Un pueblo fortalecido que no se cansó de
esperar a pleno sol y de madrugada su turno ante una “Operación Morrocoy” que
dispuso el poder electoral de la entidad para sabotear y hacer un proceso lento,
de tal manera que las personas no cumplieran con suderecho de ser reconocido de
acuerdo ala exigencia del CNE y así completar el mayor número de firmas para el revocatoriodel mandato de Nicolás
Maduro.
El oficialismo atacó al pueblo de nuevo en la injusta
estrategia de interrumpir lo que ya estaba establecido. Hubo apagones en toda
la zona de La Asunción, sede del CNE Nueva Esparta, para desestimular a la
gentey, por si fuera poco, alteraron la tranquilidad de los residentes de la
capital del estado.
La dirigencia política acordó una huelga de hambre
como mecanismo de presión ante tal exabrupto, viajaron a la isla de Margarita
una comitiva de políticos nacionales y directivos de la Asamblea Nacional para
poner orden y exigir el cumplimiento de los derechos ciudadanos, pero pese a la
tormenta de castigos, no se cumplió con el propósito y Nueva Esparta siguió
bajo la tortura de los verdugos.
Por encima de las circunstancias, el último día de la
jornada Nueva Esparta alcanzó el 1% exigido, se levantó la huelga de hambre y
la hazaña acumuló 4.386 firmas, más de las requeridaspara ayudar a impulsar el
instrumento constitucional.
En Gran Bretaña no fue tanta la molestia para los
electores, en la OEA solo dos votos no estuvieron a favor del informe Almagro y
en la isla de Margarita un pueblo aguerrido demostró con la casta de
Guaiqueríes, que cuando se quiere se puede y el que se cansa pierde. A todos
les ha quedado la resaca política y están claros que desde Caracas a
Washington, Gran Bretaña y Nueva Esparta, en política vale todo.
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