Pablo Pérez 29 de junio de 2016
@PabloPerezOf
El
trabajo del periodista siempre está expuesto a situaciones difíciles como
guerras, desastres naturales y conflictos políticos y hasta étnicos que ponen
en riesgo su vida. Pero siempre el periodista sabe salir victorioso de esas
duras, pero gratificantes experiencias. Sin embargo, al periodista venezolano
le ha tocado jugar un doble rol en su cobertura de la profunda crisis que vive
el país.
Un
doble rol porque no sólo es periodista, sino ciudadano. Un doble rol porque no
sólo le toca decir la verdad sobre la escasez, inflación e inseguridad; sino
que además le toca ser víctima de esos problemas que afectan a cualquier
persona, porque al final el periodista es uno más de la sociedad, aunque tiene
cualidades que lo hacen distinto.
Y
tiene que ser distinto porque no sólo le toca sortear el desabastecimiento y
los altos precios, sino que le toca entender los problemas en su justa
dimensión con el fin de explicarlos al resto de la sociedad, sin importar a
quién le moleste que él cumpla con su trabajo. Ese doble papel pudiera
marcarlos y hasta condicionar su labor, pero el periodista venezolano ha podido
evitar la parcialización y sigue aferrado a su objetivo principal: cumplir con
su responsabilidad social con el ciudadano.
Ser
periodista en Venezuela es duro, porque debe hacer frente no sólo a los
problemas que son parte de la crisis que vive el país, sino que debe
enfrentarse con un Gobierno que pretende que nada de lo que ocurre en las
calles y hogares de la nación sea conocido. Salir victorioso de eso no es nada
sencillo, porque se trata de enfrentar los intereses de un Gobierno mañoso y
abusador.
Un
Gobierno que usa las leyes para intentar acallar a los medios y periodistas. Un
Gobierno que monopoliza la importación de papel para controlar a los diarios.
Un Gobierno que desea bloquear cuanto medio digital se le oponga. Ellos no
desisten en su interés de construir la hegemonía comunicacional, pero se han
topado con un muro infranqueable: los periodistas y medios independientes.
No
pudieron con buena parte de los medios y periodistas independientes con
atropellos y multas, pero tampoco con la compra de medios de comunicación
emblemáticos. Cuando ellos cercan a un medio, salen varios para asumir el mismo
rol. Es admirable el esfuerzo hecho por los periodistas venezolanos.
Cuando
la historia de esta época trágica para el país termine de escribirse y
analizarse, estoy seguro que los periodistas tendrán un espacio importante
porque han sido fundamentales para detener la barbarie y además para mostrar la
cruel realidad que vive el venezolano en la actualidad. Los periodistas no sólo
son corredactores de historia, sino que también son coprotagonistas.
Felicitaciones a todos los periodistas por tan noble esfuerzo.
@PabloPerezOf
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico