Por Carlos Romero M., 17/06/2016
El pasado 14 de junio de 2016[1], el ilegítimo
Presidente Maduro, en cadena nacional, invitó a sus seguidores en la defensa y
puesta en práctica de la Constitución, pues la misma tendría que ser letra
viva. ¿A cuál Constitución se habrá referido Maduro? Como Presidente, a pesar
de que debe garantizar la plena vigencia de la Constitución, es el primero que
impulsa el desconocimiento a los principios y normas previstos en la Carta
Magna. En su alocución, el Presidente sorprendió cuando invitó a sus seguidores
a empezar a reconocerse en los cantos revolucionarios como chavistas,
antiimperialistas y constitucionalistas.
Es inaceptable, además, es una burla a la inteligencia
y a la memoria de nuestros ancestros, que ahora el Presidente quiera promover
mediáticamente a la revolución y a sus seguidores como “constitucionalistas”,
defensores de la Constitución, cuando en la práctica, y se evidencia con el
contenido del Plan de la Patria 2013-2019, la Revolución ha venido ignorando
los principios y las normas constitucionales.
Pareciera el momento oportuno para oír voces de
reclamo de los Colegios de Abogados de Venezuela y demás organizaciones que
jurídicas, ante el inminente intento de apropiarse del calificativo
“constitucionalista”, a los fines de polarizar el país.
Podría ser un comentario vacío, como muchos otros que
ha pronunciado, pero viniendo del libreto político comunista que le diseñan sus
asesores, sólo queda preguntarse ¿Qué se estará planificando que mediáticamente
necesitan ahora convencerse ellos mismos que son defensores de la Constitución?
El referendo aprobatorio de la Constitución en 1999 es
la prueba objetiva que ese texto Constitucional no tiene ideología, no tiene
nombre y apellido, porque es de los venezolanos y en su contenido se busca la
salida a esta terrible, vergonzosa y lamentable crisis que nos ha dejado el
legado de Hugo Chávez y que se concreta en la ruina del país.
Parece además oportuno, ese canto, para abrir el
debate sobre la Constitución y su vigencia efectiva, pues en 16 años se ha
convertido en una verdadera moribunda. Algunos hechos así lo demuestran,
se exponen algunos: Las Comunas no existen en el texto Constitucional, por lo
tanto ser constitucionalistas, debería llevar a reivindicar al Municipio como
única forma de organización del territorio, tal y como lo expresa el artículo
16; así como también su autonomía y las materias que le son atribuidas a esa
instancia de democracia local, prevista en el artículo 168.
Si quieren empezar a creerse constitucionalistas,
entonces deben asumir el respeto y el reconocimiento a la Asamblea Nacional
como poder autónomo y como fuente legítima de leyes.
También, impone entonces, que el gobierno y sus
seguidores reconozcan cómo el modelo de registro de los Consejos Comunales,
termina siendo discriminatorio por razones políticas y excluyentes por la
ausencia de transparencia en el registro electoral de los Consejos
Comunales. El derecho a la libre asociación y la libertad de
participar individualmente o a través de terceros, son derechos previstos en el
artículo 52 y 62 de la Constitución que hoy son claramente ignorados.
Asimismo, les obliga a definir cómo queda el artículo
5, que plantea la soberanía ejercida por el pueblo a través del sufragio,
frente al abuso del Consejo Nacional Electoral en la verificación del 1% de las
firmas para activar el referendo revocatorio al Presidente Maduro, paso previo
que no existe en la Constitución.
En este sentido, considerando que la soberanía reside
en el pueblo, quien la ejerce a través del sufragio, no pareciera coherente que
la iniciativa ciudadana para solicitar el referendo revocatorio tenga que ser
regulado y condicionado por el propio órgano que debe decidir; atendiendo la
libertad para participar, garantizada en el artículo 62 de la Constitución, los
ciudadanos con una petición formal, con el 20% de las firmas, en un formato
claro, sencillo y que no genere dudas en cuanto a su objetivo, podría haber
activado el Referendo, tan pronto el CNE validara las firmas que a tal efectos
fueran presentadas.
También asumirse constitucionalistas reclama al
chavismo definir el control político de Asamblea Nacional sobre el Ejecutivo,
en particular sobre el tema del Estado de Excepción, en particular sobre el
derecho a la seguridad alimentaria y a la salud.
En el pasado, el Socialismo del Siglo XXI nos discriminó
y diseñó un modelo de exclusión con los registros de los Consejos Comunales;
luego nos fue arrebatando la libertad para adquirir bienes, productos y ahora,
de manera abusiva y grosera, pretende manipular los medios para hacer creer que
la defensa de la Constitución está en manos del chavismo.
La realidad está en la calle, no se puede ocultar, la
mentira, el engaño y la farsa está en Miraflores.
[1]AVN. Maduro: somos pueblo chavista, antiimperialista y
constitucionalista. 14-06-2016. Online en: http://www.avn.info.ve/contenido/maduro-somos-pueblo-chavista-antiimperialista-y-constitucionalista
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