Carlos Raúl Hernández 29 de junio de 2016
@CarlosRaulHer
El
doctor Atanaukas Debello, apellido de extraña antinomia con Pagallo, por su
nombre y oficio hubiera podido ser personaje de una ficción borgiana. Se graduó
de filósofo creo que con José Rafael Herrera, otra flecha en el aire del
pensamiento venezolano, y luego de licenciado en idiomas de la UCV a comienzos
de los ochenta. Callado y solitario, nunca se involucró en las pequeñas y
medianas subversiones de esa época cuando Jaua el encapuchado cerraba la UCV
todos los jueves para disfrutar fines de semana largos. Atanaukas pasaba
calladito al lado de las barricadas, cargado de libros y cuadernos. Estuvo un
tiempo de profesor y luego se fue a estudiar filología en Tubinga; de ahí pasó
a Heidelberger a hacer la tesis doctoral y ya con el Ph.D en el bolsillo se fue
a trabajar a Viterbo –ciudad homónima de la inolvidable Beatriz de Borges, por
cierto– donde se casó y se quedó a vivir.
El año
pasado me lo conseguí en Bogotá por la Zona Rosa, nos reconocimos y luego de
estruendosos abrazos fuimos a tomarnos un vino. Andaba en un evento sobre el
populismo y el lenguaje político latinoamericano y me invitó a su ponencia el
día siguiente, sobre la jerga de los líderes venezolanos. Naturalmente asistí,
no solo porque pagó el vino y las tapas –rechazó enérgicamente cuando fingí
llevarme la mano a la cartera– sino porque lo aprecio personal e
intelectualmente. Su exposición fue excelente y reproduzco algunos párrafos
referidos a temas muy cercanos. Oigamos a Atanaukas: “…el estilo político tuvo
un macrosismo con la entrada de Hugo Chávez en la escena. La vestimenta (¿te
acuerdas los chalecos de drill con muchos bolsillos?), las palabras, la manera
de entonarlas y construir metáforas y símiles. Se siente la presencia sobre los
adversarios”…
Como aves del paraíso
…“En
la Venezuela de mi juventud los dirigentes, concejales, gobernadores,
parlamentarios, andaban siempre empaltosados y encorbatados, aunque de Montecristo, como los políticos en cualquier
parte del mundo… Vine hace poco a observar una de las muchas campañas
electorales en una capital del interior y me asombró que todos se vestían como
guacamayas con la bandera. En Yaritagua a 40 grados, estaban embutidos en esas
chaquetas de plástico y gorras tricolores y uno no sabe cómo podían sobrevivir,
mientras en la cuarta la ley prohibía a los partidos usar los símbolos de la
patria… Chávez quiso lesionar la majestad del poder para afirmar su ego y eso
se comprende en un caudillo revolucionario, pero no en demócratas que saben la
importancia del culto a las instituciones… Otra es como meten los íconos
religiosos en las campañas, particularmente a la Virgen, como los cristeros en
la revolución Mexicana…”.
…“Nunca
se ha visto a Rajoy cantar saetas en la Semana Santa de Sevilla, ni a Merkel
vestida de Nuestra Señora de Schoenstatt, pero si a los musulmanes en el
equivalente. En sus presentaciones reproducen la estructura del discurso
chavista: una primera parte de quejumbre con brío, enumeración de las
malignidades, execraciones, iniquidades cometidas por el gobierno, pero bien
matizadas con mentadas de madre, acusaciones de corrupción y demás crímenes.
Eso lo llaman ‘habló clarito’ y se supone virtuoso, aunque al final de la
presentación uno queda sabiendo lo mismo que al llegar. A diferencia de los
líderes de la desaparecida democracia, los de ahora desprecian los
planteamientos que contengan ideas, que revelen que el expositor es un
estadista y no un mero agitador”.
Brexit y palometa
… “Por
ejemplo, si a alguno le preguntan por los efectos del Brexit y cómo podría
influir en las economías latinoamericanas, con frecuencia la respuesta es así:
‘yo acabo de estar en Barinas y allá nadie está pendiente de eso. Al pueblo le
preocupa que no se consiguen bagre salado ni cachama y apenas hay corocoro solo
para hacer sopa, porque tiene mucha espina’ …Eso profundiza la clásica ojeriza
entre las clases medias y el liderazgo… Y el centro de la mitad del corazón de
arquetipo galáctico: un yo infantil. Según indican las lecturas de centenares
de discursos, el trasfondo es de una película mexicana… yo soy bravo, valiente,
guapo, inderrotable, duro como un diamante, pico como una avispa y vuelo como
unF-18. Cuántas veces hemos oído esas declaraciones de valor reiterativas
porque todo el mundo sabe que quienes se oponen al gobierno venezolano se la
juegan…”.
…“Es
herencia del Galáctico que necesitaba que lo reconocieran, y reconocerse el
mismo a cada instante, un caso modélico de narcisismo. O la extraña manía de
comparecer con la Constitución en la mano, en elpaís donde el respeto a ella es
cero y la cambian cuando le da la gana a cualquier atorrante en el poder. Jamás
he visto a Clinton, Bush u Obama con semejantes alardes de constitucionalismo.
Pienso que los opositores deberían salirse del universo simbólico autoritario.
Se ven bien los parlamentarios con corbata y nos recuerdan lo importante que es
la casa del pueblo, la Asamblea, elegida por más del 60% a todo riesgo y
sacrificio, que se magnifica en la misma medida que la atropellan, porque
agreden la voluntad del país”. Ese es un resumen de lo que dijo el Dr.
Atanaukas Debello, venezolano como la arepa de chicharrón, en la Universidad
Sergio Arboleda de Bogotá.
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