Por Vanessa Davies
“La oposición tiene 80% de la
gente pero el Gobierno tiene 80% del poder", sostiene Enrique Ochoa
Antich, coordinador del Foro Cambio Democrático. Al Ejecutivo le cuesta mucho
aceptar que ahora hay malestar social peor que en 1989, subraya
Sin el nombre de Enrique Ochoa
Antich, cualquier historia sobre la defensa de los derechos humanos en
Venezuela quedaría incompleta. Cuando la represión oficial se enseñoreaba del
país luego de las protestas del 27 de febrero de 1989, Ochoa Antich buscó la
forma de acompañar a las víctimas a pesar del toque de queda y la persecución.
Su historia también está unida a la lucha de los pensionados venezolanos por
una retribución igual al salario mínimo.
Su gran conclusión, como
activista de derechos humanos, es que el pasado era malo, pero el presente es
peor. El coordinador del Foro Cambio Democrático sostiene que las condiciones
objetivas son iguales o peores que las de 1989. Pero las condiciones subjetivas
no son las mismas.
Ochoa Antich cita, entre las
condiciones objetivas, la inflación, que era de menos de 100% en 1989 y que en
la actualidad supera 500% según cifras extraoficiales. Otro elemento: la
corrupción. “Los hechos de corrupción durante los gobiernos puntofijistas eran
unos niños de pecho al lado de los de ahora. Ahora hay una utilización absoluta
de los recursos del Estado a favor de un partido”, denuncia.
Los 4.500 homicidios al año
que se contabilizaban en ese momento se quedaron cortos al lado de los 30 mil
que, según varias ONG, podrían ocurrir en 2017, expone el activista. Hace
referencia a los derechos humanos, violentados durante “La Cuarta” y ahora,
también, por el gobierno del presidente Nicolás Maduro.
Pero las condiciones
subjetivas no son las mismas que las de 1989. La gente piensa “que una
explosión así, como aquella, no vale la pena”, refiere Ochoa Antich, aun cuando
sí se han registrados minicaracazos: en Cumaná, en Cariaco, en el estado
Bolívar. Aparte de ello, el discurso político del gobierno actual “hace suya la
rebelión popular”, y convierte la crisis “en un hecho causado por el
imperialismo, los burgueses y la guerra económica”, analiza.
Tampoco la Fuerza Armada es la
misma de hace 28 años. “Si se produjera una explosión social tengo la impresión
de que la Fuerza Armada aprendió de esa experiencia”, y lo ha demostrado en las
protestas recientes con menor pérdida de vidas humanas, razona.
El gobierno no acepta el
malestar social
Sin embargo, Ochoa Antich
advierte que ahora hay “una paja seca” (malestar social) peor que la de antes,
y anticipa que “una chispa puede incendiar la pradera”.
–¿Una chispa como cuál?
–Puede ser una circunstancia
que nadie sabe cuál es. Le digo al chavismo que recuerde que dos meses antes
del 27 de febrero de 1989 Acción Democrática y Copei sacaron 95% de los votos, y
a pesar de eso les ocurrió el 27 de febrero. El de Maduro es un gobierno
rechazado por 80% de los venezolanos. Una pequeña chispa ocurre.
–¿Piensa que el oficialismo
confía en que tiene todo controlado, y se equivoca?
–Creo que hay algo de eso. El
uso absoluto del poder lleva a algo semejante al 27 de febrero, que es el
desprecio al pueblo. Si algo explica el 27 de febrero es la reacción de un
pueblo que se sintió estafado. El presidente (CAP) que prometió el paraíso
populista y que de pronto lo ponía en un infierno neoliberal.
–¿Eso está pasando con el
presidente Maduro?
–Carlos Andrés Pérez creía
que, por su liderazgo popular, podía controlar todo. No se dio cuenta de que se
estaba olvidando del pueblo.
–¿Eso está pasando con el
presidente Maduro?
–No exactamente, pero sí hay
un desprecio. Cada vez que ocurre una explosión social para ellos es “una
conspiración del imperialismo, de la burguesía y de todas las fuerzas malignas
del universo”. ¡Pero es el pueblo!
–¿Al Gobierno le cuesta
aceptar el malestar social?
–Exactamente. Al Gobierno le
cuesta aceptar que hay malestar social. Ellos no lo creen posible, porque ellos
creen que son el pueblo, la patria y la verdad.
–¿Eso nos puede llevar a qué?
–Ojalá nos lleve a una cosa
normal, que es que vayamos a elecciones. Pero cuando te niegan las elecciones
regionales… Por eso digo que hay una responsabilidad en la oposición y que debe
irse a la mesa de diálogo. El país necesita una válvula de escape.
–¿Las elecciones regionales
pueden ser esa válvula de escape?
–Sí. Y las municipales vienen
después, y se abre el camino a las presidenciales. Pero si el gobierno se
empeña en bloquear las salidas electorales, en decir que está dispuesto a lo
que sea para mantenerse en el poder y que se mantendrá hasta el año 2084, obviamente
se va generando una situación crítica. Cualquier imponderable puede ser la
chispa que incendie la pradera. Ya ha ocurrido en el país.
Aunque se haga pedazos
La MUD “debe dialogar ya” con
el Gobierno, asevera Ochoa Antich. De acuerdo con su visión, “hay que sentarse
siempre. Una persona se puede levantar, ponerse brava, pero no puede cancelar
el diálogo”. Si está molesta, debe plantearlo “pero sentada” en la mesa.
Recuerda que Nelson Mandela, el líder surafricano que pasó casi 30 años tras las
rejas y nunca se cansó de luchar contra el apartheid, “dialogó cinco años para
conseguir el primer resultado”.
“El diálogo no es para la
rendición del Gobierno. Es una negociación, y se debe asumir que es un proceso
largo” que permita llegar, por ejemplo, a las elecciones presidenciales de
2018. A su juicio, el chavismo oficialista tiene una contradicción: la vocación
totalitaria pero con legitimidad de origen electoral. Y esa contradicción tiene
"un llegadero": el año 2018.
El país debe prepararse para las
elecciones presidenciales dentro de dos años, que todo indica que las ganaría
la oposición. “Si los rusos tenían al General Invierno (que aplazó a Napoleón y
a los nazis), la oposición venezolana tiene a la Generala Inflación y al
General Desabastecimiento. Con eso, es muy difícil que el gobierno pueda ganar
las elecciones”, reflexiona. En ese escenario, lo que debe ocurrir –ratifica–
es una transición ordenada “y un gobierno de unidad nacional”.
“La oposición tiene 80% de la
gente pero el Gobierno tiene 80% del poder. El Gobierno tiene cómo mantenerse
en el poder aunque el país se haga pedazos”, subraya, ya que “las crisis
económicas no implican un cambio político”.
Crisis, pero sin líderes
Ochoa Antich no cree que
Venezuela se encuentre en una dictadura. La situación política actual la define
como “un régimen autoritario militarista”, pero si no hay elecciones regionales
ni otras consultas populares, sí entraríamos en el escenario abiertamente
dictatorial, alerta.
Observa una crisis, en
general, del liderazgo político venezolano. “El liderazgo chavista dependió
mucho de Chávez, y Chávez se ocupó de no permitir” que hubiese otros líderes,
opina. “En la oposición, el liderazgo tradicional está pasado de tiempo, y a
los jóvenes les falta madurez”.
A su juicio, hay tres
proyectos de país: el de Chávez, que aunque –en su criterio– ha demostrado que
no funciona, se mantiene activo y que se caracteriza por errores como:
mesianismo, caudillismo, militarismo, estatismo, populismo. El de la oposición
más extrema, que defiende una posición “muy neoliberal”, con medidas económicas
fuertes. Y en el medio “hay una cosa indefinida”, en la cual coinciden
disidentes de todos los sectores, gente descontenta que podría definirse como
de centroizquierda y que está unida por la necesidad de una economía que
funcione pero con un gran peso social.
–¿Quiénes están en el diálogo
son los que deben estar?
–No. Creo que deben
incorporarse otros sectores. Tampoco se trata de crear una asamblea, pero se ha
hablado de las subcomisiones. Yo quisiera creer que haya un diálogo específico
para la economía, para lo social. Debería haber tres diálogos: político, para
la transición; económico, para acordar las medidas que se deben tomar; y
social, para resolver problemas urgentes como alimentación, salud,
infraestructura, seguridad.
–¿Estamos viviendo ahora un
“paquetazo” neoliberal disfrazado?
–Yo creo que peor, porque el
paquete neoliberal tiene un futuro, por más doloroso que siempre sea. Esto de
ahora no ofrece futuro. Medidas liberales hay que tomar, cualquier gobierno de
unidad nacional debe hacerlo, pero hay que garantizar la protección de los
sectores más vulnerables. Tú tomas las medidas y, al año siguiente, ves
resultados.
–¿Eso no ocurre ahora?
–Eso no ocurre. Tendría el
gobierno que tomar decisiones muy fuertes, como liberar el cambio. Tienes que
tomar medidas en materia cambiaria, y eso significa que algunas cosas van a
subir, pero otras van a bajar.
03-03-17
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico