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viernes, 3 de marzo de 2017

“El movimiento estudiantil está apagado”. Una entrevista a Rafaela Requesens y a Alfredo García por @prodavinci


Por Yorman Guerrero


La silueta de un helicóptero decora su brazo izquierdo. Debajo se lee: “Los pilotos no mueren, sólo vuelan más alto”. Rafaela Requesens se hizo aquel tatuaje en honor a un tío piloto que murió en un accidente aéreo. Le cuesta posar frente a las cámaras de los medios que la entrevistan desde el viernes 17 de febrero, cuando ganó la Presidencia de la Federación de Centros Universitarios de la Universidad Central de Venezuela (FCU-UCV). Su sobriedad natural puede confundirse con mal humor.

A sus 24 años milita en Primero Justicia, al igual que su hermano mayor, el diputado Juan Requesens, quien encabezó la misma instancia en 2012. Rafaela cursa noveno semestre de Estudios Políticos y Administrativos y es la segunda mujer en asumir el liderazgo de la FCU-UCV después de Claudia Heredia (2000).

A Rafaela la acompaña su compañero de fórmula, el presidente adjunto de la FCU-UCV Alfredo García, que a sus 23 años estudia octavo semestre de Bibliotecología y primero de Estudios Políticos. Se tatuó el mapa de Venezuela en el hombro izquierdo para recordar la responsabilidad que lleva a cuestas.

La universidad renovó la federación y los centros de estudiantes tres días después de que la Sala Electoral del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) emitió una sentencia que prohíbe los comicios para elegir a los representantes estudiantiles ante el Consejo de Escuela, Consejo de Facultades y Consejo Universitario, es decir, el cogobierno ucevista. Las votaciones estuvieron plagadas de incidentes: gases lacrimógenos, robos de cajas llenas de boletas, empujones y amenazas a los reporteros que cubrieron la jornada. En la Escuela de Derecho la violencia impidió el proceso por lo que lo realizarán el martes 7 de marzo.


Rafaela y Alfredo conversaron con Prodavinci sobre cómo evalúan la situación del país, los aportes que esperan hacer al movimiento estudiantil desde la FCU-UCV, cuál es el rol de los partidos políticos dentro de las universidades y qué agenda de trabajo seguirán dentro de la federación.

                          Rafaela Requesens retratada por Maura Morandi

—¿Por qué se vendió la idea de que esas elecciones fueron un acto de rebeldía en contra de la decisión del TSJ, aún cuando la sentencia no las prohibía?

RR: Más allá de lo que decía la sentencia del TSJ, desde el gobierno se jugó a la desinformación. Un día antes de las elecciones, algunas planchas oficialistas se encargaron de replicar el mensaje de que en la UCV se habían suspendido las elecciones por órdenes del tribunal, lo hicieron con la idea de desmovilizar a los estudiantes. Que se hayan realizado las votaciones es un ejemplo de que las elecciones no se deben mendigar, sino que deben exigirse y hacer todo lo posible para que se realicen.

—¿Cómo perciben la situación del país?

RR: Para mí es paupérrima. Me deprime ver que personas que no están en condición de calle, tengan que ir a la basura a buscar sobras para comer y llevar a sus casas. Ver cómo las madres no sólo despiden a sus hijos en los aeropuertos, sino también en los cementerios. Muchos critican y no aportan nada. Por cada crítica debe haber una propuesta. Cada quien puede tener su rango de acción para poner ese granito de arena, pero si no terminamos de entender que la lucha no es sólo de unos factores o de unos pocos va a ser muy difícil echar para adelante.

AG: Esa pregunta es obligatoria, no sólo por el puesto que hoy ocupamos, sino porque también lo vivimos de frente. Mientras yo estoy aquí conversando contigo, probablemente mi mamá esté en una cola para comprar alimentos. Una beca no alcanza ni siquiera para cubrir el pasaje estudiantil. El daño que hemos sufrido como sociedad a nivel de valores y educación, incluso de cómo nos comportamos entre nosotros mismos, es muy marcado. Aquí tiene que venir un proceso de reconstrucción del tejido social, comenzando por la familia como pilar fundamental de la sociedad, pasando por la escuela y los órganos de educación superior y entendiendo que todos debemos participar. Ese es el reto más grande que enfrenta Venezuela de aquí a treinta años o veinticinco años.

                            Alfredo García retratado por Maura Morandi

—¿Qué va a aportar la FCU al movimiento estudiantil?

RR: El movimiento estudiantil está apagado. No se han tomado las posturas necesarias y tampoco se trabaja en equipo para lograr los objetivos que todos queremos. Tenemos que tener contacto primero con los ucevistas, para después ver cómo participan las demás universidades. No es que vamos a tomar las decisiones, sino que es necesario llevar una misma línea de acción de ahora en adelante, que estén en consonancia los objetivos que se plantean. Este año nos toca duro. Sabemos lo que es capaz de hacer el Gobierno. Sin embargo, si nos organizamos, el movimiento estudiantil puede ser lo que en su momento fue, tan fundamental no sólo para las universidades, sino para el país.

AG: Hay que replicar lo que sucedió en la Universidad Central de Venezuela. La dirigencia y el movimiento estudiantil completo deben renovarse, sobre todo en aquellos espacios donde no ha habido elecciones desde hace diez años, por ejemplo, como sucede en la Universidad de Carabobo. En la Universidad de Oriente llevan aproximadamente siete años sin votar. En la Universidad del Zulia tampoco tienen elecciones desde hace varios años. Entonces el primer paso para tener un movimiento estudiantil sólido con propuestas y directrices claras y una propuesta hacia los jóvenes y hacia el país es la renovación de todos los representantes estudiantiles de todas las casas de estudio.

—¿En qué se ha equivocado el movimiento estudiantil?

AG: El ejemplo más concreto es el de movilizaciones sin rumbo, sentido y objetivos claros. Lanzarnos a la calle no debe ser visto como un fin, sino como un medio. ¿Nos movilizamos para qué?, ¿cuál es la condición o el fin de la propuesta? Por eso la generación anterior del movimiento estudiantil entendía la calle más como un fin y no como un medio.

—¿Las planchas tienen conexión con los partidos políticos o son independientes?

RR: Lo primero que debemos entender es que el movimiento estudiantil es totalmente independiente y que las planchas también. Sin embargo, hablo por parte de nuestra plancha, muchos militan en partidos políticos y no es algo que esté mal. Sólo hay que saber cómo llevar el tema del partido y no involucrarlo dentro de nuestra universidad. 

                        Rafaela Requesens retratada por Maura Morandi

AG: Los partidos políticos son parte de la existencia natural de una sociedad civil. Además, son garantes de la democracia porque brindan participación ciudadana. Es libertad de cada individuo decidir si milita, participa o comulga con un partido político o no. Yo, por ejemplo, no milito con ninguno pero tampoco estoy en contra de ellos. Ahora, ¿las decisiones del movimiento estudiantil van de la mano con la de los partidos políticos? No. ¿Cuáles son las decisiones del movimiento estudiantil? Las que las federaciones de centros universitarios en su cuerpo colegiado con los representantes de la FCU y de todos los centros de estudiantes determinen y es allí cuando más fuerza cobra la institucionalidad. ¿Cómo eliminas esa matriz de opinión y esa idea de que son los partidos políticos los que mandan en las universidades? Cuando todas las decisiones están avaladas por un cuerpo colegiado y por cuerpos institucionales. No se puede satanizar a quienes hoy militan en partidos políticos. Al contrario, me parece poco democrático señalar a quienes están en los partidos como si eso fuese algo malo. Tampoco es correcto pensar que si un estudiante milita en un partido, entonces sigue una línea. ¿Cuál es la manera de blindar eso? La institucionalidad.

—¿Qué planes tienen para la Federación de Centros Universitarios?

RR: Lo más difícil es la apatía de los estudiantes. Además, buscamos una UCV transparente que permita a los estudiantes saber qué se hace con los recursos que ingresan y qué tiene la universidad. Por ejemplo, qué se hace con el dinero que entra para el comedor, o cómo se emplea. Un reto que tenemos es disminuir la inseguridad, de eso se encargará el programa “Vive tu universidad”. Hay que ocupar todos los espacios.

AG: Otro pilar que tenemos es el de “Universidades emprendedoras”, que busca no depender del presupuesto del Gobierno que no alcanza para nada. Es ver cómo a través de asociaciones civiles se pueden obtener recursos de manera legal y legítima y que incluso puedan ser auditados por el Estado, que es una de las grandes críticas que existen.

—¿Cuál es su estrategia para lograr que los jóvenes se involucren?

RR: Es necesario hablar con el estudiante de tú a tú. No sirve de nada que hayamos salido electos representantes estudiantiles y que nos quedemos sólo entre nosotros. El trabajo es en conjunto, con los que son y no son representantes estudiantiles. Las visitas de curso son necesarias para informar al estudiante qué está pasando. Que se sientan involucrados y sientan confianza y apoyo. La idea es seguir viviendo como un estudiante más.

AG: Hay un tema de credibilidad importante en el movimiento estudiantil y sobre quiénes han sido los representantes. Se ha perdido esa credibilidad porque, por ejemplo, los representantes no entran a clases. Esas son cosas que al estudiante mismo le hacen preguntarse: “¿acaso eres otra persona?”. La credibilidad también pasa por obtener respuestas claras a los problemas. Si nos planteamos metas imposibles, nunca vamos a tener credibilidad. Ese es uno de los primeros pasos.

                             Alfredo García retratado por Maura Morandi

—¿Cómo presionarán desde la FCU a la Comisión Electoral de la UCV y al TSJ para que se realicen las elecciones de cogobierno y no ocurra como en otras universidades que se quedaron sin representación estudiantil en todas las instancias?

RR: El TSJ nos va a ver en la calle. Pero no como un capricho, sino buscando un resultado. Con respecto a la Comisión (Electoral) planeamos tener varias reuniones con ellos para ver cuáles mecanismos podemos utilizar, sabiendo incluso que podría afectarles personalmente. Podrían ir presos si el proceso no se lleva correctamente. Es un desacato a la ley.

AG: Hemos hablado con miembros de la Comisión Electoral que además son abogados y plantean que esta sentencia del TSJ es débil. El mecanismo para que se realicen las elecciones es blindar completamente el proceso y eso requiere un padrón al que no se le escape un estudiante y eso pasa por un trabajo muy profundo con cada facultad. El miércoles (1 de marzo) entra en discusión este tema en el Consejo Universitario, en el que las autoridades y la Comisión Electoral estudiantil propondrán a los decanos de las once facultades de la UCV que envíen esas listas, para así, una semana después de tener las listas definitivas, comiencen a transcurrir los 90 días necesarios para que en esta universidad haya elecciones. Suspendieron los comicios de cogobierno porque algunos estudiantes impugnaron diciendo que no aparecían en el padrón electoral.

—¿Cómo vivieron el día de las elecciones?

RR: Fue estresante y movido. Algunos profesores no estaban apoyando el proceso, no querían abrir las mesas por temor a represalias del TSJ. Aunque no había implicaciones legales si hacíamos las elecciones de gobierno, las personas tenían miedo. Eso se vivió en Humanidades, donde incluso estudiantes de planchas contrarias en la Escuela de Geografía ofrecieron impugnar el proceso porque estaba viciado. Ese día vi cómo otras planchas tenían guardaespaldas. Hay que preguntarse qué estudiante puede pagar un guardaespaldas. ¿A quién se le garantiza la vida y por qué nosotros llevaríamos guardaespaldas cuando sabemos que la población no tiene los medios para sentirse seguro? No podemos perder esa esencia de estudiantes universitarios.

02-03-17




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