Freddy Paz 17 de marzo de 2017
@freddyspaz
Todos,
absolutamente todos los que trabajamos por un salario, y dependemos del mismo
para la manutención propia y de nuestras familias, estamos cada vez más
empobrecidos, gracias a la política económica del gobierno venezolano.
En la
Venezuela del “Socialismo del Siglo XXI”, la canasta básica familiar para el
primero de marzo de 2017 alcanzó un costo de 832.259,95 Bolívares fuertes,
mientras que el salario mínimo alcanzó un monto de 40.638,15 Bs. mas 108.000
Bolívares fuertes del bono de alimentación, lo que representa 148.638,15 al
mes, para quienes no estén jubilados. Que sin duda representa un desbalance muy
negativo en el poder adquisitivo del venezolano.
Pero
resulta que ese “salario integral” es una farsa ya que el bono de alimentación
no es realmente un salario, a los trabajadores se les está pagando el 70% de su
ingreso en un bono de comida que no tiene incidencia en las prestaciones
sociales, ni en las vacaciones, ni en sus utilidades, ni a futuro en sus
jubilaciones.
El
ciudadano se ve sometido a condiciones inhumanas para satisfacer sus
necesidades. El temor al hambre, a la enfermedad, a ser víctima del hampa, al
no tener donde vivir, pero también estamos viviendo el drama por el desplome de
los niveles de empleos formales, producto de las políticas erradas del
gobierno.
Es tan
grande la crisis en el país que las empresas públicas y privadas están mandando
a los trabajadores a sus casas, porque no hay materia prima para trabajar o
recursos para mantenerlos en nómina; están aplicando las llamadas “cajitas
felices” que no son más que una negociación que le permite al trabajador irse
de la empresa con algo más de dinero, pero que igual lo deja desempleado y con
muy pocas esperanzas de conseguir empleo formal en otro lugar, sin contabilizar
los despidos selectivos que por razones políticas se vienen dando en el sector
público.
Con un
mercado abiertamente dolarizado y con los ingresos en bolívares, los
venezolanos vamos como el cangrejo, mientras quienes nos gobiernan parecieran
no importarle el bienestar colectivo de la población.
Todos
observamos una cosa extraña, aquí por ejemplo los Ministros saben de todo, un
día ocupan el cargo de Ministro de Energía y Petróleo, pero ese Mismo
funcionario, lo designan Ministro de Educación, luego lo juramentan como
Ministro de Sanidad, y después Ministro de Economía, Ministro para el trabajo,
y de ultimo lo envían como Embajador. Cosas muy extrañas y locas, cuyos
resultados, los estamos viviendo y padeciendo todos. Y seguimos, de show en
show y de mentira en mentira.
Hay
que ser serios, y hablar con la verdad, el venezolano tiene hambre, y no solo
de alimentos, sino de vivir dignamente, de progresar, de oportunidades para
echar pa lante, el venezolano quiere vivir bien, no de migajas ni lisonjas.
Freddy Paz
@freddyspaz
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